El PP se entrega al choque con Bruselas para salvar la polémica de Doñana
Feijóo respalda el ataque del líder del Partido Popular Europeo al comisario de Medio Ambiente. El partido en Andalucía encarga una encuesta sobre Doñana en la que asegura que no acusa desgaste por la polémica
Por primera vez desde que Alberto Núñez Feijóo es presidente del PP, los populares se han entregado a una confrontación directa con la Comisión Europea. El objetivo es tratar de salvar a uno de sus barones más relevantes, Juan Manuel Moreno Bonilla, presidente de Andalucía, inmerso en un choque con Bruselas por sus planes sobre los regadíos en el entorno del parque nacional de Doñana, ...
Por primera vez desde que Alberto Núñez Feijóo es presidente del PP, los populares se han entregado a una confrontación directa con la Comisión Europea. El objetivo es tratar de salvar a uno de sus barones más relevantes, Juan Manuel Moreno Bonilla, presidente de Andalucía, inmerso en un choque con Bruselas por sus planes sobre los regadíos en el entorno del parque nacional de Doñana, contra los que alertan las autoridades comunitarias por sus riesgos para el ecosistema natural. El PP había actuado previamente a través de su oficina en Bruselas con discreción para hacer llegar al comisario de Medio Ambiente, Virginijus Sinkevičius, encargado de este asunto, el mensaje de que no debía “interferir” en la campaña de las elecciones autonómicas y municipales de mayo. Pero después de que el lunes este volviera a alertar de los “efectos desastrosos” para el parque natural de la nueva ley de la Junta andaluza, los populares han ido más lejos al entrar al choque abierto y en público con la Comisión. La maniobra, respaldada por Feijóo, se desliza por la pendiente del euroescepticismo más propia de Vox y despierta dudas en algunos territorios del PP.
En un inusual tono crítico, el jefe de los conservadores europeos, el alemán Manfred Weber, ha acusado al comisario de Medio Ambiente y al vicepresidente del Ejecutivo europeo, Frans Timmermans, de “hacer campaña para Pedro Sánchez” al advertir de los efectos perniciosos del plan de la Junta de Andalucía para el entorno del espacio protegido de Doñana. “Vemos al comisario con una camiseta roja”, llegó a decir Weber sobre Sinkevičius, del partido de Los Verdes. El líder del PPE salió al rescate de sus compañeros de partido españoles, que le habían pedido ayuda para salir del atolladero de Doñana. Y Feijóo y Gamarra se lo han agradecido, a pesar de que les sitúa en una posición de cuestionamiento de las instituciones europeas inédita en la etapa del barón gallego al frente del PP.
Aunque con un tono medido, Feijóo respaldó este jueves a Weber en sus inusuales críticas al comisario de Medio Ambiente por alertar de los riesgos de la ley andaluza que regula los regadíos del entorno de Doñana. “El presidente del Partido Popular Europeo (PPE), que es el partido mayoritario en el Parlamento Europeo, es una persona que, cuando habla, entiende que el posicionamiento político del PPE ha de ser el que es. No tengo nada que añadir”, respondió Feijóo a preguntas de los periodistas en Zaragoza. La secretaria general del PP, de forma todavía más explícita, defendió como “absolutamente acertada” la crítica del líder del PPE al comisario, y denunció, en línea con Feijóo, “la utilización que está haciendo el Gobierno de España de las instituciones europeas para atacar a una comunidad autónoma en plena campaña electoral”.
El PP se ha lanzado al desprestigio del comisario de Medio Ambiente de la UE, a quien quiere retratar como un dirigente intoxicado por el Gobierno de Pedro Sánchez y como un miembro de la Comisión que no es neutral. El consejero de Presidencia de la Junta, Antonio Sanz, sostuvo este jueves que las críticas de Sinkevičius al proyecto de ley se explican porque es el hijo del ministro español de Agricultura, Luis Planas, quien “hace los papeles y contesta” en su nombre. “¡Hombre, verde y con asas!, todo está unido”, sostuvo Sanz. No obstante, el comisario de Medio Ambiente de la UE pertenece a Los Verdes, y no ha elegido los tiempos de su denuncia: ha reaccionado a una proposición de ley cuya admisión a trámite se ha aprobado en el Parlamento andaluz en plena precampaña, el pasado 12 de abril.
El PP se entrega al choque con Bruselas con la esperanza de que surta efecto y la Comisión sea “más prudente” en sus manifestaciones sobre Doñana, afirman fuentes del partido, aunque los populares también reconocen el riesgo de enfadar todavía más al comisario con sus críticas. Este ya respondió a Weber reivindicando que “la Comisión actúa como un guardián imparcial de los Tratados y la implementación de las decisiones del TJUE [Tribunal de Justicia de la Unión Europea] es una prioridad”.
El cuestionamiento de un comisario europeo no convence a algunos territorios del PP que celebran elecciones en mayo, donde observan con lejanía la polémica de Doñana, pero sí les afecta la conversación nacional durante la campaña. “Todo lo que sea ruido y confrontación no conduce a nada bueno”, opina un candidato del PP a la presidencia de un Gobierno autonómico. La estrategia, no obstante, está coordinada entre Génova y la Junta de Andalucía, que caminan al unísono a pesar de las dudas que ha despertado en el partido su gestión de la polémica.
Los populares andaluces sostienen que, de todas formas, no les preocupa la oposición de Bruselas a su proposición de ley sobre los regadíos de Doñana, porque es imposible que les multen hasta que no exista una ley. Y la norma ―que de momento solo ha sido tomada en consideración en el Parlamento― puede ahogarse en muchos meses de tramitación parlamentaria. “Dentro de un año y medio este comisario no estará y vendrá otro que ya veremos cómo evalúa esto”, afirman fuentes de la Junta, donde ya no tienen ninguna prisa por sacar la ley adelante.
Pero el asunto sí preocupa en general al PP, que ha encargado una encuesta sobre cómo ha recibido la sociedad andaluza la controversia sobre Doñana. El sondeo interno, según fuentes del PP, revela que esta es “neutra” en Andalucía a efectos electorales, y que el Gobierno andaluz ha crecido medio punto de intención de voto en las últimas semanas. En el PP andaluz defienden que el enredo no les pasará factura en las municipales, pero en paralelo han arrastrado al partido a un choque inédito con Bruselas.