Pistas gastronómicas

El reino de la leche

Un restaurante madrileño que sorprende con su desayuno de productos lácteos

La fórmula que acaba de implantar este bar de quesos navega a contracorriente de lo que impera en las grandes ciudades. No se trata de tomar un café con alguna tostada de manera rápida, sino de disfrutar del desayuno de forma pausada. Puro slow food o algo parecido. En la nueva oferta han incluido alimentos dulces y salados, con particular hincapié, como es lógico, en los productos lácteos, yogur, cuajadas, requesones, además de quesos frescos y semicurados.

Para facilitar las cosas, han ampliado el horario de servicio desde las 8.30 hasta las 13.00, con arreglo a una carta flexible. Si...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La fórmula que acaba de implantar este bar de quesos navega a contracorriente de lo que impera en las grandes ciudades. No se trata de tomar un café con alguna tostada de manera rápida, sino de disfrutar del desayuno de forma pausada. Puro slow food o algo parecido. En la nueva oferta han incluido alimentos dulces y salados, con particular hincapié, como es lógico, en los productos lácteos, yogur, cuajadas, requesones, además de quesos frescos y semicurados.

Restaurante Cheese Bar, en Madrid, con diseño interior del estudio de Gabriel Corchero.

Para facilitar las cosas, han ampliado el horario de servicio desde las 8.30 hasta las 13.00, con arreglo a una carta flexible. Si la degustación se hace un fin de semana, el desayuno se puede convertir en un brunch más ortodoxo de los que se sirven en la mayoría de los lugares con estas pretensiones, incluidos los huevos benedictinos o la tortilla de patata. Y si las tapas se toman al mediodía, la degustación puede servir de aperitivo.

Cheese Bar

José Abascal, 61, Madrid. Teléfono: 913 99 25 50. Web: www.ponceletcheesebar.es

Interior del Cheese Bar, en Madrid.

Dos opciones destacan sobre el resto: los desayunos lácteos (4,50 euros), que incluyen cuajadas, requesones, leche y yogures, y los especial cheese (5,50 euros), que giran alrededor de una tabla de quesos frescos o semicurados. Para acompañar el café, bastante bueno, se ofrecen tres tipos de leche, la de vaca y las de cabra y oveja, que no funcionan. Y como complemento, una bollería más que correcta y zumos de frutas, batidos y refrescos. En el grupo salado, tapas (croquetas, tacos, cocas de escalivada) y sándwiches (mixto clásico, cheedar de granja) algo desiguales. Lo que nunca falla son los dulces: macarons de chocolate y de queso stilton, panacota de tres leches y sablé de pistacho con crema de leche que elabora para la casa el pastelero Ricardo Martínez, de Moulin Chocolat.

Boletín

Las mejores recomendaciones para viajar, cada semana en tu bandeja de entrada
RECÍBELAS

Sobre la firma

Archivado En