¿Qué pasta de dientes debo usar?

Ante la amplísima oferta de dentífricos, plantarse frente al lineal y elegir con acierto cuál meter en la cesta exige su tiempo. Ayudamos a reducirlo con esta breve guía

Existe una gran oferta de pasta de dientes y a veces es difícil decidirse. Ayudamos a reducirlo con esta breve guía.

Según el doctor Fernando Germán, director de clínicas Dentinova, "el cepillado es la parte más importante de la higiene dental, independientemente de la sustancia que se emplee. Si lo comparamos con barrer el suelo, lo importante es el tipo de cerdas de la escoba y la técnica que empleemos, más que cualquier sustancia que podamos añadir al suelo para facilitarnos la labor (y dar esplendor)".



Aunque estos pr...

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Existe una gran oferta de pasta de dientes y a veces es difícil decidirse. Ayudamos a reducirlo con esta breve guía.

1. La textura: cuestión de gustos

Según el doctor Fernando Germán, director de clínicas Dentinova, "el cepillado es la parte más importante de la higiene dental, independientemente de la sustancia que se emplee. Si lo comparamos con barrer el suelo, lo importante es el tipo de cerdas de la escoba y la técnica que empleemos, más que cualquier sustancia que podamos añadir al suelo para facilitarnos la labor (y dar esplendor)".

  • Fluidos: Recomendados para ortodoncias. "Son aconsejables pero no indispensables", apunta el doctor. Llegan más fácilmente a zonas complicadas a las que los cepillos alcanzan con dificultad, como los recovecos que brackets y alambres dejan entre diente y metal.
  • Crema o gel: Dientes sanos e higiene regular. Son las más comunes. Según estudios de consumo de Dentaid, casi tres cuartas partes de la población prefiere la clásica pasta. Si no existe una necesidad especial, son el perfecto compañero de vaso del cepillo.
  • Con partículas: Limpieza en profundidad. "Son esferas limpiadoras y abrasivas que ‘barren’ mejor y pulen el esmalte. En algunos casos llevan flúor y sustancias que reducen la acidez, mejorando la remineralización para aumentar la dureza y el brillo".

2. Ingredientes específicos: según su problema

Aunque estos productos son efectivos, el tiempo de cepillado es tan breve que se hace imprescindible completar la higiene y tratamiento con un enjuague bucal.

Caries: Fluoruro de estaño o sodio

“Reduce la acidez de la placa bacteriana y de la saliva, evitando la desmineralización del esmalte”, apunta Germán. Además, rellenan cavidades por depósito. Pro.Expert, de Oral-B, con fluoruro de estaño. Fluor.Kin anticaries, de Kin, con fluoruro de sodio. 

Sensibilidad: Nitrato de potasio

Despolariza el nervio, protegiéndolo de la descarga que provoca el dolor. “El acetato de estroncio cierra los túbulos que comunican el nervio con el exterior”, explica el doctor. Rapid, de Sensodyne, con acetato de estroncio. Sensi Lacer, de Lacer, con nitrato de potasio.

Gingivitis: Triclosán

Es un antibacteriano no recomendado en menores de seis años. “La calidad de la higiene, la alimentación y la ingesta de líquidos –entre otros– determinan su efectividad”. Bexident, de Isdin, regenera y tonifica las encías. Colgate Total, de Colgate, actúa a lo largo del día. 

Sarro: Hexametafosfato de sodio

Combate las manchas y el sarro, impidiendo que se adhieran partículas a la dentina. Sílice, bicarbonato sódico, alúmina y fosfato cálcico pulen las áreas coloreadas. Whitening Toothpaste, de Supersmile, con calcio. Pasta dentífrica salina, de Weleda, con bicarbonato.

Tono: Peróxido de carbamida

Las pastas y enjuagues blanqueadores no profesionales no pueden tener más de un 1 % de este ingrediente, por lo que el efecto es mucho más suave. All In One, de Yotuel, con peróxido de carbono al 0,3 %. Dentabrit, de Cederroth, blanqueadora, con fosfatos y sílica.

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