Pedro Sánchez: “El verdadero debate de la financiación no es entre territorios sino entre modelos”

El primer comité federal del PSOE tras los cinco días de reflexión de Pedro Sánchez de primavera llegaba precedido por la agitación interna por la financiación singular para Cataluña, que el PP y algunos de los líderes territoriales socialistas equiparan a un concierto económico como el de País Vasco o Navarra. Pedro Sánchez ha querido transmitir un mensaje de tranquilidad frente a los reproches de los barones que han e...

El primer comité federal del PSOE tras los cinco días de reflexión de Pedro Sánchez de primavera llegaba precedido por la agitación interna por la financiación singular para Cataluña, que el PP y algunos de los líderes territoriales socialistas equiparan a un concierto económico como el de País Vasco o Navarra. Pedro Sánchez ha querido transmitir un mensaje de tranquilidad frente a los reproches de los barones que han echado en falta explicaciones sobre el pacto del PSC con ERC que posibilitó la investidura como president de Salvador Illa, prometiendo más recursos para las comunidades pero sin entrar al detalle de la letra pequeña del pacto fiscal catalán. Sánchez sí ha celebrado la llegada de Illa al Palau de la Generalitat como “un logro socialista” y la prueba de que, tras los años del procés, “se ha reconstruido la convivencia” de nuevo en Cataluña.

El presidente del Gobierno ha optado por reivindicar al PSOE como “vanguardia del progresismo” y garante del Estado del Bienestar frente a la política tributaria de bajada de impuestos a las rentas más altas de las comunidades del PP. “El verdadero debate no es entre territorios, sino entre modelos. Nosotros siempre defenderemos que la sanidad, la educación, la dependencia y las pensiones son derechos con los que nunca se puede mercadear” frente a quien “ve en los servicios públicos bienes, derechos o mercancías”, ha esgrimido en su intervención en abierto en el máximo órgano del PSOE entre congresos.

“Ahora la coartada es la financiación autonómica, es la enésima excusa con la que pretenden tapar su gestión”, ha insistido Sánchez en la primera ocasión en la que coincidía con los dirigentes territoriales del PSOE desde el polémico acuerdo con ERC. El secretario general de los socialistas, que ha comunicado a los más de 300 integrantes del comité federal que se presentará a la reelección ―hasta sus críticos dan por sentado que saldrá aclamado en el 41º Congreso Federal de dentro de dos meses en Sevilla―, ha pretendido zanjar el debate interno, o al menos reconducirlo, recordando las transferencias millonarias a las autonomías desde que llegó a La Moncloa.

“Hablemos de financiación, pero hagámoslo con datos: desde 2018, hemos transferido 935.000 millones de euros a las comunidades autónomas. Con aportaciones extraordinarias, como los 30.000 millones de euros adicionales por la covid. Son 300.000 millones más de los que transfirió el Gobierno de Mariano Rajoy. Y todo ello sin incluir los fondos europeos. Nunca en la vida, nunca en estos 40 años de Estado autonómico, un Gobierno de España ha volcado más recursos para financiar a las comunidades autónomas”, ha enfatizado Sánchez antes de entrar de lleno en la parte central de su discurso.

“El problema es que algunos piden con una mano, mientras que con la otra hacen regalos fiscales a los más ricos. Uno de cada tres euros que el gobierno de España transfiere a la Comunidad Autónoma de Madrid, sirve para este fin”, ha resaltado en un discurso muy ideológico y de nuevo con el Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso como diana de sus críticas, propio de las circunstancias, en el cónclave que aprobará el Congreso Federal y fijará el calendario del resto de procesos congresuales que renovará la estructura territorial del PSOE.

Sánchez, que ha recordado también el aumento de las listas de espera en Andalucía o la reducción de plazas de residencias en la Comunidad Valenciana, ha hecho hincapié en que no hay “mayor insolidaridad que el hecho de que haya gobiernos autonómicos de la derecha, que según llega el dinero del Estado, que es el dinero de todos los españoles, vivan donde vivan, lo deriven con sus regalos fiscales al bolsillo de los de arriba, de quienes más tienen”. El líder del PSOE incluso ha recordado que el PP reclamó el viernes, en la reunión de Alberto Núñez Feijóo con sus presidentes autonómicos, 18.000 millones de euros de los fondos europeos: “Salen de los impuestos de las clases medias y trabajadoras para dárselos en forma de rebajas fiscales a la élite privilegiada de sus comunidades autónomas. Así defienden la igualdad entre españoles”.

En otro gesto para calmar el revuelo interno por las diferentes interpretaciones del pacto con ERC, Sánchez se ha mostrado dispuesto a hacer “nuevas transferencias competenciales” y “a reconocer singularidades”, así como a “permitir que todas las comunidades autónomas que lo deseen recauden y gestionen más competencias”. El presidente ha justificado que sería “algo coherente con nuestro Estado federal, que llamamos en España autonómico”, como ya hacen países como Alemania y Canadá. Y, sobre todo, ha percutido de forma denodada contra el PP. Por ejemplo, ha recordado que “quienes hoy se rasgan las vestiduras llevaban el mismo posicionamiento en su propuesta electoral en el año 2012″, en alusión al programa fiscal del PP en las elecciones catalanas de ese año, “y ahora reniegan de ello en un intento inútil de competir en ultraderechismo y nacionalismo con la ultraderecha”.

El secretario general del PSOE se ha mostrado confiado en que “si se diseña bien esta nueva etapa autonómica, puede ayudar a crear un sistema de financiación más justo, que reduzca las diferencias territoriales, garantice la suficiencia del gasto público” y, sobre todo, “exija la corresponsabilidad con los gobiernos autónomos”. Esto es otra crítica a las comunidades del PP, que no podrían competir con una política tributaria basada en la bajada o exención de impuestos, como sucede con patrimonio, donaciones y sucesiones. Ese ha sido el eje del discurso de Sánchez en un contexto marcado por la incertidumbre, con los Presupuestos de 2025 en el alero y el Gobierno a la espera de que Junts y ERC resuelvan sus liderazgos y hoja de ruta en sus congresos de octubre y noviembre. “Hay Gobierno para largo. Estamos listos para esta nueva etapa. Tenemos las pilas cargadas, nuevas ideas, los mejores equipos y las prioridades bien definidas. Vamos a avanzar con determinación, con o sin apoyo de la oposición. Con o sin concurso del Poder Legislativo. El conformismo y el inmovilismo se lo dejamos a quienes no tienen nada que ofrecer a España salvo su agonía”, ha remarcado el presidente, que ha reconocido así la situación de debilidad en el Congreso. Y, al mismo tiempo, ha trasladado así que aunque los Presupuestos se prorroguen no habrá un adelanto de las elecciones generales.

Sánchez ha dedicado su alegato final a las bases del PSOE, las mismas que le llevaron en volandas en las primarias de 2017. “Le pido a la militancia que en el Congreso Federal demostremos que el partido va dos pasos por delante del Gobierno de España. Pido ambición en las propuestas, rigor en los debates, abrir puertas a la participación de la militancia de base y de todos aquellos que sin ser militantes del PSOE saben que esta organización es el único partido que hace posible todos los avances, que cada una de las resoluciones de nuestro Congreso acaban siempre antes o después en el Boletín Oficial del Estado”, ha instado. “Debemos arrimar el hombro, todos, yo el primero (...) Yo reivindico el optimismo, son malos tiempos para los agonías, y hay muchos en política”, ha cerrado en lo que ha sonado un reproche a los barones críticos.