No hay estrella Michelin que pueda con este restaurante donde mandan las abuelas

De los abuelos conservamos el recuerdo de un olor especial que nos hace sentir bien; remedios para (casi todos) los males y, muy probablemente, alguna receta casera en el top ten de nuestros platos preferidos de todos los tiempos. ¿Quién no ha suspirado alguna vez por las croquetas o el cocido de su abuela? Es más, si le diesen la oportunidad de recuperar esa sensación, ¿pagaría por ir a un...

De los abuelos conservamos el recuerdo de un olor especial que nos hace sentir bien; remedios para (casi todos) los males y, muy probablemente, alguna receta casera en el top ten de nuestros platos preferidos de todos los tiempos. ¿Quién no ha suspirado alguna vez por las croquetas o el cocido de su abuela? Es más, si le diesen la oportunidad de recuperar esa sensación, ¿pagaría por ir a un restaurante en el que solo se preparase comida de abuela? En Nueva York ya es posible gracias a Jody Scaravella —un estadounidense de raíces italianas— que en 2006 abrió su restaurante Enoteca Maria con la voluntad de recuperar la cocina tradicional de su nonna ("abuela" en italiano) Domenica.

Entonces puso un cartel diciendo que buscaba mujeres que supieran cocinar comida italiana casera. Más de 10 años después en su local de Staten Island solo se comen recetas ideadas por abuelas de todo el mundo. Entre sus empleados no se encuentra ningún chef profesional, sino más de 20 nonnas dispuestas a servir platos tradicionales de sus países de origen: Colombia, Japón, Rusia o Filipinas.

Aunque en un principio solo se servían platos italianos, Scaravella decidió ampliar la experiencia en julio de este año después de observar la variedad cultura de su clientela. "Personas de distintas culturas venían al restaurante a celebrar a estas abuelas italianas", recuerda Scaravella en este vídeo. "Así que un día pensé: ¿No sería bonito homenajear a culturas de todo el mundo?".

Cada noche una de las abuelas acompaña la carta italiana, diseñando un menú acorde a la tradición de su país. Un día se ofrece un plato de carne peruano por 24 euros, otro una sopa francesa, al día siguiente unos dumplings... "La comida es excelente”, puede leerse en uno de los comentarios dejado por los clientes en su perfil de Yelp. “Realmente te hace sentir esa sensación de que tu abuela ha cocinado para ti”.

Una experiencia que Scaravella está recogiendo en ‘Nonnas del mundo’, una especie de recetario online en el que quiere conservar los testimonios y recuerdos culinarios de todas estas mujeres para que no caigan en el olvido. Mientras, la lista de espera para sentarse a la mesa de su restaurante es extensa y no para de crecer.