El molino del siglo XIX de Girona que factura 20 millones de euros

Farinera Coromina, en manos de la quinta generación de la familia fundadora, sirve sus harinas, entre otros clientes, a El Celler de Can Roca

Una trabajadora de Farinera Coromina en sus instalaciones de Banyoles.Gianluca Battista

La harina era un producto sin valor añadido al que solo se miraba el precio y vimos que debíamos darle una vuelta y transformar nuestro trabajo porque, si no, no tendríamos futuro. El pan no se valoraba. Nos enfocamos hacia la panadería artesana”. Lluís Coromina Unzueta es la quinta generación de la familia fundadora al frente de la Farinera Coromina. Se incorporó a la empresa en 2013, con 25 años. Este molino familiar de Banyoles (Girona) creado en 1897, se dedica a la producción y distribución de harina de alta gama, facturó 20 millones de euros en 2023 y produjo 33.000 toneladas de trigo molido. Su fabricación se centra en un 50% de harinas para panes artesanales, un 25% para pizzas y otro 25% para bollería. Ha sido el primer molino no italiano en obtener la certificación que distingue la máxima calidad para hacer una harina al estilo napolitano de la Associazione Verace Pizza Napoletana.

Las harinas de este molino no llevan aditivos. Su producto se vende sobre todo en Cataluña, el resto de España, Francia y Portugal, y su próximo objetivo es Italia. Farinera Coromina tiene una plantilla de 35 empleados, unos 50 de forma indirecta. “Es un equipo comprometido con el proyecto, los padres de dos de ellos ya habían trabajado con mi abuelo”, explica, orgulloso, el director general. Sus instalaciones ocupan unos 8.000 metros cuadrados al sur de Banyoles y se abastecen de energía 100% renovable. Farinera Coromina forma parte del Grupo Agri Energía, que factura 50 millones de euros al año y también lo integran Agrienergía Eléctrica —distribuidora de energía eléctrica—, Agrienergía —comercializadora de energía eléctrica y de gas— y la Fundación Lluís Coromina.

“Queremos transformar el pan en un alimento con sabor, saludable y sostenible a través de la panadería artesana”, explica Coromina. Para ello producen harinas panificables de alta gama, centradas en la elaboración de las artesanales y ecológicas. También tienen harinas integrales, de centeno, espelta y otros cereales. El director sostiene que “cada vez más personas valoran la importancia de consumir productos de proximidad, de calidad y saludables”, y que Farinera Coromina es parte de esta revolución.

La harinera gerundense, que trabaja con agricultores de proximidad, dispone de un campo de ensayo de variedades de trigo donde estudia el comportamiento y evolución de unas 30 variedades panificables. No quieren ser solo un proveedor de harina, aunque sea de alta gama, también asesoran técnicamente a sus clientes en su obrador Can Trull. La empresa cuenta con un millar de clientes, algunos nombres muy conocidos, como El Celler de Can Roca, que elabora su propio pan con sus harinas.


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