Sánchez reactiva la agenda internacional con Alemania, Italia y Marruecos
El presidente será el invitado de honor en el Foro de Política Exterior de Berlín, que organiza la Fundación Körber
Alemania, Italia y Marruecos. Pedro Sánchez retoma a partir de esta semana su agenda internacional con tres socios fundamentales en el diseño de la política europea —con el presupuesto español pendiente de los fondos europeos— y la política migratoria, en plena crisis por el flanco de las islas Canarias. La cov...
Alemania, Italia y Marruecos. Pedro Sánchez retoma a partir de esta semana su agenda internacional con tres socios fundamentales en el diseño de la política europea —con el presupuesto español pendiente de los fondos europeos— y la política migratoria, en plena crisis por el flanco de las islas Canarias. La covid lo ha parado prácticamente todo, incluida la agenda exterior del primer presidente del Gobierno que habla un inglés fluido. Pero Sánchez pretende dar un acelerón: la primera parada es Berlín, uno de los socios estratégicos de España.
Las épocas felices son páginas en blanco en los libros de historia, pero el mundo está muy lejos de una de esas páginas en blanco: está mucho más cerca de esa maldición china del “que vivas tiempos interesantes”. La rivalidad China-EE UU marcará las relaciones internacionales en los próximos tiempos, con el tablero geopolítico patas arriba por la pandemia, el Brexit y la crisis del multilateralismo. Esa crisis del multilateralismo y el papel de Europa en los grandes debates internacionales serán los dos ejes de la intervención de Sánchez, invitado de honor mañana martes en el prestigioso Foro de Política Exterior de Berlín, que organiza la Fundación Körber, según fuentes de La Moncloa. Tras su presencia en el G20 virtual de Riad, el presidente articulará su discurso —por videoconferencia ante un selecto grupo de académicos, empresarios y varios ministros alemanes y europeos— en la necesidad de armar una respuesta europea tras el final de la era Trump.
En su intervención, Sánchez defenderá una respuesta común en la Europa pospandemia, y expondrá que la UE se ha convertido con la covid en un proyecto más necesario que nunca, que debe reforzar su papel en el mundo liderando procesos globales como el multilateralismo o la agenda 2030, según las cuentes consultadas. Berlín es piedra angular en prácticamente todos los líos, desde la Europa posBrexit —que va a condicionar los equilibrios de poder en el continente— a la respuesta común ante desafíos como la crisis socioeconómica derivada de la pandemia y ante la renovada tensión migratoria: la reactivación de la ruta canaria se ha cobrado ya la muerte de más de 530 personas en lo que va de año, y ha colapsado los servicios de acogida en las islas. Alemania, cuya crisis ha sido mucho más llevadera que la española, marcará a partir de 2021 el espinoso debate sobre los futuros ajustes fiscales y la necesidad de hacer reformas. Berlín mantiene bloqueada la unión bancaria, con un fondo de garantía de depósitos común que no termina de llegar y que sería clave si la crisis económica muta en crisis financiera. Y mantiene posiciones alejadas de las españolas en la reforma del asilo, uno de los asuntos medulares en la próxima reforma de la política migratoria europea.
Fuentes de Exteriores señalan que las relaciones entre la canciller Angela Merkel y el presidente Sánchez “son excelentes” y que el objetivo es reforzar los lazos bilaterales. España y Alemania pretenden desbloquear el presupuesto europeo ante el veto cruzado de Polonia y Hungría. Y tanto Merkel como Sánchez buscan reactivar agendas como el pacto de París sobre el cambio climático o los grandes acuerdos comerciales. Tras años de seguidismo, España quiere seguir al lado del eje franco-alemán en las iniciativas destinadas a impulsar la integración europea, pero a su vez pretende “trabajar estrechamente en configuraciones que pueden variar en función de los temas”, según un borrador de la Estrategia de Acción Exterior.
Tras Alemania llegará el turno de Italia. El presidente viajará el miércoles a Palma para la cumbre hispano-italiana, la primera entre los Gobiernos de ambos países desde allá por 2014. Tras la salida de Matteo Salvini del Ejecutivo, la relación entre Madrid y Roma ha mejorado, según Exteriores, con intereses compartidos en las principales agendas europeas. España e Italia, dos de los países más golpeados por la pandemia, necesitan más que nadie los fondos europeos. Y son los dos socios más expuestos a la llegada de migrantes procedentes de la ribera Sur del Mediterráneo.
La migración será también la clave de bóveda de la reunión de alto nivel España-Marruecos en Rabat a mediados de diciembre. Tras las recientes visitas de Sánchez a Mauritania y Argelia, España ha trasladado ya a Marruecos la necesidad de aumentar el control de los flujos por la llegada de pateras a Canarias en las últimas semanas. Pero hay dos asuntos adicionales: la ofensiva económica marroquí para asfixiar a Ceuta y Melilla, y el conflicto saharaui. El vicepresidente Pablo Iglesias reclama un referéndum de autodeterminación (avalado por Naciones Unidas) que provoca algo más que recelos en Marruecos.