Playas de interior en Andalucía y Extremadura para refrescarse entre pinos y fauna

Las dos comunidades autónomas concentran el mayor número de zonas de baño interior distinguidas con bandera azul. Se encuentran principalmente junto a ríos y embalses y dentro de espacios naturales de gran belleza paisajística

Varias personas hacen piragüismo en la playa del pantano de La Breña, en Almodóvar del Río (Córdoba).Salas (EFE)

En pleno parque natural de la Sierra de Andújar, en el corazón de Sierra Morena, el embalse del Encinarejo, en Jaén, ha sido la última playa de interior española que ha recibido el distintivo de la bandera azul por parte de la Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor (ADEAC). Andalucía y Extremadura concentran 12 de las 19 playas del interior de la geografía española que cuentan con este reconocimiento a la excelencia de sus aguas y también de las instalaciones donde se encuentran.

En ellas se pueden practicar deportes náuticos como el kayak o el piragüismo con los que mitigar las altas temperaturas que se registran cada verano en estas zonas del interior de la Península.

El área recreativa del Encinarejo y el río Jándula es un lugar de gran belleza paisajística y medioambiental. Los bosques de ribera del parque natural, con pinos, fresnos, eucaliptos, alisos, sargas, adelfas o tarayes, sirven como refugio a la fauna representativa de esta zona húmeda: garzas reales, zampullín, pollas de agua o incluso algunas nutrias. Es también una de las principales reservas del lince ibérico, animal que ha logrado salir de la lista de especies en peligro de extinción y que en este lugar convive entre ciervos, águila imperial o el buitre negro.

El Encinarejo cuenta con tres zonas de baño (Cala de Coscojal, Cala Norte y Río Jándula) y entre los equipamientos de uso público que facilitan el baño de los visitantes destacan las pasarelas articuladas que se han habilitado para personas con movilidad reducida. También se valoran aspectos como los aparcamientos, los módulos de socorristas y de aseos públicos, la periodicidad con la que se recoge la basura y el reciclaje, y la retirada de los árboles secos con riesgo de caída y restos acuáticos insalubres.

Varios bañistas en la playa del embalse del Encinarejo (Jaén).AYUNTAMIENTO DE ANDÚJAR / EUROPA PRESS

Uno de sus principales atractivos es que aquí está autorizado el uso de embarcaciones de recreo y el embalse cuenta con un pequeño embarcadero por el que acceder para efectuar actividades como kayak, piragüismo o travesías en pequeñas lanchas. Este es, sobre todo, un paraje recreativo de alto valor medioambiental (también puede practicarse el senderismo o la caza fotográfica) donde las sombras en la propia orilla, la presencia de merenderos de granito, un litoral de más de un kilómetro y medio de longitud y la belleza del paraje lo convierten en una de las zonas de baño interior más apetecibles para refrescarse en el sur de España.

Ríos, lagos, embalses y pantanos ubicados en todo el territorio peninsular cuentan con playas de interior que, en muchos casos, nada tienen que envidiar a las del litoral. Y es la provincia de Badajoz la que atesora el mayor número de playas continentales con bandera azul. Un distintivo del que apenas pueden presumir una veintena de playas de las 140 zonas de baño que hay registradas en toda la geografía nacional. Para que una playa de costa o interior obtenga una bandera azul debe cubrir exigencias básicas: la calidad de las aguas de baño; información ambiental y educación para la sostenibilidad; gestión ambiental y desarrollo sostenible; y, por último, seguridad, servicios e instalaciones. Igualmente, debe mantener y superar sus estándares para que al año siguiente pueda volver a lucirla.

El programa bandera azul para playas, puertos y embarcaciones fue creado en 1985 por la ONG Fundación para la Educación Ambiental (FEE), cuya rama y gestor de sus programas en España es la ADEAC. Se trata de un galardón ambiental. avalado por la Comisión Europea, cuya misión es promover la sostenibilidad en el sector turístico a través de la educación ambiental, la protección ambiental y otras prácticas que fomentan el desarrollo sostenible y el cuidado del medio ambiente.

La playa del pantano de La Breña, una de las playas de interior de la provincia de Córdoba que tiene bandera azul.Salas (EFE)

Andalucía cuenta este año con 156 banderas azules para sus playas, puertos y embarcaciones turísticas. Cuatro de ellas son distinciones para espacios acuáticos de interior. Además del Encinarejo, también destaca la playa de la Breña, en Almodóvar del Río (Córdoba), un pequeño oasis de interior situado a apenas media hora de la capital cordobesa. Esta zona de baño cuenta hasta septiembre con una oferta de ocio que incluye actividades acuáticas (esquí acuático o paddle surf), barco solar y chiringuito. Este año, además, se han mejorado los accesos de tal modo que se puede llegar en coche hasta la misma playa, con una longitud total de 140 metros y dos filas de sombrillas. Y desde el club náutico también se ofrece la posibilidad de practicar deportes náuticos como la pesca o la vela.

En la provincia de Huelva, cerca del litoral atlántico, hay otras dos playas de interior con bandera azul: la playa del Caño de la Culata y la de San Miguel. Ubicada en Cartaya, la primera es un mirador de naturaleza semifluida acolchado con arenas blancas que demandan gafas de sol y el jugueteo visual de los barcos al pasar. Un paisaje inigualable, privilegiado, con dunas y pinares, aguas entre la típica vegetación de ribera y los arenales. Su nombre responde a cómo se llamaba a los cauces de arroyos que en zonas marinas se introducen entre las dunas para desembocar en el mar, donde forman zonas de arenas por encima del nivel del agua. Por su parte, la playa de San Miguel, entre los núcleos urbanos de Nuevo Portil y El Rompido, tiene su principal atractivo en su pinar, que lleva directamente a una extensa playa de arenas blancas y finas. Y junto a ella un entorno natural, conjugado con todos los equipamientos necesarios para los bañistas.

La playa del Caño de la Culata, en la provincia de Huelva.Julián Pérez (EFE)

Chapuzón en Extremadura

Por tercer año consecutivo, Extremadura ostenta el liderazgo a nivel nacional: de las 19 playas de interior existentes en España, 9 están en esta comunidad. Las que han revalidado un año más esta distinción han sido la playa Costa Dulce de Orellana la Vieja, la primera de Extremadura que logró una bandera azul, en 2010; la playa La Dehesa de Cheles, obtenida en 2019; junto con las de Alange, Campanario, Los Calicantos (Casas de Don Pedro), Isla del Zújar (Castuera), El Espolón-Peloche (Herrera del Duque) y Talarrubias-Puerto Peña (Talarrubias), logradas en 2022, y la playa de Cancho del Fresno (Cañamero), conseguida en 2023.

La playa de Orellana la Vieja fue la primera en ver reconocida la calidad de sus aguas, la gestión ambiental, accesibilidad o seguridad. Tiene zonas de sombra, merenderos, baños públicos, vestuarios, varios chiringuitos y son varias las empresas que ofrecen actividades acuáticas, como kayak. También cuenta, desde 2018, con el único puerto de interior con bandera azul de España.

La playa de Orellana la Vieja, en la provincia de Badajoz.Alamy / Cordon Press

La playa de la Dehesa, en Cheles, se encuentra en el embalse de Alqueva, que, compartido con Portugal, es el lago artificial más grande de Europa. También tiene zonas de césped con merenderos, sombrillas, un gran chiringuito, embarcadero, zona infantil, duchas, baños y servicio de vigilancia.

La del embalse de Alange es una hermosa playa de interior, y una de sus principales características es que se encuentra cubierta de arena y no de piedras (como suele ser el caso). Un lugar muy recomendable para disfrutar junto a los niños, tanto con los baños como con los juegos en la arena, y que incluso dispone de un parque infantil. También es posible practicar deportes acuáticos, como piragüismo, vela o windsurf.

La única playa de interior con bandera Azul en la provincia de Cáceres es la del Cancho del Fresno, en Cañamero. Es la primera de este tipo situada dentro de un territorio Geoparque mundial declarado por la Unesco, como es el Geoparque Villuercas-Ibores-Jara. Está ubicada junto al balneario de origen romano de Alange, un lugar que merece la pena conocer, pues se trata de un sitio que ya existía en la época de Trajano y Adriano. También es muy aconsejable caminar hasta el mirador Pata del Buey, desde donde se disfruta de unas vistas preciosas del embalse y del poblado. Otras plataformas rocosas en este entorno son la Picota, los Canchos de los Toros, los Canchos de los Enamorados y la Piedra de la Loba.

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