“La naturaleza de tu nacimiento no dicta la persona que puedes llegar a ser”

Sandra Alba Cauffman, que de niña soñaba con ir a la Luna, lidera con la NASA una misión a Marte

Sandra Alba Cauffman,directora de la División de Ciencias Terrestres de la NASA.Isabel Rubio

“Quiero ir a la Luna”. Estas son las palabras que Sandra Alba Cauffman (1962, San José) pronunció el 20 de julio de 1969 ante su madre. Solo tenía siete años y acababa de ver en la televisión de uno de sus vecinos en blanco y negro cómo el ser humano pisaba la Luna por primera vez en la historia. “En vez de decirme que no teníamos dinero y que era imposible, me dijo que trabajara y me esforzara y un día cumpliría mi sueño”, cuenta emocionada. Cauffman ahora tiene 56 años y ...

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“Quiero ir a la Luna”. Estas son las palabras que Sandra Alba Cauffman (1962, San José) pronunció el 20 de julio de 1969 ante su madre. Solo tenía siete años y acababa de ver en la televisión de uno de sus vecinos en blanco y negro cómo el ser humano pisaba la Luna por primera vez en la historia. “En vez de decirme que no teníamos dinero y que era imposible, me dijo que trabajara y me esforzara y un día cumpliría mi sueño”, cuenta emocionada. Cauffman ahora tiene 56 años y es directora de la División de Ciencias Terrestres de la NASA.

Nunca ha ido a la Luna. Pero su labor ha ayudado a la agencia espacial de Estados Unidos a llegar mucho más allá. Cauffman ha sido la subdirectora de proyecto de la misión MAVEN, que en 2014 puso en órbita de Marte una sonda espacial para estudiar la atmósfera del planeta rojo y su historia climática. “Hay que decir a las niñas desde que son pequeñas que pueden hacer algo grande si lo desean. Cuando están en el instituto, quizás ya es demasiado tarde”, afirma.

Hay que decir a las niñas desde que son pequeñas que pueden hacer algo grande si lo desean. Cuando están en el instituto, quizás ya es demasiado tarde

Ella no tuvo una infancia fácil: “Fui criada en Costa Rica por una madre soltera que tenía tres trabajos para darnos techo”. Cuando tenía 13 años, su madre enfermó y abandonó durante tres meses sus empleos. Cauffman comenzó entonces a trabajar mientras asistía a la Escuela República del Paraguay. Le fascinaban las matemáticas, la química y el universo. Tenía claro que quería estudiar Ingeniería Eléctrica. Pero sus sueños se truncaron al llegar a la Universidad de Costa Rica: “Me dijeron que no podía porque era una mujer. La única ingeniería que me permitían estudiar era la Industrial”.

Tras cursar tres años y medio esta última carrera, se mudó a Estados Unidos donde pudo matricularse en Física e Ingeniería Eléctrica y tuvo que trabajar para pagar sus estudios. La persistencia y el esfuerzo continuo hicieron que años más tarde consiguiera un trabajo en la NASA. “Todo funciona al final. La naturaleza de tu nacimiento no dicta la persona que puedes llegar a ser”, afirma en una entrevista a EL PAÍS en Estocolmo tras dar una conferencia ante decenas de mujeres. Cauffman ha sido una de las ponentes principales del evento Women in tech, que tuvo lugar el pasado 8 de marzo y al que este periódico ha sido invitado por el Instituto Sueco y la Embajada de Suecia en Madrid.

Vigilar la Tierra desde el espacio

Actualmente su trabajo en la NASA consiste en seleccionar las misiones que estudiarán la Tierra. “Tenemos un presupuesto de dos billones de dólares anuales para coordinar todos los proyectos”. La NASA, según cuenta, tiene 22 satélites orbitando la Tierra y diferentes misiones en la estación espacial. “Últimamente ha habido muchos fuegos en California, desde el espacio podemos ver por ejemplo cuáles son las áreas quemadas y ayudar a los bomberos a apagarlos o a evacuar diferentes zonas”, afirma.

Me dijeron que no podía porque era una mujer. La única ingeniería que me permitían estudiar era la Industrial

Con los datos de los satélites, la agencia también hace “un pronóstico de las tendencias del cambio global del clima a largo plazo”. “En los últimos 50 años, hemos visto un incremento del dióxido de carbono en el medio ambiente y a los casquetes polares deshacerse. La NASA presenta estos datos a las instituciones, que pueden aceptarlos o ignorarlos”. ¿Están aprovechando las autoridades esa información? “Sí y no. Nos gustaría que la gente entendiera la validez de los datos, que son hechos. Esa es nuestra respuesta a la gente que dice que no cree en el cambio climático”. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha negado en numerosas ocasiones la existencia de este fenómeno.

Además de analizar lo que ocurre en la Tierra, la agencia espacial de Estados Unidos estudia el universo. “Estamos desarrollando el Space Lunch Vehicle, un cohete que va a poder llevar astronautas a la Luna o a Marte eventualmente. Hace 4.000 millones de años, Marte tenía una atmósfera tan gruesa como la Tierra y se ve que hay evidencia de agua. Si hubo océanos, pudo haber vida”. Para ella, el objetivo principal ahora es precisamente “saber si hay vida en otros planetas”.

Nos gustaría que la gente entendiera la validez de los datos, que son hechos. Esa es nuestra respuesta a la gente que dice que no cree en el cambio climático

“Tenemos los cuerpos de agua en las lunas de Saturno y de Júpiter. Si pudiéramos tener una muestra de ese agua, ponerla debajo de un microscopio y saber si hay bacterias o algún tipo de animal, nos daría una validez de que no estamos solos en el universo. Tal vez hubo un sol o un planeta donde hubo vida y el sol se hizo supernova y ya no existe esa civilización. Ahora estamos aquí, pero puede que en un abrir y cerrar de ojos en el tiempo del universo los humanos ya no estemos aquí. Por eso tal vez no hemos visto extraterrestres”, concluye Cauffman.

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