La patronal se suma a la bajada de impuestos de Feijóo que los sindicatos rechazan

CCOO y UGT piden al jefe de la oposición que el PP respalde los grandes pactos sociales y aísle a Vox

El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, con el secretario general de CCOO, Unai Sordo, en la sede nacional del PP este martes.David Mudarra / PP (Europa Press)

Alberto Núñez Feijóo prefirió este martes tener su primer encuentro formal con los agentes sociales, las principales patronales y sindicatos, ya como líder nacional de la oposición, antes que acudir a Valladolid a la toma de posesión de Alfonso Fernández Mañueco como presidente del primer gobierno autonómico de coalición con la ultraderecha. La cita con Mañueco la postergará para una visita institucional más adelante. ...

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Alberto Núñez Feijóo prefirió este martes tener su primer encuentro formal con los agentes sociales, las principales patronales y sindicatos, ya como líder nacional de la oposición, antes que acudir a Valladolid a la toma de posesión de Alfonso Fernández Mañueco como presidente del primer gobierno autonómico de coalición con la ultraderecha. La cita con Mañueco la postergará para una visita institucional más adelante. Feijóo optó por centrarse en la economía, ante este momento tan crítico, para charlar con los interlocutores sociales sobre sus recetas de bajadas “temporales y selectivas” de impuestos. Pero no les entregó ningún papel o documento concreto. Les reiteró verbalmente su apuesta por aplicar un IVA superreducido del 4% a la luz y el gas y deflactar algunos tramos del IRPF. Los sindicatos rechazaron esa idea de plano. La patronal la suscribió encantada.

El día del retorno político tras las vacaciones de Semana Santa se convirtió en una competición de fotos, simbólicas y reveladoras. Feijóo escogió economía. Será su gran mantra para atacar la gestión del Gobierno en estos meses y para subrayar con datos comparativos con otros países europeos que no todo se puede achacar a la pandemia o a la guerra en Ucrania. Quiere socavar a Pedro Sánchez por la angustia que esta situación puede provocar en los ciudadanos y mostrar que tiene una alternativa, que no es ni vociferante ni crispada. En su afán por enseñar su perfil más negociador e institucional, Feijóo reservó este martes su agenda para charlar con los máximos responsables de las patronales CEOE y Cepyme, y de los sindicatos más mayoritarios, CCOO y UGT.

El líder del PP ya avanzó a Sánchez en su reunión en La Moncloa antes de las vacaciones que le presentaría una propuesta alternativa con su plan de choque ante la crisis diferente a las medidas contempladas en el decreto aprobado ya por el Consejo de Ministros y que debe convalidarse en el Congreso en un par de semanas. Y anticipó que sus soluciones se centrarían en bajar los impuestos para situar en los bolsillos de los ciudadanos el dinero extra que entiende que el Gobierno está recaudando en estos meses con la inflación casi en un 10%. En el PP calculan que esos ingresos añadidos superan los 7.500 millones de euros. Y Feijóo y su equipo económico sostienen que ahora es el mejor momento para que los contribuyentes recuperen poder adquisitivo con una bajada “temporal y selectiva” en los tramos del IRPF y con una reducción al mínimo del IVA de la luz y el gas. Sánchez ya le dijo que no suscribía su propuesta y este martes ese rechazo le llegó por parte de los máximos representantes de CC OO, Unai Sordo, y de UGT, Pepe Álvarez. Los presidentes de la CEOE, Antonio Garamendi, y de Cepyme, Gerardo Cuerva, reafirmaron, sin embargo, que esas son sus tesis hace tiempo.

Feijóo no entregó, al menos a los responsables sindicales, ningún documento o texto concreto con sus propuestas fiscales. Les prometió que se las haría llegar en breve, pero pretende antes comunicárselas este miércoles a los miembros de su nuevo Comité Ejecutivo Nacional. Lo que sí comentó el líder del PP a los agentes sociales fue que pretende, además de aplicar ese IVA superreducido a la luz y el gas, deflactar algunos tramos del IRPF a todos los ciudadanos mientras dure esta crisis. Esa deflactación significaría adecuar el IRPF a la inflación durante un tiempo para ajustar la subida de los salarios por el aumento de los precios a los tramos de ese impuesto en la declaración de la renta.

Antonio Garamendi se adhirió a esas posiciones de inmediato y las hizo suyas a la salida de la charla con Feijóo en la puerta del PP. El presidente de la CEOE consideró así que una bajada ahora de impuestos “sería interesante para solucionar los problemas de la economía de España”. Y añadió: “Compartimos este criterio, pero llevamos diciéndolo hace cuatro años. No es un tema que venga hoy nadie a contárnoslo. Menos tipos significa más bases imponibles”. Para Garamendi sería “mucho más lógico” que el dinero “estuviera en la calle, en las personas y en las empresas”, en lugar de en impuestos recaudados por el Estado. Y hasta recuperó el cálculo realizado por el Servicio de Estudios Económicos de la CEOE en el que se cuantifica en 60.000 millones de euros lo que se podrían ahorrar todas las administraciones, estatales y regionales o locales, si se mejoraran o suprimieran determinados solapamientos de servicios o actuaciones que la patronal entiende como superfluas. Y ahí matizó que en esos tijeretazos no se incluirían “bajo ningún concepto” recortes en Sanidad o Educación, sino en una “forma mejor de gestionar el Estado”.

Tanto Unai Sordo como Pepe Álvarez rechazaron con contundencia cualquier bajada de impuestos y menos ahora, en estas inciertas circunstancias. El líder de CCOO indicó que le había señalado a Feijóo justo lo contrario, es decir que su sindicato apuesta por reducir precios en la energía, más medidas sociales de protección y mejorar los ingresos públicos. Sordo, además, quiso interpelar al líder del PP sobre su posición ante la ultraderecha de Vox y lo que puede suponer su llegada a las instituciones. No lo hizo en un día cualquiera. Feijóo había evitado acudir por la mañana a Valladolid a la toma de posesión de su compañero y presidente del PP en Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, y desde allí el presidente de Vox, Santiago Abascal, se lo reprochó hasta el punto de indicar que en una jornada así no había nada mejor que hacer en España que estar en ese acto institucional y simbólico. Unai Sordo, sin embargo, le expresó a Feijóo su “preocupación por la posible normalización” de Vox con su entrada en el gobierno de Castilla y León de la mano del PP de Mañueco y tildó a ese partido “de riesgo para la democracia”.

Los líderes de CCOO y UGT aprovecharon su primera reunión con el nuevo jefe de la oposición en España para reclamar a Feijóo que reconsidere las últimas posiciones y votaciones en contra reflejadas por el PP en el Congreso ante medidas y proyectos tan relevantes como la reforma laboral, los ERTE o la subida del ingreso mínimo vital. Tanto Sordo como Álvarez defienden que esas mejoras “que el país necesita” forman parte del consenso alcanzado entre los agentes sociales. Y le pidieron a Feijóo que las convalide. El líder del PP, según fuentes sindicales, “tomó nota, escuchó y quedó en mandar su propuesta”.

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