Powell subraya que no tiene prisa por bajar los tipos y enfría las expectativas del mercado
El presidente de la Reserva Federal defiende la independencia del banco central tras la victoria de Trump en las elecciones
La independencia de la Reserva Federal se ha convertido en un tema candente en las intervenciones de su presidente, Jerome Powell, casi tanto como los movimientos de los tipos de interés. Después de que el presidente electo, Donald Trump, haya tenido un discurso amenazador al respecto, Powell he defendido este jueves de nuevo la importancia de que el banco central mantenga su independencia y no se guíe por consideraciones políticas. En un discurso en Dallas, Texas, el presidente de la Reserva Federal ha reiterado que no hay prisa por bajar los tipos de interés. Aunque ya lo señaló la semana pasada tras la reunión de la Reserva Federal, su insistencia en que se moverá con cautela ha enfriado algo en el mercado las expectativas de un nuevo recorte de tipos de 0,25 puntos en la reunión de diciembre.
“Con el tiempo, la política monetaria irá evolucionando hacia un entorno más neutral. Pero el camino para llegar allí no está preestablecido. A la hora de considerar ajustes adicionales del rango objetivo del tipo de interés de los fondos federales, evaluaremos cuidadosamente los datos que vayan llegando, la evolución de las perspectivas y el equilibrio de riesgos. La economía no está enviando señales de que tengamos que darnos prisa en bajar los tipos. La fortaleza que estamos observando actualmente en la economía nos permite enfocar nuestras decisiones con cautela. En última instancia, la senda de los tipos de interés oficiales dependerá de la evolución de los datos y las perspectivas económicas”, ha dicho Powell en su discurso.
“La inflación está mucho más cerca de nuestro objetivo a largo plazo del 2%, pero aún no lo ha alcanzado. Nos hemos comprometido a terminar el trabajo. Con las condiciones del mercado de trabajo en equilibrio y las expectativas de inflación bien ancladas, espero que la inflación siga descendiendo hacia nuestro objetivo del 2%, aunque por una senda a veces accidentada”, ha explicado.
Tras esas palabras, similares a las que pronunció la semana pasada, el mercado concede una probabilidad de aproximadamente un 58% a que haya una rebaja de 0,25 puntos el próximo 18 de diciembre. Antes de la intervención de Powell, las probabilidades de recorte implícitas en las cotizaciones de los futuros sobre los fondos federales eran del 82%. Los datos de inflación y empleo que deben publicarse antes de esa reunión ayudarán a despejar la incógnita.
Sin concesiones políticas
Luego, contestando a preguntas, ha insistido en la importancia de la independencia en sus decisiones. “Déjeme decirle qué entendemos por independencia. Lo que realmente significa es que las decisiones que tomamos sobre política monetaria, sobre tipos de interés, no pueden ser revocadas por ninguna otra parte del Gobierno, excepto, por supuesto, el Congreso. El Congreso creó la Reserva Federal por ley, y puede hacer lo que desee por ley, pero nuestras decisiones no pueden ser revisadas por ninguna otra agencia, y estamos encargados de tomar esas decisiones pensando en el bienestar a medio y largo plazo del público al que servimos. Así que no pensamos, al tomar nuestras decisiones, en el bienestar de ningún partido político ni nada por el estilo, solo miramos la macroeconomía y lo hacemos lo mejor que podemos”, ha subrayado.
Powell ha insistido en que está demostrado que la independencia de los bancos centrales da mejores resultados en la lucha contra la inflación y en que es por eso que las economías avanzadas de todo el mundo la respetan. Además, ha reiterado el mensaje de que no dimitirá si Trump se lo pide. “Sin duda serviré hasta el final de mi mandato en la presidencia [en 2026] y eso es realmente todo lo que he decidido y en lo único que pienso”, ha dicho. El presidente de la Fed no ha aclarado si agotaría su mandato como miembro del consejo, que expira más tarde, en enero de 2028. Lo habitual es que un presidente no se quede luego como consejero de a pie.
La economía parece encontrarse en una fase de aterrizaje suave, es decir, de control de la inflación sin provocar una recesión ni una fuerte destrucción de empleo y Powell cree que la independencia de los bancos centrales ha sido clave para frenar las expectativas de subidas de precios. “La credibilidad lo es todo en nuestro trabajo”, ha subrayado. “El público, a lo largo de todo esto, creía que bajaríamos la inflación, que restauraríamos la estabilidad de precios, que definimos como una inflación del 2%, y esa es en última instancia la clave. La inflación es un fenómeno social”, ha argumentado.
Ha recurrido a ejemplos del pasado, como cuando en la década de 1970 no se percibía que la Reserva Federal fuese lo suficientemente independiente para actuar con dureza. “El público perdió la fe en que la Reserva Federal restauraría la estabilidad de precios. Y el coste fue una década de una inflación muy alta y muy volátil, con condiciones para las empresas bastante difíciles, extremadamente difícil para las personas con ingresos fijos”, ha argumentado.
Al igual que pide independencia, Powell ha rechazado entrar en valoraciones sobre las medidas que ha propuesto Trump en su campaña. Ha afirmado que los técnicos de la Reserva Federal las analizarán cuando haya más información al respecto. “En realidad, no sabemos qué políticas se pondrán en marcha. Sabemos que las políticas cambiarán en varias áreas. No sabemos cuánto. No sabemos en qué plazo. Cuando se trata de política fiscal, se necesita mucho tiempo para aprobar un proyecto de ley en el Congreso”, ha explicado. “Creo que tenemos tiempo para hacer evaluaciones sobre cuáles serán los efectos netos de los cambios de política en la economía antes de reaccionar con la política monetaria. Eso no quiere decir que no hagamos muchos análisis (...), pero creo que seremos cautos a la hora de cambiar de política hasta que tengamos mucha más certeza”, ha añadido.
El presidente del banco central ha destacado que “muchas cosas afectan a la economía todo el tiempo” y que “no es tan común que los cambios en la política gubernamental tengan efectos inmediatos” en la consecución de los objetivos de estabilidad de precios y máximo empleo. Pero que, si ese fuera el caso, la Reserva Federal usaría las herramientas a su disposición.
Lo que sí ha reiterado el presidente del banco central, es que las cuentas públicas de Estados Unidos van por mal camino, con un déficit disparado y una deuda creciente. “Como he dicho a menudo, y como han señalado todos mis predecesores, el presupuesto del Gobierno federal de Estados Unidos sigue una senda insostenible. No es que la deuda que tenemos esté en un nivel insostenible. No lo es. Es que estamos en una senda que no va a ser sostenible. Tenemos un déficit muy grande en un momento en que estamos en pleno empleo, y simplemente diría que sabemos que vamos a tener que abordarlo, y que habrá que hacerlo tarde o temprano, y más vale pronto que tarde. Pero lo dejo ahí. Además de los riesgos potenciales a largo plazo que los mayores déficits y deuda presentan para el crecimiento, también hay riesgos para la funcionalidad del mercado del Tesoro”, ha advertido.
Preguntado por la inmigración, Powell ha dejado claro que no le corresponde a él opinar sobre el nivel de inmigración deseable. Dicho eso, ha subrayado que el aumento de la inmigración y de la población activa de 2023 y 2024 “impulsó el crecimiento económico”, además en un momento de una grave escasez de mano de obra.