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Estudiantes y profesores conectados

Mentoor es una plataforma de enseñanza de refuerzo en línea que nació en 2022 y cubre diferentes asignaturas y niveles educativos

Cuando Manuel Veloso y Luis Astor se vieron desbordados por las peticiones para dar clases en línea, en lugar de rechazar las nuevas solicitudes pensaron que era una oportunidad y crearon Mentoor, una plataforma que conecta estudiantes con docentes. Ambos comenzaron a impartir clases particulares en sus años de carrera, sacando tiempo a las tardes después de ir a la universidad. Después de licenciarse trasladaron al mundo virtual las lecciones, ya que uno se fue a estudiar un máster a EE UU y otro, a trabajar a Suiza. Posteriormente, la covid convirtió las aulas digitales en las únicas posibles. “Cambió totalmente la dinámica. De repente todo el mundo empezó a tener la necesidad de clases online”, recuerda Veloso por teléfono.

Ya de vuelta en España a raíz de la crisis sociosanitaria y ante el aumento de la demanda, incorporaron a un primer profesor para que impartiera clases con ellos. Comenzaron a trabajar en el desarrollo de la plataforma y en 2022 constituyeron la empresa, un proyecto detrás del que no solo había una idea de negocio, sino vital. Buscaban la libertad de poder moverse, de trabajar desde cualquier sitio y de gestionar sus propios tiempos: “Y al final Mentoor ha permitido esto, que podamos vivir la vida que queríamos”, apunta este joven de 30 años, ingeniero aeronáutico del municipio gallego de Cangas do Morrazo.

El principal valor de su propuesta reside, dice Veloso, en la calidad de sus profesores, a quienes eligen no solo por sus logros académicos, sino por su capacidad para enseñar y conectar con los alumnos. “La prueba que les realizamos no es de conocimiento, es una prueba docente”, aclara. “Todos los que trabajamos en Mentoor somos o hemos sido profesores. Los propios miembros de la plataforma son antiguos profesores nuestros que hemos visto que tenían mucho potencial y han empezado a formar parte de la plantilla”, añade.

Actualmente dan clases de las asignaturas más demandadas de ciencias, de programación e idiomas a estudiantes de ESO, bachillerato y universidad, que pagan una matrícula por el acceso y la asignación del docente. “Luego cobramos al profesor un porcentaje de lo que ellos facturan por los servicios”, explica Veloso. Por Mentoor, que facturó 160.000 euros el año pasado y que cuenta con un equipo de seis personas, han pasado ya más de 4.000 estudiantes. Las clases se imparten con tabletas gráficas y no exigen permanencia.

La compañía echó a andar con 10.000 euros que tenían ahorrados, pero ya tienen prevista una ronda dirigida a lo que en la jerga emprendedora se conoce como friends, family and fools (amigos, familia y necios), en la que quieren dar entrada a primeros inversores. Además, trabajan en afinar el modelo para acudir a otras rondas profesionales más adelante. El ejercicio pasado fue el único que cerraron con resultado de explotación negativo, debido, cuenta el cofundador y codirector ejecutivo, a la inversión en personal. A pesar de tener otro rol, Veloso aún sigue teniendo algún alumno que otro puntualmente: “Eso te ayuda a estar bastante en el campo de batalla. A no olvidarte de la función que están haciendo los profes, que al final es lo importante”.

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