Viejos humanos modernos

La datación de los primeros fósiles de Homo sapiens en 300.000 años revela que somos más antiguos que el neandertal

El fósil neandertal más antiguo está datado en 250.000 años. Los restos de Homo sapiens recién datados en un yacimiento de Marruecos provienen de hace 300.000 años, como puedes leer en Materia. A partir de ahora, no digas “neandertal” para referirte a algo muy antiguo. Porque nuestra especie es más antigua aún, según el estado actual de la paleontología. Cada nuevo hallazgo fósil de nuestros antepasados no hace más que apuntar en una misma dirección: que nuestro cuadro de la evolución humana está...

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El fósil neandertal más antiguo está datado en 250.000 años. Los restos de Homo sapiens recién datados en un yacimiento de Marruecos provienen de hace 300.000 años, como puedes leer en Materia. A partir de ahora, no digas “neandertal” para referirte a algo muy antiguo. Porque nuestra especie es más antigua aún, según el estado actual de la paleontología. Cada nuevo hallazgo fósil de nuestros antepasados no hace más que apuntar en una misma dirección: que nuestro cuadro de la evolución humana está incompleto. La historia real parece ser más compleja y sutil de lo que creíamos. Habrá que seguir excavando.

Que el sapiens sea más antiguo que el neandertal (al menos provisionalmente) no supone, en realidad, ninguna paradoja. La evolución no tiene la forma de una línea, sino la de un árbol. La comparación de nuestro genoma con el neandertal permite calcular que estas dos ramas evolutivas se separaron de un tronco común hace 500.000 años o más. El tronco común era una especie llamada Homo heidelbergensis y, desde que se separó en dos ramas, hace 500.000 años, cada una de ellas comenzó a experimentar cambios evolutivos de manera independiente. No tiene nada de extraño que nuestra rama alcanzara la anatomía moderna antes de que la rama neandertal alcanzara la suya. El hallazgo de Marruecos avala esa idea, y no hay ningún obstáculo teórico.

Con todo, tal vez lo más interesante del hombre de Jebel Irhoud, como se llama el yacimiento marroquí, sea lo que no encaja del todo. Su cráneo es lo más parecido al de sapiens que se ha encontrado nunca con esa antigüedad, pero no es exactamente igual al nuestro. Su frente no es tan alta, ni sus laterales están tan abombados. Los investigadores consideran probable que, más que un sapiens plenamente formado, represente una versión sin acabar, pillada en pleno proceso de agrandamiento evolutivo del cerebro. Esto es algo muy de celebrar, porque hasta ahora parecía que nuestro cráneo había aparecido de repente en el registro fósil, como un capricho de la prehistoria. Todo lo que represente un estado intermedio será muy bien recibido por los teóricos de la evolución.

Otro punto interesante es que, si hasta ahora la antigüedad de nuestra especie coincidía muy bien por el criterio paleontológico y por el genético (en unos 200.000 años), ahora se ha desfasado nada menos que en 100.000 años. La explicación más sencilla de este desfase es que los sapiens (o pre-sapiens) de Marruecos fueran una rama muerta de nuestro pasado. La genética solo puede percibir lo que persiste en los genomas de las personas actuales y, si aquellos humanos de Marruecos se extinguieron, su ADN no habría dejado rastro en nuestras células del siglo XXI.

Ahora, contengamos la respiración esperando el siguiente hallazgo.

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