Los refugiados científicos sí que son bienvenidos

Antes de pensar en expulsar a los recién llegados, la Unión Europea diseñó planes más inclusivos —aunque minoritarios— para los refugiados. En un continente donde escasea la promoción de ideas innovadoras, la Comisión Europea lanzó hace unos meses el programa Ciencia Para Refugiados (Science4Refugees en inglés). La iniciativa comunitaria pretende acercar las universidades y los centros de investigación a asilados con formación científica, un perfil que Europa sí quiere retener en su territorio.

En apenas seis meses, el proyecto ha logrado una aceptación modesta entre las unive...

Antes de pensar en expulsar a los recién llegados, la Unión Europea diseñó planes más inclusivos —aunque minoritarios— para los refugiados. En un continente donde escasea la promoción de ideas innovadoras, la Comisión Europea lanzó hace unos meses el programa Ciencia Para Refugiados (Science4Refugees en inglés). La iniciativa comunitaria pretende acercar las universidades y los centros de investigación a asilados con formación científica, un perfil que Europa sí quiere retener en su territorio.

En apenas seis meses, el proyecto ha logrado una aceptación modesta entre las universidades. Un total de 210 instituciones han habilitado casi 900 puestos para refugiados en toda la UE, según datos de la Comisión Europea. España figura entre los países más receptivos. Con 22 entidades participantes (entre ellas el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas o las principales universidades de Madrid y Barcelona), es el segundo país por número de centros adheridos, solo superado por Alemania, que ofrece 30, y muy por encima de los 12 involucrados en Reino Unido o los 10 de Francia.

“El asunto de los refugiados seguirá en Europa por mucho tiempo. Trato de poner en contacto a las universidades con los refugiados para que puedan solicitar proyectos. Una cosa es segura: ningún país puede afrontar este reto en solitario”, explicaba el comisario europeo de Investigación, Carlos Moedas, en un encuentro con periodistas en Bruselas.

Pese a todo, los escasos datos que existen sobre sus resultados son poco alentadores. Si hay que extraer conclusiones sobre el número de beneficiarios —para postularse es necesario tener el estatus de refugiado—, apenas 40 personas han introducido su currículum en el sistema, un portal denominado Euraxess que promueve el acceso de extranjeros a la investigación en Europa. Una fuente comunitaria matiza que existen otros métodos de presentarse a los puestos y que son las universidades implicadas las que conocen los resultados. Pero a simple vista el alcance del proyecto parece limitado.