La recaudación de impuestos coge vuelo: supera en un 40% los ingresos prepandemia

Los recursos tributarios rebasan los 270.000 millones entre enero y noviembre

Una empleada trabaja en una oficina de la Agencia Tributaria en Madrid.Marta Fernández Jara (Europa Press)

La recaudación por impuestos va de camino a pulverizar todos los récords. Si en los dos años anteriores a la pandemia solo superaba por poco los 200.000 millones de euros anuales—una cota histórica que solo se había logrado antes del estallido de la burbuja inmobiliaria—, d...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

La recaudación por impuestos va de camino a pulverizar todos los récords. Si en los dos años anteriores a la pandemia solo superaba por poco los 200.000 millones de euros anuales—una cota histórica que solo se había logrado antes del estallido de la burbuja inmobiliaria—, después del tsunami sanitario esa marca se ha quedado muy corta. Tan solo entre enero y noviembre, los grandes tributos estatales han brindado 273.993 millones de euros, un 38% más comparado con el mismo periodo de 2019. El IRPF es impuesto más potente del sistema e impulsor del crecimiento en términos de volumen: aportó 121.069 millones en lo que va de año, un 7,5% más que en el mismo periodo del pasado ejercicio. “A falta de un mes para finalizar el año, los ingresos aumentan un 8,3% (...). Los ingresos en términos homogéneos hasta noviembre [en el que se ingresaron más de 19.000 millones de euros] crecen un 7,9%, dos décimas más que el incremento acumulado hasta el mes pasado”, señala la Agencia Tributaria en su último informe de recaudación.

El impuesto sobre la renta ha avanzado un 8,4% en los primeros 11 meses del año —en términos homogéneos, es decir depurado de factores excepcionales—, gracias al aumento de las retenciones del trabajo y el capital y los pagos fraccionados, reflejo del vigor que demuestra el mercado laboral y las subidas salariales registradas en los últimos años. Noviembre, además, es el mes en el que se realiza el segundo ingreso de la renta por parte de los contribuyentes que han tenido una declaración a pagar. Tanto el sector privado como el público registraron incrementos cercanos al 10%, así como en el caso de las pensiones. En cuanto a las retenciones por rendimientos de capital mobiliario, el aumento fue mucho más marcado, del 40,6% en lo que va de año; también avanzaron de forma excepcional los dividendos y las retenciones derivadas de ganancias patrimoniales en fondos de inversión, estas últimas con un crecimiento acumulado superior al 67%.

En el otro lado de la balanza están las ayudas concedidas para paliar el impacto de la dana en los municipios valencianos afectados: el diferimiento conferido en la campaña de la renta ha restado 307 millones, que se ingresarán en febrero del próximo año.

La recaudación por el impuesto de sociedades ha experimentado un salto aún mayor del IRPF, del 9,5% hasta noviembre en términos homogéneos, un resultado generado por el aumento de los pagos fraccionados a su vez impulsado por la mejora de los beneficios empresariales. La buena marcha es generalizada, tanto en grandes empresas y grupos como en pymes, con un resultado de 33.926 millones de euros ingresados en lo que va de año. Los ingresos por IVA aumentaron un 6,6% en el acumulado del ejercicio (hasta los 86.374 millones), en parte por la recuperación de los impuestos energéticos. En novieMbre se ha recuperado la recaudación procedente del Impuesto sobre el Valor de la Producción de la Energía Eléctrica (484 millones), suspendido el año pasado, y la Agencia Tributaria recuerda que en diciembre también comenzará a notarse la finalización paulatina de las rebajas de la fiscalidad de los alimentos —terminará del todo con el inicio del nuevo curso— que se aprobó para mitigar la crisis inflacionaria. Los impuestos especiales están teniendo una evolución parecida, con una subida de ingresos que ronda el 6%.

El déficit baja al 1% del PIB

La buena marcha de los ingresos también ha propiciado una reducción del déficit de las Administraciones públicas, que a finales de octubre se situaba en el 1,05% del PIB, equivalente a 16.671 millones. Esta cifra supone un 15% menos con respecto al mismo periodo de 2023. La Administración central concentra el mayor saldo negativo, del 1,48%, superior al de hace un año y causado en parte por la liquidación de 2022 del sistema de financiación de comunidades autónomas y de entidades locales. De hecho, estos dos subsectores registraron superávit, del 0,39 (6.176 millones) y del 0,06%, respectivamente —en el caso de los municipios, el dato es hasta septiembre—. La Seguridad Social llegó a septiembre también con algo más de ingresos que de gastos, del 0,04% del PIB.

El Ministerio de Hacienda también ha publicado la evolución de las cuentas del Estado hasta noviembre, en las cuales se nota el impacto de estas transferencias de fondos: el déficit registrado es del 2,35% del PIB o 37.228 millones de euros. La liquidación del sistema de financiación ha supuesto para el Estado un aumento del desajuste de 13.523 millones respecto al anterior ejercicio. “Además, la actualización de las entregas a cuenta de 2024 de las comunidades autónomas y de las entidades locales ha supuesto un incremento adicional de 10.348 millones respecto al mismo periodo de 2023″, señala una nota del ministerio. Para el cierre de este año, el Gobierno se ha comprometido con Bruselas a bajar los números rojos del conjunto de las Administraciones públicas hasta el 3%.

Sobre la firma

Más información

Archivado En