Tele a fuego lento

Recorrido por las recetas en ‘prime time’ Desde Elena Santonja hasta Alberto Chicote. Así ha tratado la televisión a los fogones

'Con las manos en la masa' de Elena Santonja.

El primer plato que se cocinó en la televisión española fue un huevo frito. Lo preparó ante las cámaras Elena Santonja en 1984, dentro de la primera emisión de Con las manos en la masa. Fue una declaración de intenciones, y probablemente la presentadora lo echó a la sartén sin ser consciente de estar llevando a cabo un trascendente acto fundacional. Aquel legendario huevo fue el inicio de cuatro décadas de cocina en la tele, en las que ha habido buenos platos, alguna que otra calamidad y, sobre todo, un importan...

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El primer plato que se cocinó en la televisión española fue un huevo frito. Lo preparó ante las cámaras Elena Santonja en 1984, dentro de la primera emisión de Con las manos en la masa. Fue una declaración de intenciones, y probablemente la presentadora lo echó a la sartén sin ser consciente de estar llevando a cabo un trascendente acto fundacional. Aquel legendario huevo fue el inicio de cuatro décadas de cocina en la tele, en las que ha habido buenos platos, alguna que otra calamidad y, sobre todo, un importante retraso histórico. La aventura, en cualquier caso, termina con final feliz, con el éxito en horario de máxima audiencia de espacios como Pesadilla en la cocina, MasterChef o Top chef.

Antes de que los historiadores se nos echen encima, debemos aclarar que Con las manos en la masa no fue el primer programa culinario que se emitió en Televisión Española. Ese honor se lo lleva Vamos a la mesa, que empezó en 1967 y apenas duró un año. “Hablaban de hábitos saludables y de trucos de cocina, tenían a una nutricionista bastante sosa y la gran Maruja Callaved intentaba hacer de aquello algo mínimamente televisivo”, asegura el periodista televisivo Alejandro Macías.

Tuvieron que llegar los ochenta para que TVE pusiera en antena el primer espacio de cocina con todas las letras, 50 años más tarde que la BBC y 20 después del debut de Julia Child, la primera telecocinera estrella de EE UU. Gracias al buen hacer de Elena Santonja y su equipo, Con las manos en la masa brilló al unir gastronomía con cultura y actualidad. “Fue un programa revolucionario en todos los sentidos”, señala Macías. “Aportó democracia en la cocina y naturalidad a una tele aún muy encorsetada”. La crítica de televisión Mariola Cubells coincide en resaltar su impacto: “Yo solo había visto cocinar a mi madre, y de pronto aquella señora hacía lo mismo, pero en televisión. Fue como una revelación”.

El siguiente hito culinario-televisivo tiene nombre vasco. Karlos Arguiñano es el máximo exponente de un fenómeno que comenzó en las teles autonómicas y que explotó con su llegada a Televisión Española en 1991: el de los chefs mediáticos. Arguiñano arrasó gracias a su cercanía y su dicharachera puesta en escena, pero también a su cocina, tan adecuada para las amas de casa como para cualquiera que se inicie en las cazuelas.

‘MasterChef’ ha democratizado la alta cocina, dijo Ferran Adrià durante su visita al programa

“Yo trabajaba en Suiza cuando él se estrenó”, recuerda el cocinero y también showman televisivo Alberto Chicote. “Al volver a España, me quedé alucinado de su facilidad para trasmitir la pasión por lo que hacía. Arguiñano ha sido la figura culinaria más importante del siglo XX en España. Ha habido cocineros geniales como Ferran Adrià, pero nadie ha cambiado la cultura culinaria doméstica de este país como él”.

Arguiñano ha reinado en su género durante más de 20 años. Algunos se estrellaron tratando de competir con él, como Alfredo Amestoy. Telecinco acabó desterrando su Comer es un placer a las dos de la madrugada, lo que lo convirtió en el primer programa de cocina para criaturas de la noche. En dos décadas, nadie logró hacer sombra a don Karlos: ni los intentos de renovación del clásico programa de recetas, como Hoy cocinas tú (con Eva Arguiñano) o Duelo de chefs (con Iñaki Oyarbide); ni los concursos como Tomates y pimientos, de Mayra Gómez Kemp, o Todos contra el chef, de Darío Barrio; ni los formatos más cercanos al reality como Ven a cenar conmigo.

El eco de los concursos culinarios que triunfaban fuera de España se dejó oír por primera vez en una especie de catástrofe llamada Esta cocina es un infierno. Emitido en 2006, juntaba el mundo de la cocina con el famoseo de tercera división, nivel Ernesto Neyra o Bienvenida Pérez. “Nada ha superado tanta zafiedad”, opina Mariola Cubells. “Era un programa de cocina que te llevaba a odiar la cocina”.

Este experimento fallido frenó la aparición de los grandes espectáculos culinarios en horario de máxima audiencia, a pesar de que ya estaban arrollando en países a priori menos gastronómicos que España. “La cocina estaba restringida a un ámbito didáctico, pero no accedía al mundo del entretenimiento”, asegura Chicote. ¿Qué impulsó el cambio? Para José Antón, director de programación de Antena 3, se juntaron dos factores: el resurgir de los talent shows, “que empezaron con las habilidades más sencillas para la tele, como cantar, pero necesitaron pronto de nuevas temáticas como la cocina”, y el relativo éxito de los factuals (programas de no ficción) culinarios en la TDT. “En el caso de Pesadilla en la cocina, Antena 3 Media vio que Kitchen nightmares funcionaba, y eso ayudó a que nos atreviéramos a poner estos programas en prime time”.

‘Pesadilla’, con sus caóticos microcosmos humanos en forma de restaurante, rompió el maleficio al alcanzar audiencias más que notables en LaSexta. Después llegó MasterChef, un formato que Macarena Rey, consejera delegada de la productora Shine Iberia, se tiró un año paseando por las cadenas, hasta que TVE se lo compró. “Es difícil entender que los que antes te decían que los programas de cocina no funcionaban, ahora hagan tres”, afirma. “Pero así es la tele”. El show empezó mal, pero remontó y acabó convertido en acontecimiento. “Fue revolucionario porque llevó el espectáculo a los programas de gastronomía. Cuando vino Ferran Adrià, nos dijo: ‘No os dais cuenta de lo que habéis hecho. MasterChef ha democratizado la alta cocina”.

MasterChef junior, versión infantil del susodicho, y Top chef, también con Chicote a los mandos, repitieron éxito. Aún es pronto para evaluar la última entrega del género, Mi madre cocina mejor que la tuya, pero el experimento más reciente en prime time, Deja sitio para el postre, ha obtenido unos resultados de audiencia más discretos. ¿Señal de que el pinchazo de la burbuja de los programas de cocina está al caer? “La televisión es como la moda o la música: se mueve por tendencias”, reflexiona el director del concurso de repostería, Óscar Vega. “Si llega un momento en que todos los programas de cocina son parecidos, puede pasar lo mismo que con los de corazón, los de política o los de música, que al final cansan. Pero todos hemos visto cómo Operación triunfo llegó a su fin, y luego vino La voz y arrasó. El espectador lo que quiere es pasárselo bien, y mientras tú le des buen entretenimiento, no tiene por qué aburrirse”.

Medio siglo de cocina televisiva

1967 'Vamos a la mesa'

La cocina llegó a TVE de la mano de la presentadora Maruja Callaved. Sus buenas intenciones chocaban con una importante escasez de medios: el programa no tenía ni unos fogones donde enseñar cómo se hacían los platos.

2014 El último en llegar

Mi madre cocina mejor que la tuya se estrenó el pasado 14 de marzo. Dos parejas de madre cocinera más hijo desastroso compiten por la permanencia en este nuevo concurso gastronómico de Cuatro.

1984 'Con las manos en la masa'

Elena Santonja fue la creadora del primer programa de cocina real de la televisión en España. Su gran hito (además de la canción de apertura): poner a guisar a personajes como Alaska, Pedro Almodóvar, Torrente Ballester y Massiel.

1991 El cocinero del "rico, rico"

Tras un breve paso por ETB, Karlos Arguiñano se estrenó en TVE. Desde entonces, su receta de cocina al alcance de todos mezclada con cercanía, desparpajo y chistes no ha encontrado rival.

1998 Primer canal temático

Canal Cocina lleva 16 años emitiendo. Al vivir en las plataformas de pago, nunca ha alcanzado grandes audiencias. Ha dado a conocer a figuras como Jamie Oliver.

2005 'Vamos a cocinar'

Sustituto de Arguiñano en TVE, José Andrés fue el único chef que se le acercó en fama televisiva. Como Karlos, comunicaba bien. Como Elena Santonja, invitaba a famosos a su cocina. Pero acabó marchándose para centrarse en sus negocios en EE UU.

2006 'Esta cocina es un infierno'

O cuando la telebasura se juntó con la cocina. Mezcla imposible de géneros televisivos, el espacio de Telecinco unió a chefs de prestigio como Sergi Arola y Mario Sandoval con concursantes tan dispares como Leticia Sabater o Bárbara Rey. Acabó siendo programa de culto.

2012 'Pesadilla en la cocina'

Los intentos de Alberto Chicote por enderezar restaurantes catastróficos pusieron por fin la cocina en el horario de máxima audiencia de LaSexta.

2013 El fenómeno 'Masterchef'

Si la cocina ha vivido alguna vez algo parecido a Operación triunfo, ha sido MasterChef (TVE). Más de 5,5 millones de personas vieron la final de este concurso en el que compitieron perfiles para todos los gustos, como el chico trabajador (Juan Manuel), el ama de casa deslenguada (Maribel) o el malo al que todos odian (José David).

2013 Los niños también

Tras el éxito de MasterChef, TVE preparó una secuela infantil para Navidad con los mismos jueces y presentadora. La desenvoltura y habilidad de chavales como Mario o Aimar volvieron a atrapar a los espectadores.

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