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Cabo de Cruz, el punto rojo del furtivismo en Galicia

La policía ha detenido este año en Galicia a más personas que nunca (97) por recolectar marisco de forma ilegal

El nuevo Código Penal, que entró en vigor el pasado julio, tipifica por primera vez el marisqueo furtivo como delito. En la imagen, un agente del Cuerpo Nacional de Policía pesa las almejas decomisadas a un mariscador furtivo en Cabo de Cruz (A Coruña) a finales del pasado noviembre para poder presentar una denuncia.ÓSCAR CORRAL
En Cabo de Cruz, cuenta el inspector jefe de la cofradía, tienen entre 15 y 20 mariscadores clandestinos al día, pero solo son seis vigilantes en tierra y dos por mar. En la fotografía, un guardia rural de la cofradía vigila con prismáticos que no haya mariscadores furtivos en los arenales de Boiro (A Coruña) a finales del pasado noviembre.ÓSCAR CORRAL
A pesar de la entrada en vigor del nuevo Código Penal, aún no se han dictado sentencias que tipifiquen el marisqueo furtivo como delito. Muchas cofradías esperan que en los próximos meses se produzcan fallos de este tipo contra las bandas organizadas. En la imagen, aperos decomisados a varios mariscadores furtivos en Cabo de Cruz (A Coruña) a finales del pasado noviembre.ÓSCAR CORRAL
Fue en 2010 cuando la policía autonómica gallega comenzó a colaborar con la Guardia Civil y los inspectores de las cofradías de mariscadores para vigilar a los furtivos. En la imagen, un guardia rural de la cofradía de Cabo de Cruz y un agente del Cuerpo Nacional de Policía vigilan en los arenales de Boiro (A Coruña) para recuperar el marisco escondido y los aperos abandonados por los mariscadores ilegales al ser descubiertos.OSCAR CORRAL (EL PAÍS)
El cupo diario para los mariscadores con licencia es de un kilo o dos en función de la especie de almeja que trabajan. Sin embargo, una banda organizada de mariscadores furtivos puede llevarse decenas y decenas de kilos en un solo día. En la imagen, almejas legales en la lonja de Cabo de Cruz (A Coruña) a finales del pasado noviembre.OSCAR CORRAL (EL PAÍS)
Sandro García, responsable de litoral de la Asociación para a Defensa Ecolóxica de Galiza (ADEGA), cree que los mariscadores furtivos propician la sobreexplotación del medio marino, "causando problemas económicos y ecológicos". En la imagen, un guardia rural de la cofradía de Cabo de Cruz (A Coruña) persigue a un mariscador furtivo.ÓSCAR CORRAL
Este año, cuando ya se ha alcanzado una cifra récord de detenidos (94) en Galicia por actividades relacionadas con el marisqueo furtivo, todavía queda la campaña de Navidad, una época en la que el número de denuncias suele ser muy alta. En la imagen, un guardia rural de Cabo de Cruz (A Coruña) inspecciona los cuatro kilos y medio de marisco decomisados a un furtivo a finales del pasado noviembre.ÓSCAR CORRAL