Gestión de la ciencia en España: no solo el CSIC
La situación de emergencia afecta a todos los organismos públicos de investigación
Los directores de algunos centros de excelencia Severo Ochoa del CSIC han hecho pública hace unos días la alarmante situación que vive este Organismo Público de Investigación (OPI), en lo tocante a la gestión. Este aviso no puede ser más oportuno en el momento político que vivimos en España. La I+D se ahoga, la ahogan, no sólo en el CSIC. En todas partes.
El CSIC es el OPI más grande que hay en España, pero no es el único y es muy importante resaltar que los problemas que sus directores han ...
Los directores de algunos centros de excelencia Severo Ochoa del CSIC han hecho pública hace unos días la alarmante situación que vive este Organismo Público de Investigación (OPI), en lo tocante a la gestión. Este aviso no puede ser más oportuno en el momento político que vivimos en España. La I+D se ahoga, la ahogan, no sólo en el CSIC. En todas partes.
El CSIC es el OPI más grande que hay en España, pero no es el único y es muy importante resaltar que los problemas que sus directores han manifestado se dan también en otros OPIs, corregidos y aumentados. Entre los OPIS se encuentran el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA), el Instituto Español de Oceanografía (IEO), el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT) y el Instituto Geológico y Minero de España (IGME). En ellos esta problemática se agrava porque los investigadores de estos organismos, pese a ser miembros de las mismas Escalas de investigadores que los del CSIC, no tienen reconocidos sus mismos derechos laborales que la ley les otorga.
Este aviso no puede ser más oportuno en el momento político que vivimos en España. La I+D se ahoga, la ahogan, no sólo en el CSIC. En todas partes
Es una muestra más del inmenso ninguneo que los responsables políticos de nuestro país han tenido para con esta actividad fundamental para el desarrollo de la economía basada en el conocimiento, de la que tanto presumen en sus declaraciones públicas.
La situación en las Universidades, donde se realiza la mayor parte de la I+D española, no es mucho mejor. La COSCE (Confederación de Sociedades Científicas de España) acaba de hacer público un informe que resulta devastador para la situación actual. El año pasado un panel internacional de expertos, invitados por nuestro propio gobierno para evaluar la situación, emitió un informe en el que se ponía claramente de manifiesto que para poder ser competitivos a nivel internacional, no es bastante con poner más dinero en el sistema. O se cambia por completo o será perder el tiempo (y de paso el dinero). ¿Destino de ese exhaustivo informe? Desconocido. Quizá el cajón de algún burócrata de alto nivel en el Ministerio correspondiente. Al fin y al cabo, este tipo de gente es el que parece que está diseñando la I+D española. Las consecuencias ya empiezan a aparecer descarnadamente. Los investigadores jóvenes con talento se van, las empresas prefieren no invertir en tan absurdo y obsoleto sistema y la media de edad de los investigadores sigue subiendo sin parar. Así no podemos seguir.
Los partidos deben de una vez dejar de hablar de lo importante que es la I+D para luego olvidarla hasta las próximas elecciones
Es el tiempo de la política científica y de investigación. Los partidos deben de una vez dejar de hablar de lo importante que es la I+D para luego olvidarla hasta las próximas elecciones. O se hace o nos quedamos fuera del futuro. Nos jugamos mucho en esto. La situación lamentablemente no afecta solamente al CSIC. Es general y es hora de arreglarla.
Rafael Díez es presidente de la Asociación de Personal Investigador del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (API-INIA)