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Operar en Turkana, donde hay dos médicos por cada 100.000 habitantes

Desde 2004, decenas de cirujanos, traumatólogos, enfermeros, ginecólogos y voluntarios se han unido al proyecto Cirugía en Turkana para intervenir a pacientes en esta inhóspita región de Kenia

Desde 2004, decenas de cirujanos, traumatólogos, enfermeros, ginecólogos y voluntarios se han unido al proyecto Cirugía en Turkana para intervenir a pacientes en esta inhóspita región de KeniaGisela Fernández-Pretel (Cirugía en Turkana)
Niños de la etnia turkana en su periplo diario en la búsqueda de agua.Gisela Fernández-Pretel (Cirugía en Turkana)
Un niño turkana dedica una sonrisa a la cámara. .Gisela Fernández-Pretel (Cirugía en Turkana)
Un anciano turkana en el dispensario de Nariokótome, donde Cirugía en Turkana lleva algunas de sus clínicas móviles durante sus campañas quirúrgicas.Gisela Fernández-Pretel (Cirugía en Turkana)
La doctora Carmen Hernández en plena sesión de telemedicina, en la que conecta en directo con especialistas ecógrafos en Madrid para ayudar en el diagnóstico en tiempo real. En Cirugía en Turkana apuestan por la telemedicina como el futuro de la cooperación. Gisela Fernández-Pretel (Cirugía en Turkana)
Los niños menores de 10 años son un gran porcentaje de los pacientes que atienden en las campañas quirúrgicas de Cirugía en Turkana. Las hernias inguinales son una patología muy habitual por la cantidad de kilómetros que caminan cada día en busca de agua.Gisela Fernández-Pretel (Cirugía en Turkana)
“Un quirófano allí es lo más parecido a un garaje en desuso: sucio, lleno de trastos, con las paredes desconchadas, donde la luz funciona a ratos y el suelo está descascarillado. Es una habitación a la que se le llama quirófano”, así lo describe Carmen Hernández, una de las cirujanas del proyecto. Gisela Fernández-Pretel (Cirugía en Turkana)
Las escarificaciones en la piel es algo bastante común entre los turkana. Se las realizan por diferentes motivos: para paliar la fiebre cuando son pequeños y como estética y adorno en el caso de los adultos. Gisela Fernández-Pretel (Cirugía en Turkana)
Muchos niños y niñas turkana no pueden ir al colegio porque cada día deben hacerse cargo de los animales que tenga la familia.Gisela Fernández-Pretel (Cirugía en Turkana)
Tras un día de pastoreo, un niño turkana contempla una puesta de Sol.Miguel Angel Fernández (Cirugía en Turkana)
Turkana tiene algunos de los peores indicadores sanitarios de Kenia donde hay dos médicos por cada 100.000 habitantes. “La carencia de médicos es muy notable. En el Hospital Gubernamental de Lodwar hay dos cirujanos y un ginecólogo”, señala Carmen Hernández, cirujana del proyecto. Gisela Fernández-Pretel (Cirugía en Turkana)
Un pastor turkano buscando un poco de sombra bajo una acacia.Gisela Fernández-Pretel (Cirugía en Turkana)
Un anciano turkano apoyado en el 'ekicholo', su particular almohada que también es usado como asiento y que llevan a todas partes con ellos. Gisela Fernández-Pretel (Cirugía en Turkana)
Una madre turkana 'alimenta' a su bebé. Gisela Fernández-Pretel (Cirugía en Turkana)
Una joven mamá turkana intenta calmar a su hijo antes de ser operado por los cirujanos españoles. Además de las altas temperaturas, la mamá presenta claros síntomas de malaria, una enfermedad que afecta a un alto porcentaje de de la población de la región.Gisela Fernández-Pretel (Cirugía en Turkana)