La resistencia

Si usted está leyendo este artículo en Internet, lo más factible es que deje de hacerlo después del siguiente punto y aparte

Si usted está leyendo este artículo en Internet, lo más factible es que deje de hacerlo después del siguiente punto y aparte: según un estudio de Microsoft, la capacidad de atención del lector medio en la Red es de ocho segundos.

Vivimos tiempos veloces, en los que saltamos de una información y de una tarea a otra con rapidez y algo de angustia. Amazon ha anunciado recientemente que modificará los c...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Si usted está leyendo este artículo en Internet, lo más factible es que deje de hacerlo después del siguiente punto y aparte: según un estudio de Microsoft, la capacidad de atención del lector medio en la Red es de ocho segundos.

Vivimos tiempos veloces, en los que saltamos de una información y de una tarea a otra con rapidez y algo de angustia. Amazon ha anunciado recientemente que modificará los criterios de su plataforma de autopublicación para pagar a los autores por página leída. Un tiempo atrás, una editorial inglesa evaluó los hábitos de lectura de los compradores de sus libros electrónicos de no ficción y descubrió que estos no solían pasar de la página 60; consiguientemente, produjo una serie de 59 páginas. ¿Por qué estudiar cuánto tiempo puede uno concentrarse? Para determinar si todavía es posible acelerar aún más el tráfico.

Según Microsoft, somos más hábiles que en el pasado para apuntar hechos sueltos, pero estamos incapacitados para ponerlos en contexto. El problema, por supuesto, es que del contexto depende la interpretación (un hecho aislado nunca significa nada), y es precisamente allí donde radican nuestras esperanzas: toda tendencia genera una resistencia en un momento u otro, y la resistencia ante la sumisión a la velocidad, a la fugacidad de la información y su aceptación acrítica y pasiva está dentro y fuera de la Red, en la actitud vigilante de ciertos lectores y en unas empresas periodísticas que apuesten por un periodismo de calidad; es decir, un periodismo que provea a su lector de información, pero también de las herramientas para el ejercicio crítico.

Que haya llegado usted hasta aquí, en particular si está leyendo este artículo en Internet, es, por todo esto, una razón para tener esperanzas. Por mi parte, lo/la felicito por haberse pasado a la resistencia.

Archivado En