‘Workation’, “voy por un concierto” o “lo vi en redes”: los hábitos que ya definen al nuevo viajero
¿Qué tienen en común unas gafas con inteligencia artificial, los ‘shows’ de Taylor Swift y trabajar desde una isla paradisiaca? Todas son tendencias que están reescribiendo la forma de viajar
En Fenghuang me encontré con un restaurante que ofrecía platillos con gusanos. Intrigada, subí una foto a ChatGPT. La inteligencia artificial (IA) me explicó que eran gusanos de seda, un manjar que se consume en varias regiones de China. En Chengdú, al preguntar a mis lentes con IA por el edificio que estaba contemplando, una voz me respondió: “Estás parada frente a las Chengdú Twin Towers”. Así entendí que ya formo parte de una tendencia que redefine la forma de viajar: apoyarse en la tecnología para interpretar, traducir y contextualizar el mundo en tiempo real. Una dinámica que transforma tanto la experiencia como la oferta de los prestadores turísticos.
Esta dinámica fue uno de los ejes de la Envision.2025 Global Partner Conference, el encuentro anual de Trip.com Group en Shanghái, que reunió a 3.000 profesionales de la industria de todo el mundo. “El 80% de las consultas de clientes se resuelve con IA. No se trata de un chatbot convencional, sino de una herramienta capaz de ofrecer respuestas personalizadas en tiempo real. Además, nos anticipamos; si un vuelo va a retrasarse, podemos cambiar al cliente al siguiente”, aseguró Andy Washington, director general de Trip.com en Europa. El encuentro abrió la puerta a una pregunta más amplia: ¿cómo están cambiando los hábitos de los viajeros y del sector turístico?
El equipaje inteligente está de moda
Si antes la planificación de un viaje se hacía con guías impresas y llamadas a agencias, hoy ese papel lo asume la IA. A nivel global, el 40% de los viajeros recurre a herramientas de IA para organizar itinerarios y más del 60% está dispuesto a probarlas, de acuerdo con datos de la plataforma Travala. Además, muchos incorporan a su equipaje gadgets que facilitan la experiencia y permiten resolver necesidades en tiempo real.
En mi viaje a China y Japón, llevé el traductor electrónico Fluentalk para comunicarme con prestadores de servicios. Su capacidad de traducción casi simultánea me facilitó tareas imprescindibles, como pedir comida o comprender indicaciones. Pero la tendencia va mucho más allá. Las nuevas gafas Ray-Ban Meta son capaces de sacar fotos y vídeos en alta definición, reproducir música y activar funciones de IA que describen en segundos lo que el usuario está viendo.
Tener las manos libres da la libertad de capturar momentos más espontáneos y naturales mientras se viaja. Otros dispositivos imprescindibles son el rastreador GPS AirTag, para tener siempre localizadas las maletas, auriculares inalámbricos con cancelación de ruido que convierten cualquier vuelo en un trayecto más amable o un e-reader (libro electrónico), capaz de llevar una biblioteca entera sin añadir peso extra.
El ‘workation’ gana terreno
La pandemia demostró que es posible trabajar desde cualquier lugar. De ahí ha surgido el workation —combinación de work (trabajo) y vacation (vacaciones)—, una tendencia en crecimiento. A diferencia del nómada digital, que pasa meses o años moviéndose entre países, esta modalidad es temporal: se desarrolla durante días o semanas en un destino, combinando la jornada laboral con el disfrute del entorno. Sus motivaciones van desde mejorar el bienestar hasta trabajar en sitios inspiradores. Ante esta tendencia, hoteles y resorts adaptan su oferta a estancias prolongadas. Según el estudio International Remote Work 2024, de KPMG, en Alemania el 65% de las empresas ya ofrece la posibilidad de trabajar por periodos cortos desde el extranjero. Workation.com afirma que quienes practican esta modalidad encuentran una inspiración renovada, adquieren habilidades valiosas, acceden a nuevos mercados y amplían sus oportunidades de networking.
Crece el efecto de “lo vi en redes”
Un informe de eDreams revela que más del 49% de los españoles ha elegido su próximo viaje tras ver contenido en redes sociales, y que el 84% de los mileniales y miembros de la generación Z recurren al entorno digital como principal fuente de inspiración para planificar sus escapadas. El reporte Travel Trends 2024 de Amadeus advierte que los creadores de contenido más influyentes ya no solo inspiran: se han convertido en proveedores de viajes, con enlaces de reserva y tours propios en TikTok, Instagram y YouTube. La viralidad tiene impacto directo: el hashtag #amsterdam alcanzó 6.900 millones de visualizaciones en noviembre pasado y disparó un 85% las búsquedas de hoteles y vuelos en la ciudad. Asimismo, la tentación de visitar los mismos lugares que otros muestran ha impulsado la búsqueda de destinos “Instagram-friendly”.
El auge del turismo de bienestar
No es nuevo, pero su alcance y sofisticación han crecido. Ya no se limita a spas y masajes: integra salud mental, desarrollo espiritual y conexión cultural. Según el Global Wellness Institute, el turismo de bienestar movió 651.000 millones de dólares en 2022 y podría alcanzar los 1,4 billones en 2027. La tendencia abarca desde retiros de longevidad y programas de yoga o meditación hasta medicina tradicional, rituales indígenas y talleres creativos. Un ejemplo es Fearless & Far, de Mike Corey, que organiza viajes a destinos remotos con actividades fuera del circuito turístico, como participar en rituales locales, explorar naturaleza salvaje y convivir con comunidades para aprender sus tradiciones.
La música mueve multitudes
Uno de los nuevos hábitos de viaje más potentes es el turismo musical: un concierto o festival. En Atenas, las búsquedas de vuelos subieron un 62% y las reservas un 80%, tras el anuncio del concierto de Coldplay, según datos de Amadeus. “Los eventos exclusivos se convierten en la excusa perfecta para mostrar al mundo que estuviste ahí. Ejemplos como el de Taylor Swift en Singapur, cuya exclusividad en Asia fue fruto de una gran alianza, demuestran su poder para atraer a miles de visitantes a la ciudad”, asegura Andy Washington. La IA facilita cada paso; la fusión entre trabajo y viaje se consolida; las redes sociales trazan rutas inesperadas; la música mueve multitudes. Para las nuevas generaciones, esta forma de moverse resulta natural. Aunque perderse a voluntad también es un placer.