La encrucijada del Gobierno canario después de que el PP haya dado la espalda a la ley que negoció en las islas
Portavoces de Coalición Canaria aseguran que el pacto en las islas no corre peligro, a pesar de que el grupo popular no ha respaldado la reforma avalada por el Ejecutivo insular. Tres de las últimas cinco legislaturas han acabado con un gobierno en minoría
El voto en contra del Partido Popular a que se admita a trámite la reforma de la ley de extranjería, sumado al esperado no de Junts y de Vox, no solo bloquea una vía que habría permitido el reparto obligatorio de menores migrantes no acompañados a otras comunidades autónomas. Además, contribuye a colocar en una encrucijada el pacto que sustenta el...
El voto en contra del Partido Popular a que se admita a trámite la reforma de la ley de extranjería, sumado al esperado no de Junts y de Vox, no solo bloquea una vía que habría permitido el reparto obligatorio de menores migrantes no acompañados a otras comunidades autónomas. Además, contribuye a colocar en una encrucijada el pacto que sustenta el Gobierno canario, integrado desde hace un año por Coalición Canaria y el propio PP, que ha sido una de las fuerzas que ha vetado la admisión a trámite pese a pertenecer al Ejecutivo que la ha impulsado. Sin embargo, los portavoces de ambas formaciones afirman en público y en privado que el pacto no peligra y responsabilizaron de la situación a las fricciones políticas en el Congreso, que han imposibilitado un acuerdo. Una eventual ruptura, con todo, no sería un hecho aislado en las islas: en tres de las últimas cinco legislaturas, Coalición Canaria ha terminado gobernando en minoría.
El archipiélago lleva años desbordado por el desembarco de menores que viajan solos en los cayucos. Desde octubre, las llegadas se han incrementado y los servicios de acogida tutelan ya a unos 6.000 menores. En los últimos meses, el presidente Canario, Fernando Clavijo, no ha escatimado en calificativos para definir el colapso que viven las islas. Este martes, el líder nacionalista ha podido ver desde la zona de invitados cómo el Congreso rechazaba el texto trabajosamente consensuado entre el Gobierno que preside y el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres.
En las semanas previas, Clavijo ha venido subrayando que el texto votado ayer había sido consensuado por todas las fuerzas políticas del Parlamento autonómico —a excepción de Vox—, lo cual incluye al PP. “Este documento es un documento del Gobierno de Canarias en su integridad, y de Canarias en su integridad, salvo Vox”, llegó a asegurar a finales de junio en una entrevista con este diario. La confrontación política, sin embargo, no hacía presagiar un sí popular en el Congreso, pese a los esfuerzos de su líder en las islas, Manuel Domínguez, vicepresidente del Ejecutivo autonómico y consejero de Economía. Pese a este posible desenlace, el presidente canario ha rehusado pronunciarse sobre si un no del PP conduciría a una ruptura con el PP. “No voy a especular con escenarios que no sé si existen o no”, aseguró a este diario a finales de junio.
Con todo, ninguna de las declaraciones de los portavoces de los partidos apuntaba ayer a una ruptura. El presidente ha rehusado hacer declaraciones, si bien intervendrá este miércoles en el Parlamento de Canarias. La diputada de CC en el Congreso, Cristina Valido, cargó su discurso en recriminar por igual a populares y socialistas por tener “relatos y discursos de sobra para desgastarse, para crujirse unos a otros” y lamentó que se usase a los menores para ello. La diputada solicitó que se aplazase la votación de esta tarde, una opción descartada por el grupo socialista. En la misma línea se pronunció el portavoz del Gobierno de Canarias, Alfonso Cabello, el lunes tras el Consejo de Gobierno. “Observo mucha demagogia sobre este asunto en el ámbito estatal”, sentenció. “No va a pasar nada”, aseguraron por su parte fuentes del Gobierno canario, que subrayaron la escasa predisposición del Ejecutivo centra a negociar el texto. Durante la mañana, desde la tribuna en el Parlamento de Canarias, Manuel Domínguez había ya descartado cualquier posibilidad de ruptura del pacto con Coalición Canaria y hecho un balance “positivo” del primer año de la Legislatura.
Antecedentes
Pese a estas declaraciones, no sería la primera vez, ni mucho menos, que Coalición Canaria rompe un acuerdo de Gobierno en Canarias, una región con una amplia tradición de pactos de los nacionalistas con los dos grandes partidos nacionales, y, también, con un largo historial de rupturas. Todas ellas se saldaron con un Ejecutivo nacionalista que terminó en minoría cada una de las legislaturas. La más reciente se produjo un día antes de la Navidad de 2016. Aquel día, Fernando Clavijo anunció el fin del acuerdo de legislatura que mantenía con el PSOE. Los nacionalistas habían sido la fuerza más votada un año y medio antes, aunque con 18 escaños quedaron lejos de los 31 necesarios para la mayoría absoluta. Los socialistas, con 15, entraron en el Gobierno con la vicepresidencia y cuatro consejerías, entre ellas Obras Públicas. Las fricciones entre ambos socios fueron constantes desde el primer momento, sobre todo en temas clave como la Ley del Suelo. “La paciencia no es infinita”, sentenció Clavijo tras la última y brinca reunión del año del Consejo de Gobierno, la cual abandonaron los cuatro consejeros socialistas antes de que finalizara.
CC también sabe lo que es romper con el PP en Canarias. Para ello, hay que remontarse 21 años, tras las elecciones autonómicas de 2003. En aquella cita, los nacionalistas obtuvieron 23 escaños, por delante de los 17 que cosecharon tanto el PP como el PSOE. El entonces líder de Coalición, Adán Martín, llegó a un acuerdo con el popular José Manuel Soria, y se repartieron el Ejecutivo. El 14 de marzo de 2004, el PSOE ganó unas elecciones marcadas por el 11M, y Jose Luis Rodríguez Zapatero fue investido con los votos favorables —entre otras fuerzas— de los tres diputados de Coalición Canaria. Los populares, desalojados inopinadamente del poder, comenzaron una batalla sin cuartel contra La Moncloa. Este ataque terminó por afectar a su socio de Gobierno.
El 14 de mayo, CC expulsó a los tres consejeros populares del Consejo de Gobierno. “Toda la serie de metas y objetivos que legítimamente Canarias reivindica ante el Estado y Europa”, explicó ese día el entonces presidente de Canarias, Adán Martín, “están abocados al fracaso si desde el Ejecutivo uno de los socios se muestra claramente empeñado en cortocircuitar cualquier acuerdo con Madrid mediante la constante, continua, repetitiva y machacona descalificación al Gobierno central”.
Pese a este desencuentro, Partido Popular y Coalición Canaria reeditarían pacto de Gobierno en 2007, tras unas elecciones ganadas holgadamente por el PSOE del exministro y actual eurodiputado, Juan Fernando López Aguilar. Sus 26 escaños, sin embargo, fueron insuficientes frente a los 34 que sumaron conjuntamente CC y PP, lo que dio la presidencia al nacionalista Paulino Rivero. Este pacto también se rompería, si bien en esta ocasión fue el turno del PP. En octubre de 2010, el apoyo de Coalición Canaria a los Presupuestos Generales del Estado del PSOE sirvió a José Manuel Soria de excusa para salir del Ejecutivo, una medida que le permitiría distanciarse de CC de cara a las elecciones de mayo de 2011. Paradójicamente, estos comicios los ganó el PP (21 escaños). Su victoria, sin embargo, no le sirvió para gobernar debido al pacto entre CC (21 escaños) y el PSOE (15 escaños). Este acuerdo, sin que sirva de precedente, sí duró toda la legislatura.