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Los mejores momentos de ‘Mad Men’, en imágenes

Un repaso a las escenas más memorables de la serie que dice adiós definitivamente

El misterioso Don Draper fue desvelando poco a poco su verdadera identidad ante los espectadores y ante algunas de las personas que le rodean. Ya en el primer capítulo queda claro que Don no es la persona que aparenta ser. Pete Campbell utilizará su falsa identidad para intentar extorsionarle. El descubrimiento de quién es Dick Whitman por parte de Betty será la gota que colme el vaso de su paciencia.
La buena esposa, impecable en cualquier situación, a veces pierde los estribos, coge una escopeta y, cigarrillo en boca, dispara a la cansina paloma de su vecino. Betty también pasó por una recordada fase con unos kilos de más (coincidiendo con el embarazo de la actriz).
El capítulo con el que termina la primera temporada tenía reservado uno de los grandes momentos de la serie. Don Draper da rienda suelta a su buenhacer en la presentación de su propuesta para anunciar la nueva rueda de diapositivas de Kodak. Para ello, recurre a instantáneas personales que acompaña de palabras en las que reflexiona sobre su vida.
En la segunda temporada, Greg, prometido de Joan, la exhuberante jefa de secretarias de Sterling Cooper (que irá escalando posiciones en la agencia), la fuerza a tener relaciones sexuales en una de las escenas más duras de la serie pero muy relevante para entender la personalidad y el papel de Joan.
Peggy se queda embarazada de Pete, un niño no deseado que terminará dando en adopción. En un flashback que vemos en el capítulo 5 de la segunda temporada, Don visita a Peggy en el hospital tras dar a luz. "Esto nunca ha ocurrido", le dice él a ella. Dos personajes que comparten secretos y que se necesitan mutuamente más de lo que jamás reconocerían.
Para ser una agencia de publicidad, en las oficinas de Sterling Cooper (y los sucesivos nombres que ha tenido) ha pasado de todo, incluidas varias muertes. Uno de los momentos más impactantes es el accidente con un cortacésped. Un poco de humor negro (negrísimo) en medio de tanto drama.
Considerado como uno de los mejores capítulos de la serie, el séptimo episodio de la cuarta temporada está lleno de grandes momentos. Ni Don ni Peggy pasan por su mejor momento. Una noche de trabajo juntos hace que se acerquen y que aflore el respeto que se tienen mutuamente.
Por su 40 cumpleaños, Megan sorprende a Don cuando en la fiesta (que él se resistía a celebrar) toma el micrófono y se marca una interpretación del 'Zou Bisou Bisou' de Gillian Hills que deja a todo el personal de piedra, incluido a su marido.
Todos quisimos hacerlo en algún momento. Pero solo Lane Pryce hace realidad ese sueño: dar a Pete Campbell lo que se merece. Ante la atónita mirada de Don y Roger, que no hacen nada por detener la situación, Pryce golpea a Campbell, ese personaje que tantas y tantas veces ha sacado de sus casillas al resto de personajes y a los espectadores. Bien por Lane.
Muchas de las mejores frases de la serie han estado en boca de Roger Sterling. Pero algunos de sus momentos más memorables han tenido lugar bajo los efectos del LSD, que prueba con la que entonces era su mujer.
"Sucia". Así es la ciudad para Sally Draper después de que su padre la lleve de acompañante a recoger un premio. Roger con unas copas de más, una niña que ve a dos adultos haciendo cosas que una niña no debería ver... La descripción de Sally de cómo es la ciudad no puede ser más exacta. Más adelante, la hija de Don también pillará a su padre engañando a su mujer con una vecina. El mundo es demasiado sucio para Sally.
Pocas veces verás a Don Draper suplicando. Es lo que hace, casi sin palabras, solo con un gesto, cuando Peggy, su pupila, le dice que se marcha a otro lugar en el que se sienta valorada. En ese capítulo, 'The Other Woman' (otro de los grandes episodios de la serie), Don se siente decepcionado por dos de las mujeres que son su ancla. Para Peggy será una forma de reivindicar su lugar en el mundo y no cede ni ante el mismísimo Don Draper.
Joan era otra de las protagonistas del capítulo 'The Other Woman'. A cambio de su cuerpo por una noche, conseguirá la cuenta de Jaguar para su agencia y convertirse en parte de la compañía. El precio, a los ojos de Don, ha sido demasiado alto. Pero Joan no parece pensar lo mismo.
Acuciado por las deudas, Lane Pryce no ve escapatoria. Tras intentarlo de otras formas, decide ponerle fin a todo en las propias oficinas de la agencia y, de paso, dejar un recadito a quienes no quisieron echarle una mano. En la imagen, Pete Campbell poco después de descubrir lo que ha ocurrido.
En el último capítulo de la sexta temporada, en un ataque de sinceridad, Don lleva a sus hijos a la casa donde se crió. Para los hijos pequeños esta revelación no significa mucho, pero para Sally, harta ya a esas alturas de las mentiras de su padre, supone un descubrimiento que la sorprende.
Dos almas perdidas que se encuentran en el trabajo, con alguna copa de más. De repente, en la radio suena la voz de Frank Sinatra cantando las primeras frases de 'My way'. El tiempo se para para un baile de Don y Peggy que ha queda para la posteridad.
"Las mejores cosas de la vida son gratis". El entrañable Bert Cooper se despide de Don y de los espectadores en el séptimo capítulo de la última temporada cantando y bailando en uno de esos momentos surrealistas que de vez en cuando iluminan el dia a día de 'Mad Men'. Una lección de vida del hombre que se quitaba los zapatos para estar en su despacho.
'Mad Men' es, entre otras muchas cosas, una serie sobre las mujeres en los años sesenta. Peggy Olson es una de sus representantes. Desde secretaria de Don Draper, va escalando posiciones hasta que en uno de los últimos capítulos e la serie pasea por su nuevo lugar de trabajo de esta guisa poco después de haber pasado la noche bebiendo con Roger y patinando en sus antiguas oficinas. Porque ella lo vale.