Cartas al director

Personas

Hay una categoría muy sencilla que olvidamos cuando hablamos de género femenino y masculino: las personas. Es lógico que el feminismo emerja con fuerza, un nuevo feminismo que analizaba el reportaje Radiografía del posfeminismo, porque a través suyo se han conseguido muchísimos logros sociales. El feminismo es el ariete de la ciudadanía. La insatisfacción específica de las mujeres como género quedó fijada hace ya bastante tiempo por Betty Friedan en su libro La mística de la feminidad. Ella lo definió como un “malestar indefinido” que sentían las mujeres blancas de clase medi...

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Hay una categoría muy sencilla que olvidamos cuando hablamos de género femenino y masculino: las personas. Es lógico que el feminismo emerja con fuerza, un nuevo feminismo que analizaba el reportaje Radiografía del posfeminismo, porque a través suyo se han conseguido muchísimos logros sociales. El feminismo es el ariete de la ciudadanía. La insatisfacción específica de las mujeres como género quedó fijada hace ya bastante tiempo por Betty Friedan en su libro La mística de la feminidad. Ella lo definió como un “malestar indefinido” que sentían las mujeres blancas de clase media, esposas y madres que tenían una vida de completo confort doméstico. Pero ese algo que les falta a las mujeres sí es producto y responsabilidad de un sistema que se organiza de manera que domina a unos y somete a otros, que quita a muchos para dárselo a unos pocos. Ese mismo algo o mucho que hoy día les falta a todas las personas, ni más ni menos.

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