El PSOE insta al PP a romper los 140 gobiernos municipales y a derogar todos sus pactos con Vox
Los socialistas abren la puerta a acuerdos puntuales con los Ejecutivos populares en minoría, pero no garantizarán su estabilidad
Una vez cristalizada la ruptura entre PP y Vox en cinco gobiernos autonómicos, el PSOE insta al líder popular, Alberto Núñez Feijóo, a que rompa con Vox en los 140 gobiernos municipales que comparten, y a expulsar a los ultras que desafían a Santiago Abascal al resistirse a dejar los Ejecutivos regionales. Para abrir una nueva relación entre el principal partido del Gobierno de coalición y la formación que lidera la oposición, los socialistas también solicitan el apoyo del PP a la modificación de la Ley de Extranjería pactada con el Gobierno canario, y revertir las políticas aprobadas con la extrema derecha. No obstante, el PSOE no acudirá al rescate del PP en las cinco comunidades en las que gobernaba con Vox. Los presidentes autonómicos de Castilla y León, Comunidad Valenciana, Extremadura, Aragón y Murcia, además de Baleares, donde contaban con el apoyo externo del partido ultra, gobernarán con minoría parlamentaria. La primera prueba de fuego llegará a final de año, con los Presupuestos para 2025. Los socialistas no serán de ningún modo garantes de la estabilidad de estos Ejecutivos regionales, aunque sí están dispuestos a acuerdos puntuales e incluso podrían llegar a apoyar la aprobación de sus cuentas, siempre que el PP acepte exigencias como aumentar la inversión en Sanidad o Educación.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ya marcó el camino desde Washington durante la cumbre de la OTAN celebrada esta semana. “El PSOE va a continuar haciendo una oposición constructiva. Dependerá de las políticas que haga el gobierno de turno que cuente o no con el apoyo del PSOE. Animo al PP a derogar todas las contrarreformas que ha pactado con la ultraderecha y a que sean ellos los que rompan los gobiernos locales donde gobiernan”. En La Moncloa y en Ferraz están convencidos de que el PP no va a rebajar el tono de su discurso, que les seguirán tildando de “dictadores” y “bolivarianos”, o que dirigentes como Miguel Tellado o Isabel Díaz Ayuso cuestionarán la independencia del Tribunal Constitucional o de la Policía Nacional. Fuentes de la cúpula socialista creen que sería positivo para el país “un PP razonable”, pero advierten que la “centralidad” que les supone la ruptura con Vox “no es creíble” porque en realidad el PP nunca la pretendió, sino que se la encontró por el rechazo de sus socios a la acogida de más menores inmigrantes procedentes de Canarias. La conclusión en la cúpula del PSOE es que el PP “no limpiará su discurso” mientras no reniegue de los pactos con la ultraderecha en políticas de igualdad o de memoria democrática tras haber impulsado las leyes de concordia que blanquean la dictadura de Franco.
“No es el PP el que abandona a la ultraderecha de Vox, es la ultraderecha de Vox la que abandona al PP. Si el PP quiere romper con la ultraderecha, lo tiene bien fácil: que rompa todos sus acuerdos en ayuntamientos, que apruebe la ley para la reubicación más solidaria de niños y adolescentes menores que vienen sin acompañantes, sin padres en nuestro país. Que derogue todas las leyes machistas, contrarias al colectivo LGTBI y que han ido contra las mujeres o, por ejemplo, que han blanqueado la dictadura, que deroguen todos esos pactos que habían hecho con la ultraderecha”, ha reclamado este viernes Félix Bolaños, ministro de Presidencia y Justicia . Tras la salida de Vox de los ejecutivos autonómicos, el PP gobierna con la formación ultra en más de un centenar de ayuntamientos, algunos tan importantes como los de Valencia, Valladolid, Toledo, Burgos, Guadalajara, Ciudad Real, Móstoles o Alcalá de Henares; estos dos últimos en Madrid.
Sin embargo, horas después Feijóo no se ha mostrado dispuesto a dar semejante paso. “El PP va a asegurar el buen Gobierno, no oculto que algún tipo de dificultad añadida van a tener”, ha proferido Feijóo, que ha pedido a Vox “que no entorpezca la gobernabilidad en las comunidades autónomas”.
Bolaños ha hecho además hincapié en la permisividad del PP con los “ultras tránsfugas que se están resistiendo a dejar los gobiernos”. “Que los echen y así el PP demostrará que de verdad tiene la voluntad de romper amarras con Vox y con la ultraderecha”, ha sentenciado. Miguel Ángel Gallardo, secretario general del PSOE extremeño, ha criticado precisamente que María Guardiola mantenga en su Ejecutivo a un tránsfuga de Vox y recuerda que ya ofreció pactos para no depender de Vox que el PP ha rechazado. “El PP y Vox han utilizado Extremadura como laboratorio, como conejillo de indias de sus pactos y juegos de derechas. Han metido a Extremadura en una inestabilidad desconocida hasta ahora, con un consejero tránsfuga incluido. Para ellos, lo primero son los sillones y no las soluciones”, ha reprochado.
Tras recordar que el PSOE ganó las elecciones autonómicas pero no obtuvo la mayoría necesaria frente a la suma de PP y Vox, el dirigente socialista considera que no se puede exigir ahora a su partido que garantice la estabilidad de la Junta que preside Guardiola. “Es curioso que ahora pregunten a los socialistas que cómo vamos a dar estabilidad al Gobierno extremeño. Hace escasamente unas semanas el PSOE le ofreció los votos para que no dependieran de Vox en la mesa de la Asamblea. Entonces, el portavoz del PP despreció los votos del PSOE, diciendo que ellos tenían votos suficientes. Y, sin embargo, hoy Guardiola le pide al PSOE responsabilidad para dar estabilidad a su Gobierno”, ha objetado Gallardo. “Este lío deben resolverlo ellos, porque son ellos los que lo han creado”, ha apostillado. “Antes de pedir estabilidad debemos conocer qué es lo que quieren hacer y cómo van a arreglar aquello que ellos mismos han estropeado. Para dar estabilidad, primero tenemos que saber qué van a hacer un Gobierno más desorientado que nunca”, ha zanjado el secretario general del PSOE extremeño.
Luis Tudanca, secretario general del PSOE de Castilla y León, la primera comunidad donde se acordó una coalición de gobierno de PP y Vox, ha resaltado que el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, “vuelve a quedar en una enorme debilidad y con una enorme fragilidad” tras la marcha de la ultraderecha de la administración. Mañueco ya adelantó elecciones en febrero de 2022 pensando que absorbería el electorado de Ciudadanos y obtendría mayoría absoluta, pero al final tuvo que incluir a la ultraderecha su Ejecutivo: la ultraderecha se estrenó así en a los mandos de su primera Administración relevante. Para Tudanca, la salida de Vox “demuestra que Castilla y León está intervenida y Mañueco no toma las decisiones” que afectan a la comunidad. “El pacto con Ciudadanos le supervisaron y ordenaron Pablo Casado y Albert Rivera. El pacto con Vox lo ordenó Alberto Núñez Feijóo y ahora la ruptura del gobierno la ordena Santiago Abascal. Ni una sola de las decisiones es de Mañueco, tanto es así que es el único presidente del PP que durante los últimos días todavía suplicaba a Vox que se quedara”, ha criticado el barón socialista.
El PSOE recuerda que el PP y Ciudadanos pactaron gobiernos autonómicos y municipales en 2019 que no cumplieron ni la mitad de su legislatura. El análisis que hacen en Ferraz es, por tanto, que no es la primera vez que ocurre y que el PP es un “sinónimo de inestabilidad institucional”. “Que la ultraderecha entrase en los gobiernos de comunidades autónomas nunca se tendría que haber producido”, ha recalcado PIlar Alegría. La portavoz del Gobierno y ministra de Educación, ha despejado la presión que el PP trata de trasladar al PSOE acerca del apoyo externo a los Ejecutivos del PP que quedan ahora en minoría parlamentaria. “Nosotros lo que vamos a hacer es lo que venimos haciendo hasta ahora desde las pasadas elecciones municipales y económicas que es trabajar desde la oposición de forma constructiva, porque en esto el PSOE y el PP son absolutamente antagónicos”.
La secretaria general del PSPV-PSOE y ministra de Ciencia, Diana Morant, ha invitado al presidente de la Generalitat valenciana, Carlos Mazón, a que ahora, sin Vox en el Consell, “se aleje de la hoja de ruta ultra, vuelva a la moderación y se convierta en un partido de estado y de gobierno en la Comunitat”. Morant ha insistido en que los socialistas están abiertos a negociar y pactar con el PP los órganos estatutarios y cualquier iniciativa positiva para la Comunidad Valenciana, siempre y cuando se excluyan candidatos y programas de la ultraderecha, informa Ferran Bono.
José Vélez, secretario general del PSOE de Murcia, otra de las comunidades afectadas, también le ha pedido al PP que “rectifique y dé marcha atrás” en su “agenda regresiva” tras la ruptura con Vox. “Debe decidir si rompe definitivamente con Vox o si continúa, como hasta ahora, con los discursos y las políticas reaccionarias que tanto daño nos están haciendo”, ha apremiado el dirigente socialista, que ha animado al PP a que tome la iniciativa y también rompa con Vox en los ayuntamientos y renuncie a las políticas “negacionistas” del cambio climático pactadas con la ultraderecha, así como a “los discursos xenófobos, racistas y de odio”. El PSOE murciano reclama, entre otras medidas, la recuperación de las concejalías de igualdad.
La portavoz del PSOE en las Cortes de Aragón, Mayte Pérez, esgrime que el presidente maño, Jorge Azcón, ha perdido toda la credibilidad al frente de un Ejecutivo “en demolición”. Los socialistas inciden en que el presidente autonómico no ha dicho cómo va a garantizar la estabilidad de ese gobierno. “Es muy irresponsable y genera más inestabilidad política porque esto no es tener un gobierno en minoría, sino en soledad. ¿Quién va a apoyar a este gobierno?”, se ha preguntado Pérez. “No nos creemos ni a Azcón ni a nadie de su gobierno, que en 11 meses ha hecho agua. Decíamos que la legislatura empezaba mal y acaba peor, asistimos a la primera fase de un gobierno en demolición”, ha enfatizado, dejando claro lo difícil que el PP lo va a tener para asegurar la gobernabilidad.