Google abandona sus políticas de diversidad en la contratación en plena ofensiva trumpista
Alphabet, la matriz del grupo, suprime las referencias a la diversidad en su informe anual
Cuando Donald Trump llegó a la Casa Blanca en 2017 y tomó sus primeras medidas contra los inmigrantes, miles de empleados de Google se movilizaron contra su decisión y hasta el cofundador Sergey Brin y el consejero delegado, Sundar Pichai, dirigieron unas palabras a la multitud. Ocho años después, en plena ofensiva de Trump y los republicanos contra las políticas de diversidad, igualdad e inclusión, la compañía no ha aguantado el pulso. Alphabet, el grupo de Google, ha decidido eliminar sus objetivos de diversidad de sus políticas de contratación, según adelantó este miércoles The Wall Street Journal. La compañía, además, ha puesto en revisión sus prácticas de diversidad, igualdad e inclusión en general, conocidas por sus siglas en inglés, DEI.
La compañía es la última en ceder ante la presión de los republicanos, que ha arreciado tras la victoria de Trump en las presidenciales del pasado 5 de noviembre. Aunque algunas compañías, como el gigante de los hipermercados Costco, se han reafirmado en sus políticas, otras han preferido renunciar a ellas. Antes, el líder de la distribución Walmart, su competidor Target, la tecnológica Meta, la cadena de comida rápida McDonald’s y muchas otras compañías como Tractor Supply, John Deere, Ford, Harley-Davidson, Lowe’s, Caterpillar y Molson Coors han renunciado en todo o en parte a esas políticas. Amazon, fundada por Jeff Bezos, también ha dado un paso atrás en la materia.
Google dijo en una nota a los empleados citada por Bloomberg que estaba revisando sus programas y que ya no tendría “objetivos aspiracionales” vinculados a la representación de minorías. En un comunicado remitido a dicha agencia, la compañía señala: “Estamos comprometidos con la creación de un lugar de trabajo en el que todos nuestros empleados puedan tener éxito y oportunidades iguales, y durante el último año hemos estado revisando nuestros programas diseñados para ayudarnos a conseguirlo”. “Como contratista federal, nuestros equipos también están evaluando los cambios necesarios tras las recientes decisiones judiciales y órdenes ejecutivas sobre este tema”, añade.
En su informe anual, publicado este martes, Alphabet ha suprimido una frase en la que decía: “En Alphabet, nos comprometemos a que la diversidad, la equidad y la inclusión formen parte de todo lo que hacemos y a hacer crecer una plantilla que sea representativa de los usuarios a los que servimos”. La frase se venía repitiendo cada año desde el informe anual de 2020. En la memoria de hace un año, la palabra diversidad aparecía ocho veces. En la publicada el martes, ha desaparecido.
Trump aprobó un decreto para poner fin a esas políticas en su primer día en el cargo. El presidente ordenó la “terminación de todos los programas discriminatorios, incluidos los mandatos, políticas, programas, preferencias y actividades ilegales de DEI y de ‘diversidad, equidad, inclusión y accesibilidad’ (DEIA) en el Gobierno Federal, bajo cualquier nombre que aparezcan”. Enseguida fulminó a los responsables de esos departamentos en la Administración.
El decreto de Trump amenaza con imponer sanciones financieras a los contratistas federales que se considere que tienen programas de DEI “ilegales”, creando cierta inseguridad jurídica para esas compañías en us relaciones con la Administración.
Las políticas de diversidad, igualdad e inclusión nacieron al calor de la discriminación positiva o acción afirmativa para favorecer a minorías infrarrepresentadas. Su aplicación se disparó con los movimientos #MeToo y Black Lives Matter, más aún tras el asesinato por la policía de George Floyd, que fue un aldabonazo para la búsqueda de justicia racial. Fue entonces cuando Google se fijó el objetivo de aumentar en un 30% la proporción de “representación de liderazgo de grupos infrarrepresentados” para 2025.
Sin embargo, tras la decisión del Tribunal Supremo sobre el acceso a las universidades, grupos conservadores empezaron a presentar demandas contra empresas con políticas DEI. A eso se unió el año pasado la presión desde las redes sociales de algunos activistas, entre los que el más destacado es Robby Starbuck, y la del Partido Republicano, con Donald Trump a la cabeza.
El consejo de Apple ha recomendado votar en contra de una incluida en el orden del día de su próxima junta, presentada por el National Center for Public Policy Research. “La propuesta es innecesaria, ya que Apple ya cuenta con un programa de cumplimiento bien establecido y la propuesta intenta restringir de forma inapropiada la capacidad de Apple para gestionar sus propias operaciones comerciales ordinarias, personas y equipos, y estrategias comerciales; y nuestro Consejo de Administración y la dirección mantienen una supervisión activa de los riesgos legales y reglamentarios y del cumplimiento de nuestro negocio global”, argumenta.