Cartas al director

Cuestión de equidad y justicia social

El pasado 29 de marzo, huelga general por la reforma laboral aprobada por el Gobierno de Rajoy. Nada nuevo, pues fue el propio presidente quien se prestó como privilegiado heraldo de su anuncio. Una reforma que recorta salarios y derechos de manera tan brutal que casi podría considerarse una derogación retroactiva del estado social conquistado hasta la fecha.

Y llegados a este punto de ruptura del equilibrio que presidía la relación laboral, me planteo una ingenuidad: ¿habrá algún empresario en este país con la valentía suficiente para reconocer como abusiva la proyectada norma del abar...

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El pasado 29 de marzo, huelga general por la reforma laboral aprobada por el Gobierno de Rajoy. Nada nuevo, pues fue el propio presidente quien se prestó como privilegiado heraldo de su anuncio. Una reforma que recorta salarios y derechos de manera tan brutal que casi podría considerarse una derogación retroactiva del estado social conquistado hasta la fecha.

Y llegados a este punto de ruptura del equilibrio que presidía la relación laboral, me planteo una ingenuidad: ¿habrá algún empresario en este país con la valentía suficiente para reconocer como abusiva la proyectada norma del abaratamiento, no del despido, sino del trabajador en sí?

El multimillonario Warren Buffett en EE UU, en Alemania unos cuantos ricachones y en Francia un selecto grupo de empresarios, solicitaron a sus respectivos gobernantes, por una mera cuestión de equidad y justicia social, pagar más impuestos. Me pregunto si algo así es posible en nuestro país entre la clase empresarial española; que algún empresario expresara su profundo rechazo por la aprobación de un paquete de medidas que deja en paños menores a la parte principal de sus negocios, los trabajadores. Me pregunto si entre quienes generan empleo cabría un mínimo guiño de complicidad con sus empleados. Buffett se quejaba de que él pagaba menos impuestos que el botones que le abría la puerta de su limusina.

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¿Habrá alguien en nuestro país dispuesto a defender los derechos del vecino, por más que ello suponga renunciar a una parte importante de sus privilegios?— Gonzalo de Miguel.

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