Sánchez al presidente de Ferrovial: “La patria no es solo hacer patrimonio, es ayudar a tu país”

Feijóo carga contra el presidente del Ejecutivo por sus críticas al líder de Ferrovial: “Es más ‘hooligan’ que nadie”

Pedro Sánchez, durante la conferencia de prensa en Helsinki, este viernes.Foto: Reuters | Vídeo: EPV
Helsinki / Madrid -

Pedro Sánchez está intentando darle la vuelta a una decisión muy negativa en principio para el Gobierno, el cambio de sede Ferrovial de España a Países Bajos, para convertirla en un elemento central de su campaña electoral, que tiene como uno de sus ejes la idea de “los dos modelos”, según su visión, el de la derecha, que promueve la precariedad, los bajos impuestos y ayuda a los sectores más privilegiados de la ...

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Pedro Sánchez está intentando darle la vuelta a una decisión muy negativa en principio para el Gobierno, el cambio de sede Ferrovial de España a Países Bajos, para convertirla en un elemento central de su campaña electoral, que tiene como uno de sus ejes la idea de “los dos modelos”, según su visión, el de la derecha, que promueve la precariedad, los bajos impuestos y ayuda a los sectores más privilegiados de la sociedad, frente al de la coalición progresista, que apuesta por una reforma laboral, una justicia fiscal y se concentra en defender a la clase media trabajadora. En ese contexto, Rafael del Pino, la tercera fortuna española, con 3.800 millones de euros, según Forbes, presidente de Ferrovial, se ha convertido en la diana de Sánchez y todo el Gobierno.

El presidente ha rematado hoy su crítica a Del Pino con un ataque directo desde Helsinki, con la primera ministra finlandesa, la socialdemócrata Sanna Marin, a su lado. Sánchez ha llegado a decir que Del Pino ha amasado su fortuna “en buena medida gracias a los españoles”, a que su empresa ha crecido con contratos públicos pagados con impuestos de todos. “La patria no es solo hacer patrimonio, es ser solidario, arrimar el hombro y ayudar cuando tu país lo necesita, estamos hablando de la tercera fortuna de España”, ha clamado Sánchez después de citar directamente a Del Pino.

Sánchez esta vez ha querido ir más allá y plantear la cuestión no como un asunto privado, y mucho menos como algo que tenga que ver con la seguridad jurídica en España, sino como un debate de fondo sobre la fiscalidad. Y ahí además ha aprovechado que estaba en Finlandia para defender el modelo nórdico de altos impuestos y un Estado del bienestar fuerte con empresas muy competitivas. “En la anterior crisis financiera, España [con el PP] decidió competir en el mundo a base de precariedad. Nosotros tenemos la visión de que España compita como Finlandia o Dinamarca, con fuertes Estados del bienestar, educación pública de calidad, sanidad pública. Esto significa justicia fiscal. Los que tienen más tienen que pagar más impuestos. Este es el debate que está detrás de lo que está sucediendo con el señor Del Pino. No hablamos de seguridad jurídica. España ha aumentado 20.000 millones la inversión extranjera en 2022. España es uno de los mejores países del mundo para invertir, lo dicen los datos. Aquí estamos hablando de justicia fiscal, de qué sociedad queremos construir. Yo quiero una sociedad con un Estado del bienestar fuerte, y para eso necesitamos recursos”. Después de estas dos jornadas de la segunda minigira europea, parece claro que Sánchez quiere centrar la discusión en este eje izquierda-derecha alrededor de los impuestos, un marco mucho más cómodo para el Gobierno.

“El presidente, más ‘hooligan’ que nadie”

Mientras, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha censurado este viernes la ofensiva emprendida en bloque por el Gobierno contra Ferrovial por la decisión de trasladar la multinacional española de la construcción a Países Bajos. “El presidente del Gobierno, más hooligan que nadie, insultando directamente no solamente a la empresa, sino al presidente de la compañía. ¿Usted cree que se puede insultar a un presidente de una compañía por parte del presidente del Gobierno?, ha afirmado Feijóo a preguntas de los periodistas, después de inaugurar las jornadas en Defensa del sistema alimentario español, organizadas por el grupo parlamentario popular en la Cámara baja.

“[El presidente del Gobierno] debería de ser aquel que venga a solucionar el problema y no a incendiar el problema. Llueve sobre mojado. Debemos trabajar para que los accionistas, que son los que van a tomar la decisión, tengan elementos para valorar el no tomar esta decisión”, ha sostenido Feijóo, quien ha asegurado haberse llevado un “disgusto institucional” y “personal” tras conocer la noticia de la futura marcha de la empresa. “El insulto y el señalamiento personal nunca es positivo y produce efectos negativos. Si yo fuese el presidente del Gobierno, lo que haría sería llamar a la empresa, saber que es lo que gana yéndose de España y valorar la posibilidad de que gane lo mismo manteniéndose en España”, ha subrayado el líder del principal partido de la oposición, junto a la portavoz parlamentaria, Cuca Gamarra.

Previamente, y durante la inauguración de las jornadas, Feijóo había calentado ya el ambiente al acusar al Gobierno de “menospreciar” a los empresarios del sector alimentario. “Han sido calificados de despiadados, pedimos perdón en nombre de los políticos”, ha sentenciado ante diputados y senadores del PP.

La vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, ha calificado de “acto político” la salida de la empresa, una decisión que considera “injusta”. Para Ribera es“una compañía cuya acumulación de capital está muy vinculada a la obra pública, y afortunadamente la sociedad española entiende que hay una responsabilidad por parte de las empresas”.

Ferrovial anunció este martes que someterá a la aprobación de los accionistas el traslado de la matriz del grupo a Ámsterdam con el objetivo de comenzar a cotizar en Países Bajos y pedir la entrada en la Bolsa de Estados Unidos. Desde entonces, varios ministros han manifestado abiertamente su enfado contra la nueva estrategia de la empresa, al considerar, a su juicio, que la finalidad principal es pagar menos impuestos. La multinacional se ha adjudicado más de 1.000 millones de euros en contratos del Estado en la era Sánchez y no paga el Impuesto sobre Sociedades desde 2020, según ha publicado EL PAÍS, y ha obtenido adjudicaciones públicas por cerca 9.000 millones desde 1991 en obras del Ministerio de Fomento.

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