DeathTok o cómo hablar de la muerte en Tik Tok
Profesionales de cuidados paliativos y de funerarias y acompañantes o doulas utilizan la red social para combatir el tabú del último adiós.
La muerte –en el imaginario occidental: oscura, lejana y mística– es tabú. En el El año del pensamiento mágico, Joan Didion, citando al historiador Philippe Ariès, señala que a partir de los años 30: “la muerte que en el pasado había sido algo familiar puesto que estaba en todas partes [...], se volvió algo vergonzoso y prohibido”. Contra ese pudor –que subyace especialmente en la sociedades anglosajonas– enfermeras de paliativos, doulas (acompañantes al final de la vida) y trabajadores de funerarias est...
La muerte –en el imaginario occidental: oscura, lejana y mística– es tabú. En el El año del pensamiento mágico, Joan Didion, citando al historiador Philippe Ariès, señala que a partir de los años 30: “la muerte que en el pasado había sido algo familiar puesto que estaba en todas partes [...], se volvió algo vergonzoso y prohibido”. Contra ese pudor –que subyace especialmente en la sociedades anglosajonas– enfermeras de paliativos, doulas (acompañantes al final de la vida) y trabajadores de funerarias estadounidenses se rebelan en Tik Tok bajo la etiqueta Deathtok. Allí se vierten, desde el confinamiento y en una tendencia al alza, consejos prácticos, chistes y chismes sobre las peripecias del final de la vida.
Hospicenursepenny (quien prefiere utilizar su alias digital para preservar su intimidad) baila al son de la canción “It’s just water, it’s just water…” [Es solo agua, es solo agua], mientras en la pantalla aparece la siguiente información: “Tu persona no necesita líquidos al final de la vida, su cuerpo se está apagando, no va a morir por deshidratación, va a morir por su enfermedad”. La enfermera, quien ha cuidado a pacientes terminales durante 17 años, se hizo Tik Tok durante el confinamiento para entretenerse, pero su objetivo cambió cuando al subir su primer clip sobre cuidados paliativos, experimentó un repentino pico de seguidores. Se percató de que aunque se evite el tema, hay gente hambrienta por hablar de ello. “Cada vez que he sido capaz de transmitir a una familia que lo que le ocurría a su ser querido era una parte normal en el proceso de morir, he visto el alivio que sentían. Con Tik Tok, llego a gente en todo el mundo”, explica.
Cait Maddan, doula, interpela en algunos de sus vídeos, con voces en off y canciones virales de fondo, a personas que van a morir. “Prepararse para la muerte es como…”, empieza uno de ellos para pasar enumerar las tareas: “Testamento en vida, hablar con la familia sobre las opciones, registrar todo con contraseñas digitales”. Su objetivo, como el de otras tantas cuentas que utilizan la etiqueta Deathtok, es normalizar la enfermedad y la muerte para facilitar el viaje de la persona que sabe que va a morir y de su entorno. “Tendemos a evitar la muerte a toda costa, incluso cuando el tratamiento para prolongar la vida causa aún más sufrimiento”, explica Hospicenursepenny. Para José González, psicólogo experto en procesos de duelo, nuestra sociedad es tanatofobica: “y como todas las fobias, se trabaja mirando al miedo cara a cara”.
No todo en Deathtok gravita en torno a las gestiones prácticas y emocionales del final de la vida. En la cuenta Mimithemortician, una estudiante a directora de funeraria narra su día a día. Desde los zapatos que calza para embalsamar o las agujas que utiliza para vaciar un cuerpo hasta la música que escucha de camino al trabajo. Otra de los perfiles con más seguidores es la de Lauren Eliza (Love.miss.lauren), quien empezó compartiendo sus encuentros espirituales, pero cuyos seguidores le animaron a centrarse más en los intríngulis de su oficio como directora de una funeraria. Lo hace con grandes dosis de humor negro. Algunos de los títulos de sus clips son: “Cuando los invitados comparten demasiado en el mortuorio”; si una mujer muere con un tampón: ¿lo sacamos o lo dejamos dentro?”; “¿Qué pasa si se te cae la cabeza?”
Hay quienes tachan de insensible este contenido. Pero el objetivo de estas deathtokers es naturalizar, con el lenguaje propio de esta red social, lo que señala el viejo dicho: que todo tiene solución menos la muerte. “Dicen que el duelo es dolor más tiempo”, sigue el psicólogo González: “pues, mientras no se caiga en la banalización, añadiría también el humor”.