Grifols acusa a Gotham en su demanda de EE UU de difamación, interferencia y enriquecimiento injusto
La compañía española pide un juicio con jurado y deja sin cuantificar en su escrito la indemnización que reclama
Grifols ha sacado su arsenal jurídico contra Gotham City y Daniel Yu, que provocaron su hundimiento en Bolsa con un informe demoledor. Los llama “estafadores y delincuentes” y dice que “pretendían provocar el pánico”. La compañía española acusa al inversor bajista de difamación, interferencia en los negocios y enriquecimiento injusto, ...
Grifols ha sacado su arsenal jurídico contra Gotham City y Daniel Yu, que provocaron su hundimiento en Bolsa con un informe demoledor. Los llama “estafadores y delincuentes” y dice que “pretendían provocar el pánico”. La compañía española acusa al inversor bajista de difamación, interferencia en los negocios y enriquecimiento injusto, según la demanda de 78 páginas presentada ante los tribunales de Nueva York, a la que ha tenido acceso EL PAÍS. Grifols solicita un juicio con jurado, trata de rebatir las tesis de Gotham, subraya las falsedades que incluyó en su primer informe y reclama una indemnización. Además, asegura que Yu es un criminal convicto y describe algunas de sus actividades ilícitas. La empresa manifiesta su temor a que algunos bancos no le refinancien la deuda o le exijan tipos de interés más altos a raíz del ataque bajista. Y advierte de que el informe ha provocado que 13 firmas de abogados preparen demandas colectivas contra Grifols en Estados Unidos.
Además de Daniel Yu y Gotham City Research, la demanda se dirige también contra el fondo británico aliado de Gotham General Industrial Partners LLC, que tomó la posición bajista; su administrador, Cyrus de Weck, y contra otras empresas y personas por determinar que hayan participado en los hechos. Grifols solicita medidas cautelares para que los demandados retiren el informe, publiquen una retractación y no persistan en sus actuaciones, a la vez que pide un resarcimiento financiero.
En el aspecto económico, no se concreta una cifra. Se habla de una compensación por daños a fijar en el juicio; una indemnización por los beneficios injustamente obtenidos por los demandados; daños punitivos en una cuantía “suficiente para disuadir de nuevas conductas ilícitas e impropias”; costas y gastos incurridos en relación con la demanda, incluidos honorarios de abogados, e intereses al tipo máximo legal permitido para el tribunal. Junto a eso, Grifols pide “cualquier otro remedio que el tribunal considere justo y apropiado”, según el texto de la demanda.
Grifols ha contratado al bufete Proskauer Rose LLP, que le representa habitualmente en Estados Unidos en operaciones corporativas. “Los demandados son vendedores en corto, depredadores, liderados por el delincuente convicto Daniel Yu, que se benefician ilícitamente de sus esquemas amañados de venta en corto y distorsión”, dice la demanda. “A diferencia de otros vendedores en corto [bajistas], los demandados cruzaron la línea con su ataque a Grifols al hacer declaraciones falsas y engañosas a sabiendas para promover un único propósito ilegal: manipular el valor de las acciones de Grifols para su propio beneficio”, añade.
Grifols cerró este viernes en Bolsa a 9,56 euros por acción, un 32% por debajo de los 14,24 euros del 8 de enero, la sesión previa a la publicación del informe de Gotham. La compañía ha perdido 2.780 millones de capitalización en Bolsa. Llegó a caer más de un 40% el día en que su publicó el informe.
“Al publicar el Informe Gotham, los demandados pretendían provocar el pánico entre los accionistas y que vendieran sus acciones, manipulando intencionadamente el mercado y provocando así artificialmente el desplome del precio de las acciones de Grifols”, indica la demanda. El texto subraya que a pesar de las afirmaciones explícitas de Gotham de que las acciones de Grifols “no valen nada”, los demandados decidieron cerrar su posición corta antes de que Grifols diera su primera respuesta pública. “La prisa de los demandados por hacerse con sus ganancias mal habidas puso de manifiesto por sí sola que el Informe Gotham se basa en mentiras”, dice el texto.
Según Grifols, los demandados cerraron sus posiciones bajistas en Grifols tan rápido porque “sabían que el Informe Gotham se basaba en falsedades y que, una vez que cediera el pánico en el mercado y se desmintieran las mentiras de Gotham, las acciones de Grifols volverían a subir”, dice. “De hecho, si las acciones de Grifols realmente carecieran de valor, como los demandados dijeron al mercado, no habrían dejado millones de dólares sobre la mesa al deshacerse de su posición corta después de que las acciones ‘solo’ hubieran caído un 43% en lugar de una cantidad más cercana a la caída del 100% que los demandados predijeron”, explica.
Versión corregida
“La conclusión fáctica central transmitida a los inversores en el Informe Gotham es que Grifols es un fraude que no revela las transacciones y manipula la deuda y el EBITDA declarados para reducir artificialmente el apalancamiento declarado...”, dice la demanda, que trata de rebatir los argumentos de Gotham sobre el cómputo de su deuda y de su EBITDA. El informe puso de relieve algunos aspectos de las cuentas de Grifols a los que muchos inversores habían prestado poca atención, pero Gotham también realizó interpretaciones forzadas, hizo estimaciones equivocadas y cometió errores de bulto. Grifols acusa a la firma de publicar el informe para cortar las pérdidas que estaba sufriendo en sus posiciones bajistas.
La demanda incluye como anexos tres documentos. Entre ellos está el informe inicial, publicado por Gotham el 9 de enero y que provocó el desplome. En segundo lugar, el informe corregido y modificado del día siguiente, con algunos cambios sustanciales. En tercer lugar, un documento donde se comparan las diferencias entre ambos informes. Hay diferencias sustanciales en lo relativo a un préstamo de 95 millones a una sociedad vinculada (Scranton Enterprises). En la versión original, Gotham acusaba a Grifols de ocultar ese préstamo, pero en la modificada rectifica en cuatro páginas del informe, pero sin haber anunciado esos cambios ni informar explícitamente de ellos. La CNMV investiga si Gotham manipuló la cotización con la difusión de información engañosa.
Según la demanda, “los accionistas de Grifols no son las únicas víctimas del plan de los demandados”. “El daño a la reputación de Grifols es sustancial. En el Informe Gotham, los demandados acusan falsamente a Grifols de manipular sus indicadores financieros, tergiversar su apalancamiento, engañar a inversores actuales y potenciales, participar en operaciones propias no reveladas y defraudar a las agencias reguladoras”, sostiene. “En realidad, son los demandados quienes han participado en un plan fraudulento para engañar a los inversores y a los organismos reguladores. El Informe Gotham tergiversa el valor de Grifols para los accionistas, denigra falsamente la integridad, transparencia e independencia de los consejeros y directivos de Grifols y proporciona información relevantemente falsa sobre la compañía al público inversor”, añade.
La demanda concreta en cinco cargos sus acusaciones. En primer lugar, contra Yu y Gotham por difamación: “Fueron los autores de estas declaraciones falsas y difamatorias, e hicieron que se publicaran y difundieran ampliamente entre el público, sin base fáctica suficiente para hacerlas, y lo hicieron a sabiendas de su falsedad o, como mínimo, con indiferencia temeraria hacia su verdad o falsedad. Yu y Gotham actuaron con malicia”. En su defecto, subsidiariamente, difamación implícita, por “sugerencias, impresiones e implicaciones falsas” al “omitir y yuxtaponer estratégicamente hechos clave”. El segundo cargo acusa de complicidad en la difamación a General Industrial Partners y Cyrus De Weck.
Tipos más altos
La tercera y cuarta acusaciones son por “interferencia perjudicial en las relaciones de negocio”, también contra Yu y Gotham como autores y GIP y DeWeck como cooperadores. “Al hacer declaraciones falsas y difamatorias”, sostiene, “interfirieron intencionadamente en las relaciones comerciales de Grifols con, entre otros, sus inversores de capital, analistas, inversores de deuda, bancos, auditores, abogados, clientes y proveedores”. Grifols señala que las repercusiones totales del daño a su reputación aún están por determinar. “Podrían incluir la negativa de los financiadores a conceder préstamos y otras líneas de crédito a Grifols por completo o sin que Grifols acepte pagar tipos de interés más altos, lo que se traduciría en mayores costes de capital”, advierte.
Además, dice que el daño a su reputación dañará su capacidad para hacer negocios en Estados Unidos. “En particular, el daño reputacional que han sufrido ha mermado su prestigio y la moral de sus empleados, y hará más difícil y costoso llegar a acuerdos comerciales con proveedores, prestamistas, clientes, adquirentes potenciales y otros”. Como resultado de dicha conducta, Grifols reclama que se le concedan “daños y perjuicios ejemplares y punitivos contra Yu y Gotham, así como todos los costes, gastos y honorarios de abogados incurridos en este procedimiento por Grifols”.
El quinto cargo se dirige contra todos los demandados, a los que acusa de enriquecimiento injusto. “Se enriquecieron de forma inadmisible e injusta con su citada conducta torticera e impropia, en detrimento y a costa de Grifols”, señala la demanda. “La equidad y la buena conciencia militan en contra de permitir que los demandados retengan los beneficios”, añade.
Grifols explica que también se ha visto obligada a tomar medidas para prepararse para defenderse contra posibles litigios civiles provocados por el informe, incluidas demandas colectivas. La compañía admite que un total de 13 bufetes de abogados demandantes han anunciado su intención de demandar a Grifols en Estados Unidos por las acusaciones vertidas por Gotham. “Enfrentarse a un litigio material que solo es posible gracias a las falsedades de las demandadas falsedades de los demandados generará importantes costes”, sostiene Grifols.
“Los demandados son estafadores y delincuentes que redactaron, publicaron y difundieron un informe falso a sabiendas para crear una venta artificial de las acciones de la empresa impulsada por el pánico, que que hizo bajar el precio de las acciones para que los demandados pudieran beneficiarse injustamente posición corta. Esto es ilegal. Es hora de que los demandados rindan cuentas por su conducta ilegal, empezando por esta demanda”, dice Grifols.
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