Cartas al director

Monstruos y Campanilla

¿Cree usted, señor Roncagliolo, que por ser de su hijo de quien habla lo puede hacer en esos términos? Me refiero a su artículo Princesas y futbolistas, en el que nos relata sin ningún pudor cómo pregunta a su hijo ¡de cuatro años! si no preferiría dibujar monstruos alienígenas sangrientos en vez de colorear un dibujo de Campanilla. ¡Por Dios! ¡Dejemos a los niños en paz! Los niños de cuatro años no se aferran a los clichés de género, los niños de cuatro años juegan y experimentan libremente, mientras que muchos adultos les van limitando las posibilidades de acción y les obligan a ada...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

¿Cree usted, señor Roncagliolo, que por ser de su hijo de quien habla lo puede hacer en esos términos? Me refiero a su artículo Princesas y futbolistas, en el que nos relata sin ningún pudor cómo pregunta a su hijo ¡de cuatro años! si no preferiría dibujar monstruos alienígenas sangrientos en vez de colorear un dibujo de Campanilla. ¡Por Dios! ¡Dejemos a los niños en paz! Los niños de cuatro años no se aferran a los clichés de género, los niños de cuatro años juegan y experimentan libremente, mientras que muchos adultos les van limitando las posibilidades de acción y les obligan a adaptarse a unos estereotipos añejos y altamente perjudiciales para su salud mental.

 

Archivado En