PROFESORADO

Abelardo de la Rosa, secretario de Estado de Educación: “Los nuevos profesores pasarán dos años acompañados por un docente experto”

El número dos del ministerio considera que “las ratios de alumnos deben ser reestudiadas y redimensionadas” y se marca como objetivo “mejorar las condiciones económicas y laborales del profesorado”

Abelardo de la Rosa, secretario de Estado de Educación, en la azotea del ministerio, este jueves.Samuel Sánchez

Abelardo de la Rosa iba para ingeniero, pero estudió Filosofía, probó la docencia y se enganchó. Nacido hace 65 años en Úbeda, Jaén, De la Rosa es el nuevo secretario de Estado de Educación, el número dos del ministerio que dirige Pilar Alegría. Ocupó cargos educativos en la Junta de Andalucía en la etapa socialista, y, cuando se jubile, tiene previsto volcarse en su otra vocación, que es el voluntariado social. La entrevista tiene l...

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Abelardo de la Rosa iba para ingeniero, pero estudió Filosofía, probó la docencia y se enganchó. Nacido hace 65 años en Úbeda, Jaén, De la Rosa es el nuevo secretario de Estado de Educación, el número dos del ministerio que dirige Pilar Alegría. Ocupó cargos educativos en la Junta de Andalucía en la etapa socialista, y, cuando se jubile, tiene previsto volcarse en su otra vocación, que es el voluntariado social. La entrevista tiene lugar una mañana de mediados de octubre en su despacho de la calle Alcalá de Madrid. Por la ventana entran los pitidos de una protesta de profesores, que tiene como destinataria la vecina sede de la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid. “Hay gobiernos autonómicos que no miran como deben mirar a la educación pública, que es la educación de la igualdad de oportunidades y la vertebración del sistema educativo, y sin la cual no hay cohesión social”, afirma, antes de que una asesora cierre la ventana para poder conversar.

Pregunta. El Gobierno presentó hace casi tres años 24 propuestas para la reforma del profesorado. ¿Cuándo empezarán a dar pasos?

Respuesta. Ya hemos empezado, aunque a nivel externo no se ha visibilizado. Nuestro objetivo es muy claro. Consiste en mejorar las condiciones laborales y económicas del profesorado. El profesorado necesita apoyo y reconocimiento. Las administraciones tenemos que estar para aportarles las condiciones laborales que mejoren su docencia diaria, y también las condiciones retributivas, que necesariamente deben mejorar el trabajo docente. Muy pronto se convocarán las mesas sectoriales con las organizaciones sindicales para acordar conjuntamente cómo traducir aquellas 24 medidas en cuestiones concretas y normativas. El profesorado debe tener mejores condiciones de trabajo y una mejor perspectiva de carrera docente y desarrollo profesional.

P. ¿Cómo van a mejorar dichas condiciones laborales?

R. Todo debe ser ahora negociado. Pero, por ejemplo, las ratios deben ser reestudiadas y redimensionadas. Tenemos que pasar de la situación actual al bienestar laboral. La ratio no puede ser un obstáculo. Tiene que permitir que el profesorado atienda cada vez más y mejor a la diversidad del alumnado. Tiene que ser la adecuada para que la enseñanza sea cada vez más individualizada y el profesorado pueda atender cada vez más y mejor las diferencias individuales.

P. ¿Se van a mejorar las ratios de estudiantes por aula en todas las etapas?

R. Se va a procurar que los grupos de alumnos tengan la suficiente atención docente. Y si eso implica desdobles o codocencia, lo implicará.

P. ¿Un docente tendrá que atender por sí solo a menos alumnos?

R. Eso es. ¿Reducción de alumnos por aula? Claro que sí, es una de las medidas. Pero más que una reducción numérica, el objetivo es la educación de calidad para todos, lo cual está muy vinculado con la atención a la diversidad. Y por tanto puede haber desdobles, codocencia, apoyos en el aula, aulas flexibles, tiempos flexibles, grupos flexibles, teniendo en cuenta la autonomía pedagógica y organizativa de los centros docentes.

Abelardo de la Rosa, secretario de Estado de Educación, en una de las salas del ministerio.Samuel Sánchez

P. Las 24 medidas también contemplaban cambiar la forma en que los docentes se incorporan a la profesión, que apenas ha cambiado en 40 años. ¿Qué piensan hacer?

R. Queremos ayudar al profesorado que entra y al profesorado que empieza a desempeñar su labor. Al profesorado que entra, con garantías de que el sistema de acceso, las oposiciones, sea cada vez un mejor filtro, en el que además de cuestiones, digamos de forma simplificada, memorísticas, se evalúen también otras competencias. Y, una vez que entra, en los dos primeros años de docencia, en todos los niveles, pensamos que tiene que ser apoyado, acompañado de profesores y profesoras expertos, con años de docencia, que puedan orientarles. Los primeros años de docencia son muy importantes porque sabemos que condicionan la autopercepción que tiene el profesorado y, por tanto, también condiciona cómo percibe su futuro y su manejo docente. Ahora, el profesorado muchas veces se encuentra un poco solo en los primeros años de docencia. Recibe ayuda del claustro del profesorado, pero son ayudas ocasionales. Queremos sistematizar esa ayuda. Llámese mentoría, acompañamiento, tutela profesional, el nombre es lo de menos. Crear un sistema de apoyo donde el profesorado que entre encuentre orientación experta y personas de las que aprender cómo mejorar en el futuro su docencia.

P. ¿Consistiría en que el profesor nuevo entre y pase dos años acompañando en el aula a un profesor experto, un poco en línea de lo que en su día se planteó como una especie de MIR docente?

R. Sí, aunque el MIR en sanidad tiene otras connotaciones, sobre todo que condiciona el ingreso definitivo en la función pública, y no es este el caso. Y he planteado dos años, pero la duración concreta tendrá que decidirse. En todo caso, el periodo inicial.

P. ¿Cómo se elegirá a ese profesorado experto, tutor?

R. Se pueden establecer convocatorias en las que se objetive el buen desempeño profesional. Valorando su formación permanente, sus funciones en el centro, su rendimiento con los grupos de alumnado, y también formarlos para que luego formen a los profesores noveles.

P. ¿Se les recompensará? ¿Se hará en el marco de la nueva carrera docente que tienen previsto crear?

R. Evidentemente, dentro de la carrera docente, de la cual tenemos que hablar con las organizaciones sindicales, este puede ser un tema, si así lo ven, porque es una función que debe tener su reconocimiento. ¿Cómo? Ya veremos. Se puede traducir en cuestiones horarias, de reconocimiento profesional, o económicas. No lo puedo adelantar porque pertenece al ámbito negociador. Pero está claro que ese profesional debe tener un reconocimiento.

P. ¿Se va a equiparar económicamente a los docentes que han estudiado grados de maestro de infantil y primaria con el profesorado de secundaria?

R. Eso va a ser sometido evidentemente a la negociación sindical. Pero, evidentemente, la equiparación del profesorado debe ser un horizonte.

P. Hay previstos cambios en la formación de los docentes. ¿Cómo se abordará el del máster de profesorado, donde ha habido una gran explosión de titulados por centros privados?

R. El máster, sea en el tipo de universidad que sea, debe servir a la finalidad para la que se pensó. Y hay ciertos indicadores que deben hacernos reflexionar. El máster no debe reducirse a un trámite que habilite para la profesión docente, sino tener un contenido importante. Y seguramente tendremos que hacer algunas reorientaciones, sobre todo para que, en algunos casos, se recupere el sentido y la finalidad con que se pensó.

P. ¿Hay universidades que no lo están cumpliéndolo?

R. Puede estar pasando. Tanto nosotros como el Ministerio de Universidades tenemos una función inspectora, y reguladora. Tenemos que garantizar el servicio público de ese máster, y valorar, y en su caso reorientar, si hay casos de universidades, las que sean, cuyos másteres no se adecúan a la calidad y el rigor con la que se pensó el título.

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