Fitur 2022: muchos planes en Europa pese a las dudas

2022 se presenta trufado de citas interesantes en Europa. Del encuentro Picasso-El Greco en Basilea al festival Night Songs de Esch-sur-Alzette (Luxemburgo), una de las tres capitales de la cultura

El puerto de la isla de Procida, en el golfo de Nápoles, que en 2022 ostenta el título de capital cultural italiana.XANTANA (getty images)

Si el año pasado la palabra talismán era esperanza, este año se ha quedado en incertidumbre. No solo ya acerca del porvenir (qué hermosa palabra), sino del aquí y ahora; como diría Ortega, “no sabemos qué nos pasa, y eso es lo que nos pasa”. No sabemos. Las perspectivas son poco halagüeñas en opinión de los que algo saben. Según el secretario general de la Organización Mundial del Turismo (OMT)...

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Si el año pasado la palabra talismán era esperanza, este año se ha quedado en incertidumbre. No solo ya acerca del porvenir (qué hermosa palabra), sino del aquí y ahora; como diría Ortega, “no sabemos qué nos pasa, y eso es lo que nos pasa”. No sabemos. Las perspectivas son poco halagüeñas en opinión de los que algo saben. Según el secretario general de la Organización Mundial del Turismo (OMT), Zurab Pololikashvili, una mitad de expertos cree que el turismo internacional volverá a los niveles prepandémicos en 2024 o más tarde, mientras que otra mitad más optimista apunta a una recuperación a finales de 2023.

Si miramos en concreto a Europa a través del prisma de Fitur, hay que hacer una salvedad: una cosa son los planes y proyectos de los diferentes países, que los hay, y otra es que vayan a presentarlos en la feria de la semana que viene. Como en años precedentes, muchos de los países que forman el núcleo de Europa no van a participar en Fitur: ni Francia, Alemania, Austria, Suiza, Holanda, Reino Unido… Que esta ausencia se repita año tras año solo tiene dos explicaciones: o se trata de una magna conspiración contra el país anfitrión, o es que algo no se está haciendo bien y habría que hacérselo mirar.

Al margen de que presenten o no sus novedades con espacio propio, lo que se cuece para los próximos meses en el continente podría agruparse en categorías como las que siguen.

Celebración del Bloomsday en Dublín, en honor al 'Ulises' de James Joyce.NIALL CARSON (getty images)

Capitales europeas del año

Este año no habrá dos capitales europeas de la cultura, sino tres: Novi Sad (Serbia), Kaunas (Lituania) y Esch-sur-Alzette (Luxemburgo). La primera, a orillas del Danubio, conserva la fortaleza de Petrovaradin (del siglo XVII) y ha elegido como lema “Construir puentes”. Dichos puentes inmateriales se apoyan en cuatro pilares o conceptos: Arcoíris, Libertad, Amor y Esperanza. Enunciados abstractos que engloban actividades concretas, como Docek (para enfatizar la identidad intercultural de la ciudad), Migraciones, Heroínas, Fortaleza de la Paz, Caleidoscopio Cultural o Cultura de la Diferencia.

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Kaunas, que es la segunda ciudad más grande de Lituania, posee un castillo del siglo XIV que frenó a los cruzados en su intento de cristianizar el norte de Europa, sede ahora de eventos culturales y musicales. Con una catedral gótica, iglesias antiguas, calles llenas de color y murales de street art, Kaunas basa su programa cultural en nueve apartados dirigidos sobre todo a la gente joven, como Dive into the Theatre, Designing Happiness, Modernism for the Future, etcétera.

Esch-sur-Alzette, aunque es la segunda ciudad más poblada de Luxemburgo, solo cuenta con 35.000 habitantes que, eso sí, pertenecen a más de 110 nacionalidades. Su programa se basa, por tanto, en explorar esa diversidad a través de proyectos como Remix Festival, Our Archive-Your History o el Night Songs, un festival de música electrónica para evocar los sonidos de la industria del acero que dio riqueza a la región.

Italia tiene su propia capital cultural, que este año es la pequeña isla de Procida, en el golfo de Nápoles: una explosión de color donde se rodaron películas como El cartero y Pablo Neruda o El talento de Mr. Ripley (visit­procida.com). También el Reino Unido elige cada cuatro años su capital cultural, que sigue siendo Coventry. Y también desde 2017, y bajo patrocinio del Parlamento Europeo, se elige una capital europea de la Navidad, honor que en 2022 compartirán Génova (Italia) y San Sebastián (España).

Panorámica de la ciudad de Spa (Bélgica), patrimonio mundial gracias a sus aguas termales.NAPA74 (getty images)

El verde sienta bien

La Capital Verde Europea, auspiciada por la Comisión Europea de Medio Ambiente, es otro reinado clásico. En 2022 lo ostentará Grenoble (Francia), considerada la puerta de los Alpes, y rodeada de montañas, valles, bosques y torrentes, pero también con extensos parques dentro de la ciudad, donde ha puesto en marcha una simpática iniciativa: los greeters, guías turísticos nativos que enseñan la ciudad por amor a ella.

Lo verde tiñe numerosos países e iniciativas: en Polonia, Lodz, seleccionada por National Geographic en su lista Best of the World 2022 como uno de los mejores destinos sostenibles, tiene un tercio de su suelo dedicado a parques y jardines urbanos, además del bosque de Lagiewnicki, una de las grandes masas forestales de Europa. Además de incorporar nuevas tecnologías para mejorar la calidad de vida, ha transformado antiguas fábricas textiles (su riqueza en el pasado) en modernos espacios convertidos en centros culturales o de ocio, como Manufaktura, ahora un museo municipal (polonia.travel).

Desde el pasado año, la ciudad valona de Spa (Bélgica) es patrimonio mundial de la Unesco gracias a sus aguas termales, que ya aprovecharon los romanos y frecuentaba la realeza en el Siglo de las Luces. Eslovenia y Noruega han sido elegidas por Lonely Planet en su lista Best in Travel como mejores destinos para 2022. Otras plataformas y revistas (como Logitravel) se han decantado por Islandia y sus Westfjords; o por Finlandia, que aparece por cuarto año consecutivo como el país más feliz del mundo en el Informe Mundial sobre la Felicidad.

Feliz aniversario

Este año los aniversarios en números redondos se inclinan por la literatura. Irlanda celebra el centenario de la publicación del Ulises de James Joyce (1922) y cargará las tintas en un homenaje al que Dublín ya está acostumbrado, pues celebra cada 16 de junio el Bloomsday (el día de Leopold Bloom, narrado con minucia en la copiosa novela). Será novedad, entre otras cosas, la exposición Love, says Bloom en el MoLI.

Se cumple también el 400º aniversario del nacimiento de Molière para los franceses, el 130º aniversario de J. R. R. Tolkien para los ingleses y, para portugueses y españoles, el centenario del nacimiento de José Saramago, efeméride presentada en Lanzarote por su viuda, Pilar del Río, y el presidente español, Pedro Sánchez (josesaramago.org). En Chequia, el recuerdo no es literario, sino botánico: los 200 años del nacimiento de Johann Gregor Mendel, descubridor de las leyes de la genética.

Cada año (loco) con su tema

También del lado literario se inclina Escocia al elegir 2022 como el Año de las Historias, que celebra a los escritores que mejor exaltaron sus paisajes y cultura, desde Robert Burns y Walter Scott hasta Ian Rankin y J. K. Rowling, la creadora de Harry Potter. Pero si hay un país aficionado a lanzar campañas temáticas, ese es Alemania, que este año se centra en estas tres: Embrace Nature, paisajes únicos y actividades de ocio; Local Culture, potenciar a través del turismo internacional los sectores más afectados por la crisis pandémica, y Feel Good: estudios de Booking.com y de la ONAT apuntan tendencias a viajar de manera sostenible, con mayor responsabilidad socioeconómica (germany.travel). También Portugal adopta el lema “Por un planeta mejor, un turismo mejor”, dentro de su ambicioso proyecto Estrategia 2027: Plan Reactivar Turismo / el Futuro, incidiendo especialmente en la formación sectorial (visitportugal.com).

El DJ David Guetta, en el Festival de la Isla de Wight 2021, en Seaclose Park (Inglaterra).DAVID JENSEN (ALAMY)

De festivales

Son como la nervadura del esqueleto mismo de Europa y alcanzan todo lugar y momento: imposible fijarse en todos. Por ejemplo, solo en el Reino Unido destacan el Festival de Cine de Glasgow (tercero más importante del país, con cerca de 350 eventos); el Festival de Jazz de Cheltenham, entre abril y mayo; el Festival de Brighton, creado en 1967 y uno de los más ambiciosos de Europa, tocando todas las áreas; el Hay Festival de Literatura en Brecon Beacons (Gales); el Festival de la Isla de Wight, un clásico; el Festival Jane Austen, en Bath, etcétera. En Flandes, el Zythos Beer Festival y la Belgium Beer Week, que se extiende a siete de las principales ciudades del país, dan a la cerveza todo el protagonismo.

Exposiciones, eventos y otros hitos

Suiza, en la que solemos pensar como una gran tienda de quesos y relojes, es además uno de los mayores almacenes de arte del continente. Cada año organiza alguna gran exposición, esta vez en el Kunstmuseum de Basilea, con una pugna dialéctica Picasso-El Greco de esas que hacen época. Otra confrontación jugosa: Dalí-Freud, en el palacio inferior de Belvedere, en Viena. Lightness se titula la muestra de diseño patrio en Brno (República Checa), que es la ciudad donde ejerció precisamente Mendel, el homenajeado padre de la genética; la misma ciudad vio nacer al compositor Leos Janácek, en cuyo honor celebra un gran festival de música y ópera en noviembre. No hay que olvidar la muestra que Brujas (Bélgica) dedicará a Hugo van der Goes en el impresionante hospital gótico de San Juan. Y dos apuntes futuristas para acabar: en Eindhoven (Países Bajos) ha abierto PhoodKitchen, el primer restaurante acuapónico del mundo, con un ciclo que combina acuicultura y agricultura hidropónica, algo que suena a ciencia ficción; y en el barrio de Bosrijk se lanza un proyecto comercial de viviendas impresas en 3D. Lo que nos queda por ver.

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