Los entrenadores de estrellas sobre hielo

El matrimonio Marie-France Dubreuil y Patrice Lauzon, en su escuela internacional de danza sobre hielo en Montreal (Canadá).CATHERINE LEGAULT

CONFIESAN QUE les resulta inevitable hablar de trabajo en casa. Piruetas, canciones, vestuario y aceleraciones salen a colación en plena cena o frente al televisor. Marie-France Dubreuil y Patrice Lauzon (Montreal, 1974 y 1975, respectivamente) son pareja y padres de una niña de siete años. También son dos de los entrenadores de danza sobre hielo más prestigiosos del planeta. Tienen actualmente a su cargo a 15 parejas de ocho países y los títulos se acumulan en vitrinas de forma exponencial.

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CONFIESAN QUE les resulta inevitable hablar de trabajo en casa. Piruetas, canciones, vestuario y aceleraciones salen a colación en plena cena o frente al televisor. Marie-France Dubreuil y Patrice Lauzon (Montreal, 1974 y 1975, respectivamente) son pareja y padres de una niña de siete años. También son dos de los entrenadores de danza sobre hielo más prestigiosos del planeta. Tienen actualmente a su cargo a 15 parejas de ocho países y los títulos se acumulan en vitrinas de forma exponencial.

Dubreuil y Lauzon se conocieron entrenando en 1990. Patinaban con parejas distintas, pero un día probaron juntos y en 1995 decidieron competir formando un dúo. Ganaron el campeonato canadiense en cinco ocasiones y obtuvieron dos segundos lugares en los mundiales de la especialidad (Calgary 2006 y Tokio 2007). “La idea de fundar una escuela de patinaje la tuvimos en la cabeza durante años”, cuenta Lauzon. Se retiraron de la competición en 2007, aunque siguieron participando en exhibiciones por medio mundo.

La pareja da indicaciones durante un entrenamiento.CATHERINE LEGAULT

Una de las primeras parejas que buscaron sus servicios fueron los españoles Sara Hurtado y Adrià Díaz. El pasado febrero, varios de sus pupilos cosecharon varias medallas en los Juegos Olímpicos de Pieonchang. La calidad del trabajo y el calor humano de Dubreuil y Lauzon se propagaron con rapidez entre la comunidad del patinaje, aunque eso suponga llegar hasta Montreal, la ciudad de las pistas de hielo.

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