La hora de las sombras

El último hombre (1849), pintura apocalíptica del artista romántico inglés John Martin, conocido por sus espectaculares paisajes dramáticos. Laing Art Gallery

EL ENORME lago Lemán ha visto emerger a dos de las más recurrentes pesadillas de nuestro tiempo. Por culpa de un clima desapacible que obligó a Mary Shelley a recluirse en el refugio suizo de Lord Byron, quien retó a sus invitados a idear una historia de terror, allí nació en 1816 el engendro de Frankenstein. Presente en aquella reunión en Villa Diodati, John Polidori, el médico personal del poeta, pergeñó durante aquel mismo “año sin verano” otro espeluznante relato, El vampiro, en cuyos renglones duerme el origen del Drácula de Bram Stoker. Junto al mismo Lemán se levanta e...

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EL ENORME lago Lemán ha visto emerger a dos de las más recurrentes pesadillas de nuestro tiempo. Por culpa de un clima desapacible que obligó a Mary Shelley a recluirse en el refugio suizo de Lord Byron, quien retó a sus invitados a idear una historia de terror, allí nació en 1816 el engendro de Frankenstein. Presente en aquella reunión en Villa Diodati, John Polidori, el médico personal del poeta, pergeñó durante aquel mismo “año sin verano” otro espeluznante relato, El vampiro, en cuyos renglones duerme el origen del Drácula de Bram Stoker. Junto al mismo Lemán se levanta el Museo Rath de Ginebra, que entre el 2 de diciembre y el 19 de marzo acogerá la exposición El retorno de las tinieblas. El imaginario gótico desde Frankenstein. A través de obras que van desde el siglo XIX al XXI, la muestra escarba en el influjo de monstruos, cadáveres, ataúdes, crucifijos o afilados colmillos en el arte –y la sociedad– contemporáneo.

Otra apuesta segura de la semana:

- Bill Murray es una leyenda urbana: un libro recoge el surrealista anecdotario vital del actor.

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