El nenúfar mexicano convierte al Guadiana en un río verde a su paso por Badajoz
Esta planta invasora se detectó por primera vez en 1980 y desde entonces ha ocupado alrededor de 40 kilómetros
Badajoz tiene un problema desde hace tiempo. Una planta invasora, conocida como nenúfar mexicano, originaria de la costa del Golfo de México e incluida en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras, ha invadido las aguas del río Guadiana y el manto azul que antes separaba las dos márgenes de la ciudad más grande de Extremadura, actualmente ha sido cubierta por una mancha verde. El Guadiana viste de verde, una mancha verde de varios kilómetros de longitud. Y no es un problema menor, hasta el punto de que hace ya algún tiempo se creó una asociación ciudadana con un nombre que lo dice todo: Salvemos el Guadiana.
No es un problema menor ni es un asunto reciente. Según explican desde la asociación Salvemos el Guadiana, la presencia de nenúfar se detectó por primera vez en 1980 y cada año se expande entre 5 a 6 hectáreas hasta los 35-40 kilómetros que ocupa actualmente. “Su eliminación va a ser una tarea muy complicada”, asegura el presidente de la asociación Juan Fernando Delgado, el cual explica que es una planta que se arraiga al lecho del rio y al lodazal que hay abajo, por lo que hace más difícil su erradicación. Ante esta problemática, que aumenta año tras año, el próximo 15 de octubre se va a llevar a cabo en delegación del Gobierno en Badajoz una reunión entre varias instituciones públicas para intentar abordar de manera conjunta las acciones para eliminar la planta del rio y firmar un protocolo. A esa reunión acudirán representantes de la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG), que tiene la competencia de las aguas, Junta de Extremadura y Ayuntamiento de Badajoz. Y, posteriormente, para el 19 de octubre, la asociación Salvemos el Guadiana ha convocado una manifestación para reclamar soluciones al desastre medioambiental, que está viviendo Badajoz. “La ciudad se merece un rio limpio y sano, no muerto como está ahora mismo”, trasladan desde la plataforma. Su presidente incide en que la marcha reivindicativa es apolítica, es una jornada de los ciudadanos para reclamar una salida al nenúfar.
No es el primer problema medioambiental que ha sufrido el rio Guadiana a su paso por la provincia de Badajoz. Hasta hace pocos años contaba con otra planta invasora, el camalote, un vegetal contra el que diferentes administraciones se coordinaron para sacarla del cauce. Acciones que han tenido éxito y que suponen que esta planta prácticamente no se vea en la actualidad en la zona de Mérida y Medellín, en la provincia de Badajoz, donde estaba presente de manera más intensa. “La diferencia entre el camalote y el nenúfar mexicano es que este último se arraiga al lecho del río y al lodo, por lo que es más difícil su eliminación”, dice Juan Fernando Delgado a EL PAIS, que también cuenta que la planta invasora se ve beneficiada por los abonos y nitratos que utilizan las explotaciones agrícolas de alrededor.
Para buscar un consenso y que las administraciones puedan coordinarse, la delegación del Gobierno en Extremadura remitió una carta a la Junta de Extremadura y al Ayuntamiento de Badajoz para buscar soluciones conjuntas. Desde la Delegación consideran que es fundamental y urgente la firma de este protocolo entre la Confederación Hidrográfica del Guadiana y las otras dos administraciones para realizar las actuaciones necesarias para acabar con la planta invasora, acciones que pasan por la obtención de fondos europeos, ya solicitados por la CHG. Delegación del Gobierno recuerda que se está a la espera de que llegue en próximas fechas la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) que permita el dragado del río, informe que estiman será positivo. Asegura que el protocolo no supondría inversión ni para la Junta de Extremadura ni para el Ayuntamiento de Badajoz. La asociación Salvemos el Guadiana cuantifica que la inversión para eliminar el nenúfar estará en una horquilla de 25 a 35 millones de euros.
El protocolo que ha presentado la delegación incide en que las tres administraciones poseen competencias en esta materia, pues al Estado le corresponde el control de las especies exóticas invasoras o la conservación y protección del agua como recurso, a la Comunidad Autónoma la conservación de la biodiversidad silvestre y de la naturaleza en su territorio, y al Ayuntamiento el mantenimiento de los cauces que discurren por zonas urbanas.
Desde la Junta de Extremadura han anunciado que van a asistir a la reunión del próximo 15 de octubre con una actitud positiva. El director general de Sostenibilidad, Germán Puebla, ha recordado que la lámina de agua es competencia de la Confederación Hidrográfica del Guadiana. “Desde la administración autonómica siempre se dialoga y más cuando se trata de un problema de la ciudad y de la región, ante el cual estamos especialmente preocupados y con interés en su resolución”, trasladaba este cargo regional.
Desde el gobierno extremeño recuerdan que ya se reunieron con responsables municipales el pasado marzo para proyectar esta actuación. Y desde el Ayuntamiento de Badajoz también han confirmado su asistencia al encuentro. El alcalde de la ciudad, Ignacio Gragera, ha añadido que el Ayuntamiento también quiere conocer en base a qué norma puede colaborar el Consistorio a la solución del problema. “Somos el primer interesado en resolver la actual situación que vive el Guadiana y en colaborar en la lucha contra la planta invasora, pero siempre dentro de las competencias municipales”, informaba el edil.
Gragera reprochaba a la delegación del Gobierno que el protocolo que se pide firmar no hace referencia a las normativas que atribuyen las competencias de índole municipal reflejadas en el texto. Además, entiende que es importante explicar a la opinión pública que la lentitud en la resolución del problema no ha sido culpa del Ayuntamiento. El alcalde ha recordado que el consistorio ya se ofreció en una reunión en agosto de 2021 a buscar soluciones compartidas una vez se conociera la Declaración de Impacto Ambiental que avalara el dragado del río, que aún no ha llegado. También ha solicitado que se trasladen los datos precisos sobre la actuación a realizar y cómo afectará esa actuación a la ciudad.