Cartas al director

Contrarrevolución energética global

La Revolución Industrial fue posible gracias a otra no menos importante revolución, la energética, que supo sacar provecho del gran potencial que le brindaban las abundantes energías fósiles presentes en el subsuelo del planeta. Sin duda, al igual que la Revolución Francesa cambió políticamente el mundo, la industrial y energética hicieron lo propio en el ámbito fabril, doméstico y del transporte, lo que a la par permitió a nuestra sociedad dar un impresionante salto hacia la modernidad. Sin embargo, provocó indirectamente un daño colateral que hoy sabemos que afecta el clima y amenaza la vida...

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La Revolución Industrial fue posible gracias a otra no menos importante revolución, la energética, que supo sacar provecho del gran potencial que le brindaban las abundantes energías fósiles presentes en el subsuelo del planeta. Sin duda, al igual que la Revolución Francesa cambió políticamente el mundo, la industrial y energética hicieron lo propio en el ámbito fabril, doméstico y del transporte, lo que a la par permitió a nuestra sociedad dar un impresionante salto hacia la modernidad. Sin embargo, provocó indirectamente un daño colateral que hoy sabemos que afecta el clima y amenaza la vida en la Tierra.

El imponente salto tecnológico que hoy en día permite el aprovechamiento de variopintas fuentes renovables, unida al sentido común que exige el fin del tremendo despilfarro actual, deberían impulsar sin demora una urgente contrarrevolución energética global que permita la restauración de las energías renovables y ponga fecha de caducidad a las fósiles.

Espero que a la ciudad que fue cuna de la revolución por antonomasia, París, le toque en este decisivo 2015 convertirse en la ciudad donde con ocasión de la Cumbre del Clima se selle el acuerdo que termine con el ya antiguo régimen energético a base de combustibles fósiles, e inicie la contrarrevolución tendente a restaurar unas rejuvenecidas fuentes renovables como principal motor del mundo.— Martí Gassiot.

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