El déficit comercial de Estados Unidos pulveriza récords en plena ofensiva de aranceles de Trump

El desequilibrio entre importaciones y exportaciones se disparó hasta los 153.263 millones de dólares en enero

Frontera entre México y Estados Unidos en Juárez (Chihuahua).David Peinado (Bloomberg)

Las continuas y confusas amenazas de aranceles del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, parecen estar teniendo de momento un efecto llamada sobre las importaciones estadounidenses. Los datos provisionales publicados por el censo este viernes muestran que el déficit comercial de la primera potencia mundial pulverizó récords en el mes de enero. Trump había anunciado que impondría aranceles a México, Canadá y China, sus tres principales socios comerciales, en su primer día en el cargo, aunque luego incumplió esa y muchas otras de sus promesas arancelarias. El panorama sigue siendo confuso. Mientras, las importaciones se aceleran.

El déficit comercial internacional fue de 153.263 millones de dólares en enero, lo que supone un aumento de 31.249 millones de dólares con respecto a los 122.014 millones de diciembre, que ya eran una cifra disparada. Con esas cifras, el déficit sube un 25,6% con respecto a las cifras de diciembre, pero se dispara un 70% frente a los 90.282 millones del mismo mes del año anterior.

Las exportaciones de bienes fueron de 172.158 millones de dólares, 3.350 millones de dólares más que en diciembre, pero lo que se dispararon fueron las importaciones, que sumaron 325.421 millones de dólares, frente a los 292.822 millones de dólares de diciembre y los 259.365 millones de enero de 2024.

El tirón de las importaciones y del déficit se da en casi todas las partidas, empezando por suministros industriales (donde se incluye el petróleo), bienes de capital y de consumo. Los datos avanzados por el censo no desglosan la evolución de las importaciones, las exportaciones y el déficit por países, datos que se publicarán más adelante.

A tenor de los datos, las amenazas atrancelarias de Trump están teniendo por ahora un efecto contrario al deseado. Numerosas empresas han acelerado las importaciones para evitar ser sometidas a gravámenes adicionales.

El discurso de Trump, además, ha generado incertidumbre y confusión entre los agentes económicos. Las grandes empresas han alertado de los riesgos que supone una guerra comercial para sus ingresos, sus márgenes y su negocio, pero también para la evolución de la economía internacional. También hay compañías que temen una disrupción en su cadena de suministros.

De momento, solo hay nuevos aranceles del 10% a una parte de los envíos chinos. Sin embargo, las amenazas a diestro y siniestro por motivos diversos que se entrecruzan entre sí están dejándose sentir en la economía. Las expectativas de inflación han aumentado y la confianza de los consumidores se ha deteriorado. Trump aseguró este jueves que los impuestos del 25% a la importación de productos mexicanos y canadienses se aplicarán desde el 4 de marzo. También dijo que ese día los aranceles a los envíos chinos subirán al 20% (aunque sin aclarar si la mayoría seguirán estando exentos).

El 2 de abril es la fecha para lo que llama aranceles recíprocos, entre ellos los que se aplicarían a la Unión Europea. Aun así, con tantos cambios de rumbo y calendario, esos anuncios están en el aire. En teoría, el 12 de marzo entrar en vigor los aranceles al aluminio y el acero, mientras que las tasas a los coches, semiconductores y productos farmacéuticos esperan su turno.

Las importaciones ya se aceleraron en el último tramo de 2024. En el conjunto del año, Estados Unidos compró al exterior bienes por 3,29 billones de dólares, con un récord de importaciones desde México, y exportó mercancías por valor de 2,08 billones. El déficit comercial se situó así en los 1,212 billones de dólares, frente a los 1,062 billones de 2023 y los 1,173 billones de 2022, el año en que el desfase en el comercio de mercancías marcó el anterior récord. El desequilibrio explica en parte la pulsión proteccionista de Trump.

Cerca de la mitad de la diferencia entre las importaciones y exportaciones de Estados Unidos corresponde precisamente a los tres países contra los que Trump ha actuado en primer lugar: China, México y Canadá, por ese orden.

México es el principal proveedor de Estados Unidos, una posición que mantiene tras desplazar a China en 2023. El país ha sabido aprovechar el acceso privilegiado al mercado estadounidense que le proporciona el Tratado entre Estados Unidos, México y Canadá (TMEC o USMCA) Las importaciones procedentes del vecino del sur marcaron en 2024 un máximo histórico de 505.851 millones de dólares, frente a los 475.216 millones de 2023. Aunque las exportaciones estadounidenses también aumentaron, el déficit comercial de Estados Unidos con México también fijó un nuevo récord, de 171.189 millones de dólares.

Pese a que China ha perdido su puesto como principal proveedor, sigue siendo el país frente al que Estados Unidos tiene un mayor déficit comercial. El nivel se ha reducido con respecto a las cifras récord de 2018, cuando Trump le declaró la guerra comercial, pero sigue siendo muy elevado. Estados Unidos importó de China bienes por importe de 438.947 millones de dólares, pero solo exportó al país asiático mercancías por 143.546 millones, con lo que el déficit comercial fue de 295.402 millones.

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