Cartas al director

El hechizo de Dalí

Desde muy pequeño sentí admiración por el arte cuando mis padres me llevaban a los museos para que disfrutase con los artistas españoles como Picasso y su Guernica, Velázquez o Goya, y de repente apareció Dalí en mi vida. Sus figuras distorsionadas llenas de colorido y sus relojes blandos me sorprendieron. Sus cuadros fueron un hechizo ante mis ojos, y al mirarlos detenidamente siempre se descubría algo nuevo de ese genio de “bigote rococó de dónde acaba el genio a dónde empieza el loco”, como diría Mecano.

Ahora leo en su revista que el Museo Centro de Arte Reina Sofía expondrá gran pa...

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Desde muy pequeño sentí admiración por el arte cuando mis padres me llevaban a los museos para que disfrutase con los artistas españoles como Picasso y su Guernica, Velázquez o Goya, y de repente apareció Dalí en mi vida. Sus figuras distorsionadas llenas de colorido y sus relojes blandos me sorprendieron. Sus cuadros fueron un hechizo ante mis ojos, y al mirarlos detenidamente siempre se descubría algo nuevo de ese genio de “bigote rococó de dónde acaba el genio a dónde empieza el loco”, como diría Mecano.

Ahora leo en su revista que el Museo Centro de Arte Reina Sofía expondrá gran parte de su obra para que disfrutemos todos los que alguna vez nos hemos sentido locos y hemos estado locos por el gran genio que fue Salvador Dalí. Gracias, Reina Sofía, por dejarnos entrar en la obra de este gran artista del surrealismo español.

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