Álvaro de la Rica (Deusto): “Los jóvenes ya no están dispuestos a aceptar cualquier trabajo”

El decano de la escuela de negocios de la que salió la mayor cantera de banqueros dice que la auditoría afronta una fuga de talento

Álvaro de la Rica, decano de Deusto Business School, en la sede de Madrid.JUAN BARBOSA

Para el decano de Deusto Business School, Álvaro de la Rica Aspiunza (Bilbao, 1970), 2021 fue un año muy relevante, pues la institución que lidera se colocó entre las mejores del mundo al recibir dos de las acreditaciones internacionales que están dentro de la denominada triple corona: la de la AACSB (Association to Advance Collegiate Schools of Business), que solo el 6% de las escuel...

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Para el decano de Deusto Business School, Álvaro de la Rica Aspiunza (Bilbao, 1970), 2021 fue un año muy relevante, pues la institución que lidera se colocó entre las mejores del mundo al recibir dos de las acreditaciones internacionales que están dentro de la denominada triple corona: la de la AACSB (Association to Advance Collegiate Schools of Business), que solo el 6% de las escuelas de negocios mundiales atesoran y donde Deusto se sitúa como la sexta española en recibirla, y la de AMBA (Association of MBAs), que únicamente poseen el 2% de los centros mundiales. “La tercera es EQUIS, que está también en nuestra hoja de ruta; sería el siguiente paso”, según De la Rica. Unos sellos internacionales que reconocen el nivel de sus docentes, sus publicaciones, la internacionalización y las relaciones con el tejido empresarial, asegura.

Y que también trazan áreas de mejora para la escuela de formación de directivos más antigua de España, nacida en 1916 y conocida como La Comercial de Deusto. Una es potenciar su red de antiguos alumnos, que acaba de cumplir 100 años de vida y cuenta con 7.000 miembros repartidos por el mundo. “Nos invitan a aprovecharla mucho más”, dice el decano. También a renovar el consejo asesor de la institución. De la Rica sostiene que ya se han puesto en marcha para acelerar el cambio de este consejo, incorporando mujeres y miembros más jóvenes, y para mejorar la dinámica de gobernanza con la creación de varias comisiones de trabajo: excelencia académica, tendencias de futuro y posicionamiento internacional.

Desde que accedió al cargo, en julio de 2018, este doctor en Ciencias Económicas y Empresariales y máster en Gestión Avanzada por la Universidad de Deusto empezó a trazar una hoja de ruta que llevará a la institución a estrenar un nuevo plan de estudios de grado “probablemente el curso 2023-2024″, pues se ha retrasado por la pandemia y tras el decreto del Ministerio de Universidades de septiembre “tendremos que ajustarlo”. Sus programas contarán con movilidad internacional y prácticas obligatorias, y habrá un grupo que se impartirá totalmente en inglés en cada campus con la idea de captar más alumnos extranjeros.

La institución pretende virar su estrategia, “hasta ahora centrada en el grado y poco ambiciosa en los másteres”, con la intención de acompañar a sus alumnos a lo largo de toda su trayectoria profesional, internacionalizarse y estrechar su conexión con las empresas. “Las necesidades de formación evolucionan y creemos que tenemos un nicho muy grande en el reskilling”, indica el decano. El plan estratégico diseñado de cara a 2025 supone una revisión de la cartera de posgrados, en la que han hecho dos reformas con el foco en la internacionalización [actualmente Deusto recibe unos 50 estudiantes de posgrado extranjeros sobre los 380 que cursan estos cursos, pero su objetivo es llegar al 35% del total]. Y en el área executive han decidido centrarse en los programas in company o a medida de las empresas y especializarse en programas cerrados sobre todo del ámbito de la salud, que también estrenarán nuevos contenidos, como un máster de Dirección de Servicios Sociales. Los cursos in company son los más rentables para Deusto Business School, según De la Rica.

Crecimiento

La escuela de negocios, una institución sin ánimo de lucro con sedes en Bilbao, San Sebastián y Madrid, ha seguido creciendo a pesar de la pandemia. Este curso rozará los 20 millones de euros de facturación. Quizás de sus aulas ya no salgan las canteras de banqueros que se graduaron en La Comercial, como José Ángel Sánchez Asiaín, Emilio Ybarra, Pedro Luis Uriarte, José Ignacio Goirigolzarri…, pero De la Rica asegura que Deusto no ha perdido pedigrí, “ha cambiado la tipología de empresas a la que se incorporan los estudiantes, que es mucho más diversa; también hay más alumnos y mucha mayor competencia que antes entre las escuelas de negocios”, justifica. “No es una preocupación que pueda haber más anonimato entre quienes salen de nuestras aulas porque las empresas pueden tener menor notoriedad que los grandes bancos”, aprecia.

Además, el decano observa que “los propios estudiantes hoy en día no están tan decididos como antes a aceptar cualquier cosa y cualquier sector en el que trabajar. Hay una amenaza de salidas profesionales terrible en el sector de la auditoría, por ejemplo, donde no aguantan ni un año. Prefieren trabajar en sectores con mayor foco social”.

Los jóvenes además se muestran cada vez más partidarios de formarse fuera del circuito oficial. Mediante cursos más cortos, prácticos y a menudo por internet. Lejos de las universidades y escuelas de negocios. “Esta oferta ampliada de formación también es necesaria. Los modelos que están irrumpiendo pueden ser sanos para la Universidad, nos tienen que hacer pensar”, observa De la Rica, que anticipa que los formatos híbridos van a implantarse en Deusto, donde dentro de poco habrá másteres online “porque la sociedad los demanda”. El decano cree que la llegada de las grandes tecnológicas al negocio puede hacer que el sector universitario pierda algo de cancha al jugar en desventaja por la fuerte regulación a que está sometido. Pero, con las necesidades de formación bestiales que existen, hay sitio para todos, dice. Al final, “el mercado pondrá a cada uno en su lugar”. “La formación que acabas con 20 años no puede ser con la que te jubiles. Hay que aprender a lo largo de toda la carrera profesional”.

El responsable de Deusto Business School es consciente de los cambios que afronta el sector de la formación, al que los grandes fondos de inversión están acudiendo para tomar posiciones, “algo que es muy positivo porque quiere decir que ven perspectivas de futuro en la educación”. Eso sí, también piensa que estos inversores pueden desvirtuar los objetivos de las instituciones que adquieren, al concebirlas como un negocio. “Es importante mantener la misión. En Deusto nos costaría mucho dar entrada a fondos de inversión porque somos un proyecto social. No creo que lo necesitemos”, afirma.

Tampoco se muestra interesado en entrar en la guerra de precios que vive el sector: “En los grados, somos una de las universidades privadas más baratas”, defiende [sus precios oscilan entre los 5.500 y los 15.000 euros anuales de Medicina]. “Y nunca competimos únicamente por el precio. Queremos que quien opte por Deusto lo haga con la mirada puesta en el medio y largo plazo. Y si tenemos que ajustar los precios para conseguir estabilidad futura, lo hacemos. Porque es rentabilidad futura asegurada”. “Pero no buscamos volumen. Preferimos primar una dimensión más reducida que nos haga sostenibles en el tiempo. La estrategia del 2 × 1 es un error garrafal. Igual que tirar los precios de los programas in company. Hay que dignificar la formación con el precio”.

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