El PSOE en la encrucijada de la ‘ley trans’: entre las exigencias de sus aliados y el rechazo de la derecha

Unidas Podemos presentará este miércoles sus enmiendas a la norma con críticas a las correcciones de sus socios socialistas

La ministra de Igualdad, Irene Montero, durante un pleno del Congreso. Foto: J.J. GUILLÉN (EFE) | Vídeo: EPV

El PSOE quiere encontrar este miércoles una salida que aporte algo de luz al laberinto político en el que se ha enredado internamente, con sus socios y con los movimientos feministas en la tramitación de la llamada ley trans. La Mesa del Congreso está fijada para determinar, en teoría en su quinta y última oportunidad, el plazo final para registrar enmiendas parciales que planteen correcciones al ...

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El PSOE quiere encontrar este miércoles una salida que aporte algo de luz al laberinto político en el que se ha enredado internamente, con sus socios y con los movimientos feministas en la tramitación de la llamada ley trans. La Mesa del Congreso está fijada para determinar, en teoría en su quinta y última oportunidad, el plazo final para registrar enmiendas parciales que planteen correcciones al proyecto de ley impulsado por el Ministerio de Igualdad de Irene Montero y aprobado por el Consejo de Ministros en junio. El futuro de la norma sigue confuso. Los socialistas han formulado hasta 37 modificaciones, fundamentalmente enfocadas a dar más seguridad jurídica a la autodeterminación de género entre los 12 y los 16 años. Unidas Podemos y los aliados habituales del Ejecutivo se han comprometido con colectivos LGTBI a no aceptar rebajas ni retrocesos. La derecha ha avanzado un rechazo visceral al proyecto, anuncia que lo derogará si gobierna y Vox hasta llevará la polémica al Congreso en la sesión de control de este miércoles.

Unidas Podemos se ha reservado hasta el último momento, este miércoles, para presentar y explicar sus enmiendas parciales al proyecto de ley trans, una de las más simbólicas de este mandato del Ministerio de Igualdad que encabeza Irene Montero. El partido no se fía de las intenciones del PSOE, su socio en el Gobierno, sobre la posibilidad de rebajar algunas pretensiones de esa ley, pero ha suavizado su oposición pública de estas semanas en las que se han producido hasta cinco prórrogas en el periodo de enmiendas por parte de los socialistas para aumentar las garantías jurídicas de algunos derechos contemplados en la ley, sobre todo ante la previsión de los recursos ya avanzados por la derecha en el Constitucional.

El PSOE sostiene que al final la norma será una de las más avanzadas del entorno europeo, reconociendo la libre determinación a partir de los 16 años y permitiendo el cambio registral a partir de los 12, pero está por ver que Unidas Podemos asuma su enmienda para ampliar el régimen de la jurisdicción voluntaria para los menores desde los 12 hasta los 16 y las mayores garantías que se proponen a partir de los 14.

En estos últimos días ha habido contactos entre el PSOE, Unidas Podemos y, sobre todo, el Ministerio de Igualdad, pero desde este departamento se ha asegurado “que no se aceptarían retrocesos” y, especialmente, se ha reafirmado que el proyecto no se demorará más y la ponencia final estará lista para el día 18 de noviembre en la comisión, con la intención de que pase el filtro definitivo del Ejecutivo antes de fin de año, ante la prevención de que si se retrasa más no saldrá adelante al mezclarse con las próximas campañas electorales.

El sector socialista y el jefe del Ejecutivo han garantizado que la ley saldrá en este periodo de sesiones, pero aún no está claro con qué apoyos. Tras varias semanas de disputas públicas entre los socios y representantes de diversos movimientos feministas, PSOE y Unidas Podemos han preservado en las últimas jornadas esas diferencias con discreción máxima. También de sus sectores más críticos. Y de sus aliados naturales.

Unidas Podemos cuenta con que para este proyecto el Gobierno podría disponer de la mayoría progresista que respalda habitualmente gran parte de las iniciativas que se llevan a la Cámara.

La ministra de Igualdad, Irene Montero, al inicio de una sesión plenaria, en el Congreso de los Diputados, el 6 de octubre.Foto: EL PAÍS | Vídeo: EPV

La Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans, Bisexuales, Intersexuales y más (Felgtbi+), la asociación Chrysallis y la Fundación Triángulo llevaron hace una semana a las puertas del Congreso, coincidiendo con el final de uno de esos plazos de enmiendas, una gran bandera trans que firmaron portavoces de Unidas Podemos, PNV, Bildu, ERC, Más País, PDeCAT y la CUP. Estuvo presente, para reforzar la presión, la secretaria de Estado de Igualdad, Ángela Rodríguez, pero ningún representante del PSOE. Esos partidos se comprometieron allí a no promover ningún retraso nuevo en la tramitación parlamentaria, a no recortar derechos previstos en el proyecto y a apoyar ideas impulsadas por colectivos que hacen referencia a menores, migrantes y personas no binarias.

Uno de esos portavoces, Aitor Esteban, del PNV, adelantó este martes en una entrevista en la Cadena SER que ve el acuerdo “posible”. Y concedió que hasta ahora el problema había sido interno del Ejecutivo: “Ha habido un conflicto interno terrible con la ley trans en el PSOE, que ha movido hasta los cimientos de la coalición de Gobierno. Pero creo que el acuerdo será posible. Para nosotros y nosotras lo importante es sacar adelante la ley”.

El PSOE, además y en este caso, no tiene la opción de intentar una alianza hacia la derecha. PP y Vox han expresado claramente su rechazo al proyecto. Ciudadanos mantiene una posición más ambigua. El PP, incluso, ha avisado de que lo derogará en caso de ser aprobado cuando llegue al Gobierno porque “no es razonable y tiene consecuencias jurídicas muy complejas”. Su portavoz en el Senado, Javier Maroto, precisó en una entrevista en Europa Press que ese partido cree que con la normativa actual ya es suficiente: “El PP está a favor de que esas personas tengan el apoyo, el respaldo y los medios en su decisión y después en el proceso de transformación, el proceso de transexualidad. [En] lo que no estamos de acuerdo es [en] que una persona pueda ir a un registro y en dos minutos pasar de ser mujer a hombre, que es lo que propone Podemos, y es lo que está generando tanta polémica, sea adulto o sea joven, o sea menor, con los menores es todavía más grave”.

La polémica no pasará de largo este miércoles tampoco en la sesión de control al Gobierno del Congreso. El presidente y líder de Vox, Santiago Abascal, registró así su pregunta al propio presidente, Pedro Sánchez, aunque su partido no disponía esta semana de cupo para hacerla, y que al final responderá la ministra de Igualdad: “¿Cree usted que los hombres pueden acceder a cualquier espacio reservado a mujeres simplemente manifestando que se sienten mujeres?”. No será la única. La portavoz adjunta de Vox, Inés Cañizares, lo intentará de otro modo al interrogar así a la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz: “¿Cuántos géneros contempla en su nuevo sistema de despido?”.

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