El imparable éxito internacional de la cosmética española
España exporta más belleza que vino o calzado. Estas son las firmas consolidadas y emergentes que arrasan más allá de nuestras fronteras.
Las cifras hablan por sí solas. Las exportaciones de perfumes y cosméticos alcanzaron los 5.384 millones de euros el año pasado. El mercado exterior supuso el 34,9% de las ventas totales. Es no solo un incremento de casi un 22,71% con respecto a 2020, sino también del 3,14% respecto a 2019. Es decir, una vuelta a niveles prepandemia, según datos de Stanpa (Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética). “Calidad y rigor, diseño y competitividad en precio. Estas son las claves que convierten la cosmética española en una potencia mundial”, asegura Val Díez, directora general de la entidad. Con p...
Las cifras hablan por sí solas. Las exportaciones de perfumes y cosméticos alcanzaron los 5.384 millones de euros el año pasado. El mercado exterior supuso el 34,9% de las ventas totales. Es no solo un incremento de casi un 22,71% con respecto a 2020, sino también del 3,14% respecto a 2019. Es decir, una vuelta a niveles prepandemia, según datos de Stanpa (Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética). “Calidad y rigor, diseño y competitividad en precio. Estas son las claves que convierten la cosmética española en una potencia mundial”, asegura Val Díez, directora general de la entidad. Con presencia en más de 150 países, esta industria supone cerca de 300.000 empleos, entre directos e indirectos, dentro de un ecosistema en el que conviven pymes (el 84% del total) con grandes empresas internacionales, muchas de ellas de origen español. Natura Bissé, Germaine de Capuccini o Alqvimia son algunas de las marcas consolidadas fuera de las fronteras de España desde hace años. Otras han despuntado más recientemente, como es el caso de Freshly Cosmetics, Nuggela & Sulé o Haan.
Carmen Vidal, fundadora de Germaine de Capuccini en 1964 y creadora de la primera empresa cosmética con sello español, recibió la llave de la ciudad de Miami Beach en el año 1987 por su aportación al sector de la belleza allí. Su primer paso hacia la internacionalización comenzó en 1978, con la distribución en Venezuela, y hoy, bajo el paraguas de GdC Beauty Group (mantiene su sede en Alicante), posee una sólida presencia internacional y un total de seis filiales: Italia, Bélgica, Reino Unido, República Dominicana, Colombia y Estados Unidos.
Natura Bissé fue otro de los negocios patrios del sector que pronto apostó por la exportación. “Este hecho supuso el gran cambio como compañía. Empezamos en 1994 llegando a Estados Unidos y siendo uno de los primeros en entrar en ese mercado. Ahora contamos con filiales allí, en México, Oriente Próximo, Reino Unido y China”, explica Verónica Fisas, CEO de esta firma de origen familiar que goza de una gran acogida y reputación dentro de la categoría de lujo, tanto en España como en el extranjero. Y en 1984, en la comarca catalana de La Garrotxa, Alqvimia comenzó fabricando cosmética natural bajo un concepto holístico de química biológica con aceites esenciales. Ahora cuenta hasta con una filial en China (Shanghái) y tiene presencia en países nórdicos, bálticos, Emiratos Árabes, Arabia Saudí, Grecia, Bulgaria, Turquía, México y Colombia. “El objetivo para los siguientes cinco años es abrir más mercados claves y estratégicos fuera de España que supongan el 70% de la facturación total. Estamos trabajando para que el desembarco en Estados Unidos se haga efectivo entre 2023 y 2024. Es ambicioso, pero realista”, asegura Drolma Lizcano, CEO de la compañía.
Mireia, Joan y Miquel, tres jóvenes ingenieros químicos, crearon en 2015 Freshly Cosmetics, una start-up de cosmética natural y libre de tóxicos, nativa digital y sostenible. Siete años después, venden productos a 36 países de Europa, América y Asia, y la facturación internacional de la empresa —en 2021 su volumen de ventas ascendió a 45 millones de euros— supone un 20% del total. Otro ejemplo de éxito reciente es Haan, una marca de nueva creación, cuya expansión ha resultado ser de lo más veloz: su producto estrella (los geles higienizantes) se lanzó en 2019, facturando 100.000 euros, y un año después la empresa ya había expandido su alcance a 27 países alrededor del mundo, con una facturación de cuatro millones de euros y nuevas referencias cosméticas. Hoy están presentes en más de 45 países, incluidos Australia y Nueva Zelanda. Por su parte, Nuggela & Sulé es el ejemplo de que los remedios tradicionales, como usar extracto de cebolla para estimular el crecimiento del cabello, pueden ser de lo más rentables. Su champú Premium Nº 1, presente en más de 25 países, está entre los más vendidos y mejor valorados en Amazon, y en tan solo siete años desde su lanzamiento se ha convertido en todo un tratamiento icono para frenar la caída capilar. ¿Su meta a medio y largo plazo? “Convertirnos en el laboratorio capilar más importante a nivel mundial en el sector salud en los próximo 10 años”, afirma su director, Adolfo Remartínez.