Pasar la fiesta en familia

Este año, nos dicen, vamos a gastar menos en la fiesta nacional del 12 de octubre: menor número de aviones, no sacan a los tanques... Parece que hay que convencer a los ciudadanos de la idoneidad de tal fiesta y su celebración. Pero están los gastos de publicidad; también el coste de mover al Ejército y fuerzas del orden participantes, y mover a las autoridades, vehículos, conductores, guardaespaldas, agentes... y después, lo más probable, un ágape. ¿Qué tal todos en casita pasando la fiesta en familia? Es una fiesta que ya nació rancia en la época de Felipe González, y que en sus últimas edic...

Este año, nos dicen, vamos a gastar menos en la fiesta nacional del 12 de octubre: menor número de aviones, no sacan a los tanques... Parece que hay que convencer a los ciudadanos de la idoneidad de tal fiesta y su celebración. Pero están los gastos de publicidad; también el coste de mover al Ejército y fuerzas del orden participantes, y mover a las autoridades, vehículos, conductores, guardaespaldas, agentes... y después, lo más probable, un ágape. ¿Qué tal todos en casita pasando la fiesta en familia? Es una fiesta que ya nació rancia en la época de Felipe González, y que en sus últimas ediciones se pretende civilizar, en el sentido de dar cierto protagonismo a la sociedad civil, por ejemplo, facilitando la gratuidad en los museos.

Este año, con la austeridad que nos están imponiendo, la fiesta parece todavía más innecesaria; máxime cuando hay otras fiestas nacionales paralelas: Día de las Fuerzas Armadas, Festividad de la Guardia Civil, Día de la Constitución...— José Rafael Gutiérrez Vizuete.