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Así se votó la Constitución hace 40 años

Un presidente de mesa electoral disfrazado de payaso, presos votando en la cárcel de Carabanchel... Te mostramos imágenes nunca antes digitalizadas del referéndum de la Ley Fundamental de 1978 tomadas por los fotógrafos de EL PAÍS

El miércoles 6 de diciembre de 1978, los españoles votaban en referéndum la Constitución, una fecha determinada por los plazos de la tramitación parlamentaria del proyecto constitucional. En un día laborable y con lluvia en buena parte del país, la Constitución era aprobada por el 88,54% de los votantes, con una abstención del 32,89%, superior a la esperada, que según el Ministerio del Interior, iba a ser del 20% al 25%. En la imagen, un militar, presidente de la mesa electoral, coloca el precinto de una urna durante la formación de la misma en un colegio en Madrid.Joaquín Amestoy
Un votante mira el reloj mientras espera impaciente en un colegio electoral en Madrid. Las anécdotas no faltaron. Al líder socialista Felipe González se le olvidó el cumpleaños de su hijo David y al ministro del Interior, Rodolfo Martín Villa, el carné de identidad. Santiago Carrillo acudió a votar con 39 de fiebre por una tremenda bronquitis.Joaquín Amestoy
Una mujer se dispone a votar en un colegio de Madrid. Más de 300.000 personas, entre miembros de las mesas, interventores y apoderados estuvieron presentes en las 42.481 mesas electorales distribuidas en 30.215 secciones. Cada mesa estaba constituida por un presidente y dos adjuntos.Chema Conesa
Cola para votar en Cádiz. Además de falsas alarmas por la colocación de explosivos, detenciones por realizar propaganda ilegal o la desactivación de un artefacto de escasa potencia en Fuengirola (Málaga) ocurrieron otros incidentes. Jóvenes de Fuerza Nueva, ataviados con brazaletes de su formación, intimidaban en Granada en las proximidades de los colegios electorales a los votantes; en Fuentevaqueros (Granada), intentaron echar del colegio electoral al apoderado del PSOE; en Tarragona, una empresa ofrecía a sus trabajadores 2.000 pesetas (unos 84 euros) en lugar de las cuatro horas de permiso para ir a votar y no interrumpir la cadena de producción. Solo aceptaron dos obreros. La tónica del día fue de normalidad absoluta, según la prensa de la época.Antonio Gabriel
El joven presidente de una mesa introduce el voto en una urna en Madrid. La rebaja en la edad para votar a 18 años (hasta las elecciones del 15 junio de 1977 había sido de 21 años) había tenido lugar mediante el Real Decreto ley del 16 de noviembre de 1978, lo que permitió la incorporación de millón y medio de nuevos votantes. Tras la aprobación de la Constitución, la mayoría de edad de los españoles quedaba establecida en 18 años (artículo 12).Joaquín Amestoy
Jóvenes y mayores votan en un colegio en Madrid. Tras tres días de reunión, la comisión permanente de la Conferencia Episcopal daba libertad de voto a los creyentes. Triunfaba la posición conciliadora del cardenal Vicente Enrique y Tarancón, presidente de la Conferencia Episcopal y arzobispo de Madrid-Alcalá, frente a otros sectores que querían una actitud “militante” contra el tratamiento de algunos temas como la aconfesionalidad, la libertad de enseñanza y la posibilidad del divorcio.Joaquín Amestoy
Un cartel a favor de la abstención en Bilbao. El día antes, el 5 de diciembre de 1978, ETA había asesinado a tres personas en San Sebastián. El comisario de Policía José María Serrais Llasera, de 56 años; el subcomisario de Policía Gabriel Alonso Perejil, de 61, y Ángel Cruz Salcines, policía municipal, de 60, se encontraban tomando el aperitivo en un bar cuando fueron tiroteados. Serrais fue rematado a bocajarro por uno de los asesinos, tras intentar refugiarse en la cocina del establecimiento.Alfredo García Francés
Unas semanas antes del referéndum se desmanteló un intento de golpe de Estado (conocido como la Operación Galaxia, por la cafetería de Madrid donde se reunían los golpistas) cuya fecha prevista era la del 17 de noviembre. La intención de sus líderes (el comandante de la Guardia Civil Antonio Tejero y el comandante de Infantería Ricardo Sáenz de Ynestrillas, entre otros) era evitar la celebración de la consulta por medio del secuestro del presidente de Adolfo Suárez en el palacio de La Moncloa tres días antes del segundo aniversario de la muerte del dictador Francisco Franco.Chema Conesa
Votantes a su llegada a un colegio electoral en Madrid. En el País Vasco y en Galicia se produjo la abstención más alta. Hubo protestas por la mala calidad de la traducción del texto de la Constitución al gallego, calificada de atentado contra el idioma.Joaquín Amestoy
En esta mesa del instituto Divina Pastora, en la calle García Morato de Madrid, el presidente acudió disfrazado de payaso en protesta por tener que ejercer como tal. “Me he pintado así porque creo que es lo más adecuado”, afirmaba el joven, aplaudido por los amigos que le acompañaban, mientras su padre, sustituto en la misma mesa, contemplaba con rostro serio y enfadado la escena.Chema Conesa
Ambiente en la cárcel de Carabanchel, Madrid. De sus 900 presos, 300 de ellos extranjeros, votaron 10. Los internos podían votar porque la pena de inhabilitación para el derecho de sufragio no se extendía al voto en un referéndum. Muchos no lo consiguieron, como Eleuterio Sánchez, ‘El Lute’, no estaban en el censo electoral (que se había confeccionado con el padrón).
Votación en Cádiz. A finales de diciembre 1978, España tenía una población de 37.035.179 habitantes, con 18.868.438 mujeres (50,95%) frente a los 18.167.281 hombres (49,05%). En ese año, la esperanza de vida de las mujeres era de 77 años y la de los hombres 71,5.Antonio Gabriel
Lo del censo fue todo un rompecabezas. Según una nota oficial del Instituto Nacional de Estadística, el censo se encontraba ‘hinchado’ en 1.250.000 personas, como consecuencia de su forma de elaboración. Para su confección se utilizó el padrón municipal de 1975, con las rectificaciones realizadas en 1976 y 1977, en un sistema en el que los ciudadanos se daban de alta, pero se “olvidaban” de darse de baja, creando duplicidades.Chema Conesa
El diario EL PAÍS se identificaba plenamente con el 'sí'. "La Constitución española de 1978 consagra principios básicos e irrenunciables en la vida de los pueblos civilizados. Devuelve a los españoles su soberanía, respeta y protege el pluralismo político, religioso, cultural e intelectual, ampara las peculiaridades de las nacionalidades y regiones de todo el Estado, deposita el poder político en las manos de los representantes del pueblo, deroga la pena de muerte, promueve la solidaridad social, garantiza el gobierno de las mayorías, pero defiende los derechos de toda minoría existente. Es una Constitución moderna, progresiva y nada idealista". "Democracia, en definitiva, es también responsabilidad", se afirmaba en el editorial del periódico del 5 de diciembre de 1978.Joaquín Amestoy
El anterior referéndum fue el de la Ley para la Reforma Política, el 15 de diciembre de 1976, que abría la puerta a la democracia. La oposición, todavía no legalizada, se alineó por la abstención (que fue del 22,6%) por no haber sido tenida en cuenta. Durante el franquismo hubo otros dos referendos, el de la ley de Sucesión en la Jefatura del Estado, el 26 de julio de 1947, y el de la ley Orgánica del Estado, el 14 de diciembre de 1966, ganados por abrumadora mayoría.Chema Conesa
En la Operación Ariete, como se denominó el operativo de seguridad del referéndum constitucional, se desplegaron 45.000 policías armados, 63.500 guardias civiles y 10.400 miembros del Cuerpo General de Policía a las que se sumó el Ejército.Joaquín Amestoy
El ministro del Interior, Rodolfo Martín Villa, explica los resultados en el Palacio de Congresos de Madrid. Para procesar los datos se compró un ordenador, con un coste de 100 millones de pesetas. Construido cinco años antes en Estados Unidos, permitía recoger los datos suministrados por los gobiernos civiles de cada provincia y seguirlos a través de varios terminales.Chema Conesa
Los periodistas siguen las explicaciones del ministro del Interior, Rodolfo Martín Villa, en el Palacio de Congresos de Madrid. Medios de comunicación internacionales mandaron a sus enviados especiales para seguir el histórico referéndum español que provocó gran expectación.Chema Conesa
Varios barrenderos municipales limpian de carteles una calle de Madrid tras la celebración del referéndum constitucional. Los partidos políticos tanto a favor como en contra lo dieron todo, con miles de actos informativos y mítines y una gran cantidad de propaganda.Joaquín Amestoy