La OTAN admite responsabilidades en la contratación del Yak-42

Defensa pagó 170.000 dólares por fletar el avión, y la compañía aérea ucrania que operó el vuelo sólo percibió 45.000

NAMSA, la agencia de la OTAN que gestionó los contratos del Yak-42, el avión que se estrelló hace dos años en Trabzon(Turquía) y en el que murieron 62 militares españoles que volvían de Afganistán, ha reconocido hoy, en una carta remitida al Ministerio de Defensa, responsabilidades propias en la cadena de contrataciones. En concreto, la agencia acusa a Chapman Freeborn, una de las compañías a las que se arrendó el vuelo, de incumplir las responsabilidades adquiridas en su contrato al no comunicar la cadena completa de subcontrataciones y las cuestiones que afectaban a los seguros.

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NAMSA, la agencia de la OTAN que gestionó los contratos del Yak-42, el avión que se estrelló hace dos años en Trabzon(Turquía) y en el que murieron 62 militares españoles que volvían de Afganistán, ha reconocido hoy, en una carta remitida al Ministerio de Defensa, responsabilidades propias en la cadena de contrataciones. En concreto, la agencia acusa a Chapman Freeborn, una de las compañías a las que se arrendó el vuelo, de incumplir las responsabilidades adquiridas en su contrato al no comunicar la cadena completa de subcontrataciones y las cuestiones que afectaban a los seguros.

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Así lo pone de manifiesto el director general de NAMSA, Karl Heinz Münzer, en una carta enviada esta tarde al Jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), general Félix Sanz Roldán, después de que éste negociara durante estos días varios borradores, han informado fuentes del departamento de José Bono.

En la misiva, la agencia señala que desconoce "por qué España, teniendo derecho de inspección de aviones y contratos, no lo ejercitó". Asimismo, se indica que NAMSA, a raíz del siniestro y después de las reclamaciones, ha "revisado y perfeccionado los controles de calidad en lo referente a cobertura de seguros y a vigilancia de contrataciones".

Ante esta respuesta, el ministro José Bono no pedirá, "de momento", que esta cuestión se incluya en el orden del día de la reunión del Consejo Atlántico que se celebrará este jueves y viernes en Bruselas, tal y como había amenazado, "sin perjuicio de las decisiones que se puedan tomar" en un futuro.

La demanda de España consistía en que NAMSA asumiese la responsabilidad sobre el seguro de 75.000 dólares que, para cada pasajero del Yak 42, preveía el acuerdo entre esta agencia de la OTAN y el Estado Mayor Conjunto (EMACON) y que se perdió en la cadena de subcontrataciones del malogrado vuelo.

Una turbia "cadena de confianza"

La madeja de intermediarios que rodeó el flete del Yak-42 es tan espesa que han hecho falta dos años para desenredarla. Y aún hoy quedan cabos sueltos. Ya se sabe, sin embargo, que seis empresas intervinieron y que cada una cobraba su comisión correspondiente. Y se conoce también la diferencia entre lo que pagaba el Ministerio de Defensa por el alquiler del Yak-42 (149.000 euros; o, lo que es lo mismo, 171.350 dólares) y lo que percibía la compañía aérea que operaba el avión, Ukranian Mediterranean Airlines (45.000 dólares). Es decir, por el camino se quedaban 126.350 dólares, el 73% del total, informa Miguel González.

La "cadena de confianza", como la calificó el entonces ministro de Defensa, Federico Trillo-Figueroa, quedaría como sigue: el Estado Mayor Conjunto contrató con la agencia NAMSA de la OTAN, basada en Luxemburgo; que subcontrató con el broker Chapman Freeborn, con sede en Francfort am Main (Alemania); que subcontrató con Volga Dnepr, en Shannon (Irlanda); que subcontrató con Adriyatik LTD, en Estambul (Turquía); que subcontrató con JTR Company SAL, en Beirut (Líbano); que subcontrató con UM Air, en Kiev (Ucrania). Todo ello para alquilar un vuelo de un avión.

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