Molinos, espacio concentrado y vistas desbordantes

Un peculiar hotel con azotea frente a la Alhambra de Granada, considerado como el más estrecho del mundo

Terraza del hotel Molinos, en Granada, con vistas a la Alhambra.

Que el Libro Guinness de los récords tiene su público no lo niega nadie. Desde su primera publicación, en 1955, ha vendido 141 millones de copias en más de 100 países. Sus chascarrillos estadísticos animan a miles de personas a realizar toda suerte de excentricidades, como dejarse crecer las uñas hasta los dos metros de longitud o elaborar una pizza de 2,13 kilómetros.

Una de estas extrañas marcas la acreditó durante años el hotel Molinos, ...

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Que el Libro Guinness de los récords tiene su público no lo niega nadie. Desde su primera publicación, en 1955, ha vendido 141 millones de copias en más de 100 países. Sus chascarrillos estadísticos animan a miles de personas a realizar toda suerte de excentricidades, como dejarse crecer las uñas hasta los dos metros de longitud o elaborar una pizza de 2,13 kilómetros.

Puntuación: 5
Arquitectura4
Decoración4
Estado de conservación6
Confortabilidad habitaciones5
Aseos5
Ambiente4
Desayuno6
Atención6
Tranquilidad7
Instalaciones5

Una de estas extrañas marcas la acreditó durante años el hotel Molinos, en el Realejo, el barrio judío de Granada, a los pies de la Alhambra. Sus cinco metros de fachada de ladrillo rojo, con una sola balconada por planta y apenas 16,40 metros de profundidad, le valieron para ser considerado el hotel más estrecho del mundo. Una placa junto a la entrada así lo recuerda.

El edificio posee tres alturas, por lo que en ese reducido continente solo caben algunas de sus nueve habitaciones, que deben estirarse hasta una parte del edificio anexo. Muy poca capacidad para mantener una recepción abierta a todas horas. Entre las 23.00 y las 7.00 solo se atiende por teléfono. Es probable que tras la covid este servicio se digitalice, aunque es justo reconocer que el equipo humano es extremadamente cordial y resolutivo ante cualquier vicisitud nocturna.

A falta de ascensor, unas estudiadas escaleras resuelven el salto de un piso a otro junto a un hueco lateral moteado de serigrafías contemporáneas. Desde los rellanos se advierte la estrechez galardonada del lugar, donde cada metro cuadrado vale su precio en oro. El desayunador aprovecha así el espacio que le deja al fondo el mostrador compartido por el bar y la recepción, como el camarote de un barco.

Una de las habitaciones del hotel Molinos, en Granada.

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Uno de los aciertos en la última remodelación de las habitaciones fue atenuar la gravidez del ambiente con papeles pintados de suaves tonalidades fucsias y tiras de ledes retroiluminantes. El mobiliario en blanco contribuye a ensanchar los enjutos espacios que dejan las camas y las mesillas, aunque dormitorios y cuartos de baño van necesitando un nuevo remiendo que mantenga el lustre anterior.

Imprescindible terminar la estancia con un refrigerio en la terraza de la azotea, donde los tejados de la ciudad siguen hilvanando mil relatos nazaríes y las almenas con remates piramidales de la torre de Comares nos recuerdan las últimas palabras de Aixa a su hijo Boabdil: “Mira lo que entregas y acuérdate de que todos tus antepasados murieron reyes de Granada”.

Molinos

  • Dirección: Molinos, 12. Granada.
  • Teléfono: +34 609 39 29 66.
  • Web: hotelmolinos.es
  • Instalaciones: garaje a 70 metros del hotel, bar, comedor para desayunos.
  • Habitaciones: 1 individual, 4 dobles, 2 triples, 2 cuádruples.
  • Servicios: algunas habitaciones adaptadas para discapacitados; animales domésticos prohibidos.
  • Precios: desde 75 euros la habitación doble, desayuno e IVA incluidos; garaje, 16,50 euros, IVA incluido.

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