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Un barrio entero reducido a escombros

En el suburbio de Mukuru Kwa Njenga, en Nairobi, han desalojado a 60.000 personas que han quedado sin hogar en nombre del progreso la construcción de una autopista

Un comercio precario es lo único que queda en este descampado que una vez albergó un suburbio entero. Unos 60.000 vecinos se han quedado en la calle tras ser desalojados de un día para otro en el barrio informal de Mukuru kwa Njenga, en Nairobi, para dar paso a una autovía que cruzará la capital de Kenia Julián Rojas
Unos vecinos de Mukuru Kwa Njenga, junto a algunas de las casas que aún quedan en pie después del trabajo de las excavadoras. El pasado 9 de octubre, a mitad de la mañana, una serie de funcionarios escoltados por fuerzas policiales y 'bulldozers' notificaron a los vecinos que sus casas estaban en la ruta por el que pasaría la Nairobi ExpressWay, una autovía elevada que cruza la ciudad.Julián Rojas
Horas después de aquella notificación, los hogares habían desaparecido bajo las excavadoras. Con un paraguas para protegerse del sol, una mujer pasea con su bebé a la espalda por el descampado donde estuvo su hogar.Julián Rojas
Un vecino corta madera para construirse una nueva vivienda, aun sabiendo que, probablemente, se la volverán a tirar. No había transcurrido un mes desde la primera demolición cuando unos empleados de los Servicios Metropolitanos de Nairobi llegaron para informar de que la zona donde las familias se estaban realojando también iba a servir a la nueva autovía principal y a otras áreas industriales.Julián Rojas
Así ha quedado el estado de uno de los edificios de Mukuru Kwa Njenga.Julián Rojas
Dos vecinos pasan el día al aire libre, acomodados en un cojín y un sillón que han quedado entre los escombros. Cuando recibieron la noticia, los habitantes decidieron combatir porque no querían permitir que les quitaran sus casas en nombre de una construcción de carreteras sobre la que nadie les había preguntado.Julián Rojas
Desde una losa de hormigón sobre la que posiblemente hubo una vivienda, un hombre mira a cámara. El 3 de noviembre, la comunidad se unió y durante ocho horas hubo intercambio de piedras y lanzamiento de gas lacrimógeno entre las fuerzas de seguridad y los vecinos. Julián Rojas
Otro vecino sin hogar, y con un problema de discapacidad, posa con sus escasas pertenencias. Dos días más tarde de la protesta, el viernes 5 de noviembre, las fuerzas policiales volvieron con refuerzos, tanques de agua y excavadoras que arrasaron todo a su paso. Julián Rojas
Un hombre lava ropa en un cubo, en la chabola improvisada que se ha construido después de las demoliciones. “Fueron despiadados: comenzaron a destruir negocios, casas... Todo lo que encontraban a su paso”, recuerda Godana, una vecina. Siempre según su recuento, una persona murió aplastada en las demoliciones y otras dos resultaron heridas en las protestas, aunque no hay informes oficiales al respecto.Julián Rojas
Una mujer y sus hijos, frente a la vivienda hecha de plásticos en la que ahora viven. Su hogar es una de las 16.500 viviendas derruidas, según el cálculo de investigadores del proyecto SLUMAP. Julián Rojas
Los vecinos de los barrios de Milimani, Sisal y 48 zone son los más impactados en una zona que ha visto como casi dos tercios de su población, de algo más de 100.000 habitantes, se han quedado sin un techo.Julián Rojas
Al menos diez centros educativos han sido afectados, la mayoría de ellos privados que dan servicio a familias que no pueden acceder a escuelas públicas por falta de plazas. Muchos de los estudiantes se pasan ahora el día rebuscando entre los escombros cosas de valor para poder ganar algo de dinero.Julián Rojas
Cartel que perteneció a una iglesia del suburbio. El proyecto de construcción de la autovía tiene un coste total de 668 millones de dólares (600 millones de euros) y ha sido financiado por la China Road and Bridge Corporation (CRBC), que poseerá la licencia de explotación durante 27 años. A partir de 2049, pasará a manos públicas.Julián Rojas
Las excavadoras ya trabajan al lado del descampado. El Ejecutivo quiere poder presumir de la que será la primera autovía en una ciudad en el Este de África y la segunda más larga en todo el continente tras la de Dakar. La nueva autovía reducirá de tres horas a 20 minutos el tiempo para cruzar la capital. La previsión es dual: ayudar al comercio internacional y reducir el tráfico en las principales arterias de la ciudad. Julián Rojas
Los que tienen suerte viven ahora hacinados en pequeñas casas de familiares, donde antes cabían tres o cuatro inquilinos ahora uno puede encontrarse con el doble de ocupantes. Otros sobreviven en improvisadas tiendas de campaña de plástico y, los que menos suerte tienen, se han quedado en la calle.Julián Rojas
A la falta de acceso a una vivienda se suma también la crisis en la educación. La segunda fase de las demoliciones duró dos semanas y afectó también a escuelas. Cuando los alumnos de la Academia Internacional River Life volvieron de sus pueblos a la ciudad tras pasar las vacaciones de mitad cuatrimestre se encontraron hogares en ruinas. Julián Rojas
Al anunciar las primeras demoliciones, el pasado octubre, el Comisario Regional de Nairobi, James Kianda, aseguró que la construcción de la carretera será beneficiosa para los asentamientos chabolistas al mejorar su conexión con el área industrial. Sin embargo, la realidad es que la vida de los habitantes de Mukuru Kwa Njenga está muy lejos de mejorar.Julián Rojas