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¿Sería capaz de colorear sin salirse cualquiera de estos seis dibujos?

Libros para adultos que ayudan a desconectar

Mónica Luengo Montero
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Este elefante es una de las ilustraciones de Millie Marotta de su libro ‘El reino animal'. La artista reconoce que para ella dibujar es tan relajante como para otros colorear sus ilustraciones. “Soy muy afortunada en el sentido de que mi trabajo es lo que elegiría hacer si no estuviera trabajando. Me encanta desaparecer en mi pequeño mundo, en mi estudio y desconectar mientras trabajo”, cuenta Marotta.
La ilustradora chilena Judy Kaufmann confiesa que se animó a hacer un libro de colorear para adultos porque era una oportunidad de reunir a sus personajes. “Siempre han sido creados como personajes sueltos y que ahora cojan vida y se relacionen en diversas situaciones es muy gratificante. Por otro lado solo el hecho de imaginar a mis amigos coloreando este libro me pone feliz”, asegura Kaufmann.
Los libros no son el único formato de esta fiebre por colorear. También se han editado postales o láminas para colgar en la pared. En ‘La librería encantada’ de Natalia Zaratiegui el libro se despliega hasta convertirse en un póster. “Quise añadir un componente lúdico extra y los personajes protagonistas son escritores y personajes literarios que se pueden buscar en la ilustración”, explica. De Dickens a Murakami, pasando por Blancanieves o Gregorio Samsa.
El humorista gráfico Forges publicó a finales del pasado año su propio libro de colorear para adultos: ‘Coloreitor’. Luis Rojas Marcos, psiquiatra de la Universidad de Nueva York, señala en el prólogo de la obra: “Una lección que he vuelto a aprender coloreando sus páginas es que, si bien el estrés es un efecto secundario inevitable de la vida diaria, existen fórmulas saludables, creativas y eficaces que nos ayudan a neutralizarlo”.
La ilustradora francesa Emma Farrarons, autora de 'The Mindfulness Coloring Book', asegura que todo el mundo puede colorear: "El otro día recibí un amable correo de una mujer de 88 años contándome cuánto disfrutaba coloreando mi libro. Y un amigo me contó que en su peluquería lo usan para que los clientes coloreen mientras esperan su corte de pelo".