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El trazo que une la discapacidad y el humor

Una muestra de humor gráfico exhibe en Madrid obras de grandes viñetistas en torno a la discapacidad

En la inauguración de la muestra, el pasado 3 de diciembre (día de las personas con discapacidad), intervino Tomás Gallego, director del Instituto Quevedo del Humor. “El objetivo es, a través del humor, remarcar o denunciar ciertas situaciones de exclusión, de dificultad, que la gente con discapacidad sufre”, cuenta. “Hay que poner en evidencia situaciones que, si la sociedad se involucrara, les facilitaría la vida a mucha gente”. Al Instituto Quevedo del humor, además del propio Gallego, pertenecen conocidos viñetistas como Forges o Gallego & Rey, que también han participado en la muestra.Chiri
“Da una enorme satisfacción poner un poco de risa en esta causa”, cuenta el periodista José María Nieto, acostumbrado a escribir, pero que para esta ocasión a empuñado el pincel. “Cuando nos reímos ganamos fuerza”, sentencia. “El humor es una herramienta muy útil, claro para reírse. Pero también un rama muy poderosa para reflexionar, sensibilizar, comunicar. Y reivindicar”.FORGES
En una de las viñetas, sobre un fondo negro dos ojos y una boca se quejan de no poder leer, ahora que se ha ido la luz. “No pasa nada”, comenta otra boca. “Yo sigo leyendo en braille”: Sobre toda la exposición flota una idea fundamental: no hay discapacitados, hay gente con otras capacidades. “Si la vida te da un par de flexos en vez de piernas, pues no puedes andar, pero sí iluminar”, cuenta Nieto con respecto a su viñeta.J. M. NIETO
Cuando se pidió la colaboración de humoristas gráficos, el CERMI pronto recibió más de 200 viñetas de diferentes países. Luego fue cuestión de seleccionar hasta dejar las 25 que pueden verse en la Calle Recoletos. Luisa Villalba fue una de las creadoras cuyo trabajo fue uno de los seleccionados. Especializada en caricaturas, se acercó desde Cuellar a la inauguración. “La caricatura es el arte de lo invisible, y el humor gráfico es hermano de caricatura”.Chiri
“No sé qué han visto en mi para vincularme a la discapacidad”, dice, desde su silla de ruedas, Ignacio Tremiño, director general de Políticas de Apoyo a la Discapacidad del Ministerio de Sanidad. “Llevo 25 años en silla de ruedas, pero siempre de buen humor”. “También Quevedo, que tanto hizo por el humor, tenía una discapacidad”, recuerda. “Es una realidad tan porosa como presente. Las personas discapacitadas han estado siempre ahí, con su talento. Lo que hay que hacer es contárselo al mundo”. Y echar un ojo a esta exposición.ANTONIO MADRIGAL