Vivir en una casa sobre ruedas

Nomade Vans ofrece furgonetas personalizadas a partir del modelo Fiat Ducato de kilómetro cero

Ignasi Ribó (derecha) y su socio, Antonio Luque, fundadores de Nomade Vans.

El turismo de camper y autocaravanas está de moda. Basta con echar un vistazo a las carreteras españolas (y también a las del resto del mundo) para comprobar cómo las han invadido estos vehículos. Nomade Vans surgió en este contexto, cuando Ignasi Ribó, uno de los fundadores junto con Antonio Luque, vio estos vehículos como una vía de negocio. “Estuve en la Costa Brava el año pasado y veía campers por todos lados”, explica Ribó.

Sin apenas conocimiento...

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El turismo de camper y autocaravanas está de moda. Basta con echar un vistazo a las carreteras españolas (y también a las del resto del mundo) para comprobar cómo las han invadido estos vehículos. Nomade Vans surgió en este contexto, cuando Ignasi Ribó, uno de los fundadores junto con Antonio Luque, vio estos vehículos como una vía de negocio. “Estuve en la Costa Brava el año pasado y veía campers por todos lados”, explica Ribó.

Sin apenas conocimiento de este mercado y sin afición a este tipo de turismo en su momento —”ahora soy un fanático, solo veo campers y furgonetas”, sonríe—, se lanzaron a la carretera en marzo de este año, aunque el proyecto lo iniciaron en octubre de 2021, con solo 3.000 euros de inversión inicial. Su primer paso fue crear una marca de campers, pero de venta digital, con modelos definidos, “donde el cliente tenga un presupuesto casi al momento, no tenga que preocuparse de nada y pueda configurar en pantalla cómo sería su camper”.

Su estrategia se basa en la compra de Fiat Ducato de kilómetro cero, que renuevan, adaptan y venden como vehículos de ocasión. “El mercado de segunda mano es un salvavidas ahora que hay un problema enorme con las entregas. Pero también es una guerra. Esperamos que, a partir de enero, las campers sean nuevas”, argumenta Ribó.

De momento tiene cuatro modelos a la venta: desde la más pequeña para dos personas hasta una más grande para toda la familia, que pueden personalizarse con diferentes acabados para el techo, paredes, suelos o muebles. Una personalización que en ocasiones ha derivado en demandas un tanto surrealistas, como incluir un terrario para una iguana o montar un espacio interior para una moto. “Unas peticiones poco realistas de las que desistieron los clientes. Al final, los convencimos de que lo importante es la funcionalidad y la comodidad”.

Los materiales que usan para sus campers son, sobre todo, sostenibles y las energías renovables. “El 45% de los elementos de construcción son respetuosos con el medio ambiente, pero todavía hay detalles como las ventanas o los toldos para los que no hemos encontrado una alternativa. Pero lo haremos, estamos en el camino”, asegura el cofundador. Estos vehículos, con precios entre 45.000 y 65.000 euros, tienen una mayor demanda en ciudades como Barcelona, Madrid o Sevilla. Para su compra, Nomade Vans, además de ofrecer financiación, oferta un servicio de alquiler para rentabilizar la compra, “pero solo para nuestros modelos”, concreta.

La empresa ha dado un paso y, en paralelo a la venta, tiene un servicio de camperización de las furgonetas de los clientes. “Lo hacemos si la furgoneta tiene las mismas características que las nuestras. Además, facilitamos la homologación, las certificaciones, el seguro… y todo online”. Un trabajo que antes tenían que subcontratar y que ahora desarrollan desde la empresa, en una nave que adquirieron en Terrassa y que les permite camperizar hasta 24 al mes.

Rondas de financiación

Para poner en marcha Nomade Vans, sus fundadores han llevado a cabo varias rondas de financiación. Tras las dos primeras que sumaron 450.000 euros, acaban de cerrar otra de 700.000 euros que ha llegado de inversores como Xavier Soucheiron, que fue consejero delegado en DHL; Jordi Pié, de la empresa CMQ, o Andrés Echecopar, fundador de AEA Capital Advisors y Castiventures, entre otros. Con la inversión quieren consolidar el crecimiento de la compañía en el territorio nacional, además de ampliar la gama de modelos, como uno 4×4, o internacionalizar la empresa. “La prioridad es posicionarnos en el mercado español, donde hay mucha demanda. Nos interesa mucho llegar a Canarias, allí no hay camperizadores. Pero una vez que el proyecto se asiente, queremos estar presentes en Alemania, Francia o Gran Bretaña, aunque aquí no será hasta 2024 “como mínimo”, subraya Ribó.

Cuenta con ocho empleados y ha facturado más de 800.000 euros. “Aunque hay algunos meses en los que hemos tenido beneficios, como en julio con 3.000 euros, invertimos mucho en marketing y durante años no vamos a ser rentables”, concluye.

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